Más competencia para Starlink: autorizan a la europea SES a dar internet satelital en el país

El Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) autorizó la entrada de un nuevo jugador al mercado nacional de internet satelital: la Societe Europeenne des Satellites (SES) ya tiene desde el miércoles su licencia para prestar servicios de tecnologías de la información y las comunicaciones. En criollo: podrá usar sus satélites para dar conectividad en el territorio nacional. La resolución, firmada por quien es el interventor del ente desde enero, Juan Ozores, autoriza a la compañía a prestar servicios de acceso tanto para redes fijas como móviles usando sus satélites geoestacionarios. En total, ya son ocho las compañías autorizadas a dar servicios de internet vía satélite en la Argentina.

La tecnología de SES se diferencia de Starlink (el servicio de internet que debutó en el país en marzo último, y que es responsable de los “trencitos” de estrellas que se ven a veces en el cielo nocturno), de Kuiper, la red que está construyendo Amazon (y que tiene a los Werthein como pata local) y de OneWeb. Mientras que estas compañías crean megaconstelaciones de pequeños satélites que surcan el cielo en órbita baja (a unos 500 km de altura), tradicionalmente se usaban satélites geoestacionarios, que se mueven en órbita a la misma velocidad que la Tierra, por lo que se mantienen en el mismo punto geográfico relativo (de ahí que se les diga geoestacionarios), a 35.000 km de altura, como es el caso de Orbith, otro proveedor satelital que opera en el país. Así funcionan los satélites que puso Arsat en órbita, por ejemplo, que desde 2022 pueden usar (al igual que otros que “iluminen” el territorio argentino) la banda Ka de comunicaciones.

SES, con sede en Luxemburgo, es la actual dueña de otro gigante europeo, Intelsat (la compró en abril último por US$ 3100 millones): entre ambas tienen más de 100 satélites geoestacionarios y 26 satélites de órbita media; y unos mil millones de clientes de televisión satelital en todo el planeta, además de dar servicio de conectividad a 7 de las 10 mayores empresas de telecomunicaciones del mundo. En comparación, Starlink tiene 5800 satélites alrededor del globo, aunque con capacidades y funcionamiento diferente. SES, no obstante, está cambiando su estrategia con los nuevos satélites O3b mPOWER, más pequeños y baratos, de órbita media (MEO), a más de 2000 km de altura, que comentaron a operar en abril; tienen mejor cobertura que los LEO al estar más alejados de la superficie terrestre, y mejor latencia que los GEO, al estar más cerca que éstos satélites; la compañía ya tiene seis en órbita, sumará otros seis en los próximos dos años. Y una de las virtudes que tiene es que puede dar servicio de interconexión entre antenas 5G (el llamado “backhaul”) y las redes troncales de los operadores terrenos.

“Debido a las restricciones (de hecho y de derecho) a la oferta de servicios satelitales existentes hasta fines del 2023, muchas empresas y gobiernos no tenían previsto presupuesto para esta tecnología -advierte el experto en telecomunicaciones Enrique Carrier-. La apertura de los cielos y la consecuente llegada de oferta permiten especular con que en el 2025 la adopción de la conectividad satelital crecerá rápidamente. Más aún teniendo en cuenta que entre sus clientes se encuentran los sectores más pujantes de la actualidad, como el agropecuario, el energético y el minero, que además tienen la característica de operar en áreas remotas, generalmente alejadas de la conectividad terrestre. Para todos estos, que actualmente operan con conectividad satelital GEO o inalámbrica, la existencia de una oferta que promete mayor capacidad, menor latencia y menores costos es algo muy atractivo.”

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