Microsoft confía la suerte de Windows 10 a las empresas
La versión anterior de Windows no despertó demasiado entusiasmo entre los clientes empresariales, el segmento más importante para los negocios de Microsoft. Con la nueva edición del sistema operativo lanzada el miércoles, el gigante del software busca beneficiarse del duro y largo esfuerzo que ha hecho para reconstruir su reputación entre las compañías.
Windows 8, la versión de 2012, alienó a los clientes corporativos y sus empleados debido a la confusa mezcla de convenciones para PC y tabletas que ofrecía. En lugar de pasarse al nuevo Windows, muchas firmas siguieron trabajando con versiones anteriores de Windows, que ahora tienen al menos seis años de antigüedad. Los empleados comenzaron a hacer muchas de sus tareas con teléfonos inteligentes u otros dispositivos que no emplean Windows, lo que llevó a algunos administradores de tecnología corporativa a saltarse las actualizaciones de software y hardware de escritorio.
Microsoft se esforzó a fondo para revertir esas percepciones negativas de sus clientes corporativos con vistas al lanzamiento de Windows 10. Durante la mayor parte del año, la compañía distribuyó entre empresas versiones en desarrollo del sistema y solicitó sus comentarios. También requirió el aporte de desarrolladores de software empresarial que operan con Windows y que le ayudan a vender sus productos a empresas grandes y pequeñas. Y prestó especial atención a las aplicaciones de corte corporativo, a la seguridad y a formas más simples de gestionar grupos de varios PC en la oficina.
Dada la habitual lentitud de los cronogramas de actualización en las empresas, la recompensa de este esfuerzo podría tardar mucho tiempo en llegar, si es que llega. Hasta ahora, sin embargo, la campaña corporativa de Microsoft parece estar funcionando.
"Me he sorprendido bastante con la postura agresiva que muchos de nuestros clientes corporativos están tomando hacia Windows 10", dijo Stephen Kleynhans, analista de Gartner Inc. "Vemos una actitud mucho más positiva respecto de empezar más temprano con la migración a Windows 10".
Mantener a estos clientes felices es esencial para Microsoft, que obtiene más de US$42.000 millones —más de dos tercios de su ganancia bruta anual— de las ventas de Windows, del paquete de productividad Office y de otros productos y servicios corporativos. Microsoft quiere que Windows 10 esté en tantas computadoras de empresas como sea posible para conservar esos clientes y venderles más software en el futuro.
El factor más importante en el plan de reparación de imagen corporativa de Microsoft fue haberlo lanzado con anticipación. La compañía comenzó a hablar con las empresas sobre Windows 10 a principios de 2013, ofreciéndoles la oportunidad de mirar el software y sugerir cambios. Gracias a un programa estratégico de pruebas beta, muchos directivos a cargo de compras han estado utilizando el software durante meses. De los casi cinco millones de personas que han descargado la versión de prueba, 30% se identificó como trabajadores de tecnología de la información en grandes empresas, dijo Microsoft.
La oportunidad de probar el software con tanta anticipación fue una ventaja para muchos compradores corporativos porque el período de evaluación antes de adoptar una nueva tecnología es normalmente muy largo, dijeron ejecutivos de la empresa.
Microsoft organizó también paneles de asesores con directivos de grandes empresas y se reunió con ellos regularmente para discutir los planes confidenciales de Microsoft para Windows 10. La compañía también discutió su hoja de ruta con terceros que eran esenciales para el éxito del producto, como empresas de seguridad en móviles, para asegurarse de que su software funcionará a la perfección con Windows.
En una reciente encuesta entre 500 gerentes de tecnología de la información realizada por Spiceworks, una red de trabajadores informáticos, alrededor de 73% de los encuestados dijo que su compañía planeaba adoptar Windows 10 dentro de los próximos dos años.
A pesar de la atención de Microsoft a las necesidades del negocio, los clientes corporativos son propensos a tomarse su tiempo para actualizar sus sistemas. El traslado a una nueva versión de Windows pueden llevar por lo menos un año, mientras las empresas esperan a que Microsoft despeje las fallas del sistema y asegure su ejecución sin problemas.
—Steven Norton contribuyó a este artículo.
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