Meta prepara una nueva red social parecida a Twitter, pero condimentada con Mastodon
La compañía confirma que trabaja en una plataforma descentralizada en la que compartir mensajes de texto, aprovechando la confusión actual de Twitter
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Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, trabaja en una nueva red social. El gigante tecnológico considera que los vaivenes de Twitter desde que fue adquirida por Elon Musk le abren un hueco en ese nicho que debe aprovechar. Así se lo han confirmado fuentes de Meta a Platformer, que añaden que el proyecto está todavía en una fase muy inicial y no tiene fecha de presentación.
“Estamos explorando una red social autónoma descentralizada para compartir textos. Creemos que hay una oportunidad para un espacio separado en el que los creadores de contenidos y el público puedan compartir novedades sobre sus intereses”, dice un portavoz de la compañía a Platformer. Se parecería, pues, a Twitter, aunque su funcionamiento se asemejaría más a Mastodon.
El proyecto estaría liderado por Adam Mosseri, el máximo responsable de Instagram. La intención de Meta es que los usuarios puedan entrar en la nueva red social con las credenciales de Instagram, según las mismas fuentes. Los equipos legales de la compañía están estudiando los posibles conflictos en términos de privacidad que eso puede conllevar.
El hecho de que Meta apueste por una versión de Twitter descentralizada es llamativo. El cofundador y antiguo CEO de Twitter, Jack Dorsey, lleva tiempo diciendo que ese es el camino a seguir. Estos modelos, que hasta el momento no se han sabido rentabilizar, permiten que los administradores de cada servidor (las distintas comunidades de usuarios) puedan establecer sus propias normas de moderación de contenidos, a diferencia de lo que sucede con las redes sociales centralizadas (Twitter, Facebook o Instagram), lo que a su vez descargaría de responsabilidad a Meta. También hacen que la aplicación sea interoperativa (que pueda funcionar con otras redes sociales), algo que exigirá Bruselas a partir del año que viene.
Elon Musk ha entrado en la industria de las redes sociales como un elefante en un bazar. Nada más llegar a Twitter despidió a más de la mitad de sus empleados, medida que el resto de competidores imitaron en mayor o menor medida unos meses después. También ha puesto en marcha un servicio de suscripción, una iniciativa tildada en un principio de locura, pero que Meta ya ha dicho que replicará en Instagram y Facebook.
Pero sus rivales no solo le copian: también han visto que su errática trayectoria en los últimos meses han debilitado la posición de Twitter. Meta ha interpretado que es buen momento para tratar de entrar en un territorio, el intercambio de mensajes de texto cortos, que hasta ahora dominado con mano de hierro por Twitter.
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