Michroma: la biofábrica argentina de colorantes y saborizantes sustentables
Desde snacks, golosinas y gaseosas, hasta alimentos saludables como yogures o legumbres enlatadas: casi todo lo que comemos y bebemos tiene colorantes artificiales. Ocurre que nos hemos acostumbrado a “comer con ojos”. Y sin colorantes, la comida nos resulta poco atractiva, y nos parece que está en mal estado o poco saludable.
El problema es que los colorantes artificiales generalmente son derivados del petróleo (como la tartrazina o Amarillo 5) y dañan el ambiente, además de tener efectos nocivos para la salud. Algunos estudios científicos los relacionan con la aparición ocasional de alergias y otros trastornos.
Para solucionar este problema, Mauricio Braia, doctor en Ciencias Biológicas, y Ricky Cassini, licenciado en Administración de Empresas, fundaron Michroma en la ciudad de Rosario en 2019. “Una plataforma para producir ingredientes del futuro en forma sustentable y a un costo razonable, utilizando la tecnología”, define Cassini.
“Usamos hongos, que son las máquinas de biotransformación más importantes de la naturaleza, y aplicamos Crispr, la técnica de edición génica”, explica. “Luego los fermentamos en un proceso similar a la produccioń de cerveza, altamente escalable. No buscamos producir los mismos colorantes sino mejores. Son más estables que los usados actualmente, y pueden soportar procesos de caramelización, pasteurización, extrusión y secado, entre otros. Arrancamos con colores cálidos, como rojo y naranja, y luego iremos agregando azul, verde y blanco”, comenta.
Los emprendedores trabajan en contacto directo con empresas como Danone, Paladini y laboratorios Elea. “Estamos ensayando nuestros colorantes y recibiendo muy buen feedback. Tenemos algunas cartas de intención y acuerdos con empresas multinacionales de bebidas, alimentos y cosmética”, destaca Cassini.
Ciencia y negocios
El mercado de los colorantes naturales es de 5000 millones de dólares y está en constante crecimiento por la demanda cada vez más grande de alimentos que sean saludables y sustentables. “Una vez probada la escalabilidad del proceso, vamos a usar a nuestras biofábricas fúngicas para producir saborizantes y fragancias”, adelantó el fundador de Michroma.
“Fuimos a San Francisco con timidez a buscar inversores. Al compararnos con emprendimientos de Harvard, Stanford y MIT vimos que no solo podíamos competir en cuanto a planes de negocios sino en la parte científica, y nos dimos cuenta el valor y el potencial que tenemos acá en la Argentina”, comentó Cassini. Hoy la firma está buscando empresas que quieran prototipar sus productos, e inversores para montar una planta y pasar de la escala piloto a la escala industrial.
La startup, en la que hoy trabajan, además de los fundadores, un ingeniero en alimentos, una biotecnóloga y un licenciado en genética, recibió inversiones de la aceleradora local Grid X y de la internacional Indie Bio. También cuenta con apoyo de instituciones científicas como el Conicet y el Instituto Pasteur de Uruguay, la UCA, el INTA y la Cámara Argentina de Biotecnología (CAB).
Temas
Otras noticias de Trends
Más leídas de Tecnología
Similares a los Ray-ban de Meta. Samsung tendrá su línea de anteojos inteligentes en 2025
Auto clásico. Cómo se vería el histórico Dodge GTX modelo 2025, según la IA
Cuidado. Qué significa quitar la foto de perfil en WhatsApp, según un psicólogo
Según la IA. Los suplementos naturales que pueden mejorar tu digestión