Mac, el mundo de Apple en la Argentina.
La compañía tomó un nuevo ímpetu con el regreso de su fundador, Steve Jobs, y está tratando de recuperar mercado con nuevos modelos de Macintosh, incluso a expensas de otros proyectos, como el eMate. Cómo es esa oferta en nuestro país.
Para muchos, la leyenda, algo romántica, indica que un joven de nombre Steve Jobs y aspecto ligeramente similar al de otro joven de entonces, Bill Gates, armó en el garaje de su casa una computadora a la que llamó Macintosh. En rigor, la historia es bastante diferente y ni Jobs fue el creador de la primera Apple ni las Macintosh salieron de entrada (ver columna La Compu).
Con los años, el objetivo de Jobs sería construir una máquina que pudiera ser utilizada aún por quienes no supiesen de computación. El resultado: la Macintosh, que introdujo conceptos tales como un sistema operativo gráfico e intuitivo en 1984, y la integración total entre hardware y software.
Esto llevó a Apple a proveer a sus equipos de lo que hoy llamaríamos capacidades multimedia, algo que, en parte, le jugaría en contra; el uso de las Mac quedó en gran medida restringido a los ambientes de diseño gráfico, la preimpresión y la música, convirtiéndose en una computadora de culto y quedando lejos del uso hogareño o empresario.
Cuando Jobs fue obligado a retirarse de su compañía, Apple quedó sin rumbo corporativo claro. Los problemas se fueron acumulando como facturas sin pagar y en medio de la peor crisis en la historia de la empresa, Jobs fue convocado de nuevo. El hombre no se había quedado quieto. Luego de irse de Apple creó la compañía NeXT, que fabricaba computadoras (muy avanzadas para su época; fueron un fracaso) y un sistema operativo extremadamente poderoso. Este papel de sabio del software hizo que Apple lo volviera a llamar, quedando como CEO interino. Con Jobs, la compañía recuperó su salud, está ganando dinero de nuevo y sus acciones cotizan fantásticamente bien en la Bolsa.
Apple lanzó entre fines de 1997 y comienzos de 1998 una nueva línea de productos que le permitió reposicionarse: las G3; la mayor potencia que puede dársele a un procesador doméstico manteniendo precios que no escapen a la estratósfera. Por otro lado, se enfocaron los esfuerzos a lograr la compatibilidad con el sistema operativo Windows, hasta entonces acérrimo enemigo del MacOS que utilizan las Macintosh desde su nacimiento.
Como fuere, en la Argentina, las computadoras de Apple están de nuevo en carrera y el lector puede tenerlas en cuenta como una opción interesante.
Antes de comprar una Mac hay cuestiones por considerar: qué uso se le dará, cuál será el volumen de trabajo que soportará, si será utilizada en red y, en este caso, si en la red habrá PC con procesadores Intel basadas en el sistema operativo Windows (lo que se conoce como plataforma Wintel).
Por ejemplo, si se utilizarán aplicaciones orientadas a la gráfica, la pre-impresión o de tipo CAD, habrá que colocarle una buena cantidad de memoria RAM, dado que estos programas la requieren. Si, por el contrario, se le dará un uso hogareño, el factor más importante para analizar es el buen precio. Si su función principal será la conexión a Internet, un módem veloz es obligatorio.
Qué bien se te ve
Desde la Performa 6360, con procesador PowerPC 603e de 160 MHz hasta la G3 de 300 MHz, existe una gran variedad de modelos con precios y finalidades diferentes. La 6360 cuesta alrededor de $1400 y es una de las máquinas más económicas que hay en el mercado local. De allí hay muchos modelos -La 6500, recomendada para uso hogareño; la 8500, estándar de la industria gráfica; la 9600; la línea G3, que variarán los precios hasta llegar a topes de $5000 sólo por la CPU.
Todos los equipos disponibles utilizan procesadores con tecnología RISC que, según mediciones de mercado, brindan mayor poder a igual velocidad teórica que, por ejemplo, los modelos basados en Pentium.
Los precios indicados corresponden a CPU, teclado y mouse. Por lo tanto, habrá que agregarle el costo del monitor. Los de Apple van desde los $500 (MultipleScan 15AV, con parlantes estéreo y resolución máxima de 1024 x 768 puntos por pulgada) en adelante. Existen modelos de 14, 17, 20 y 21 pulgadas. En muchos casos, los dealers plantean una promoción que incluye una CPU y un monitor a un precio sensiblemente más bajo que si se compraran ambas partes por separado.
En este rubro empiezan a jugar otras empresas: desde los SyncMaster III (menos de $200) hasta Sony, por ejemplo, que ofrece una línea de monitores de alta resolución, como el 200ES de 17" y 1152 x 870 (aproximadamente $950) o el 300SF, de 20" y 1280 x 1024 (ronda los $2000). También ViewSonic y Hyundai tienen monitores para el mundo Mac.
Algo similar ocurre con las impresoras. Si bien Apple ofrece su LaserWriter 8500 (unos $3000) y se pueden conseguir todavía modelos más viejos entre las láser (LaserWriter 16/600, $1600, entre otras) o incluso algunas chorro de tinta (Style Writer 1500, $350, por ejemplo), otras firmas han logrado una buena compatibilidad de sus impresoras con las computadoras de Apple. La línea chorro de tinta de Epson (Stylus 600, 800, 3000), ha mostrado eficiencia trabajando con las Mac.Estas tienen precios que arrancan desde los $350. Otras marcas, como QMS (modelo 2060, tamaño tabloide, $3000 en adelante), Hewlett Packard (toda la línea, desde $600), Tektronix (Phaser 360, tinta sólida, $5200; Phaser 5600, 1200x1200 ppp y 6 páginas por minuto, $5400; Phaser 380, para la industria gráfica, $8500) o Xante (Accel-a-Writer, PlateMaker, de alto rendimiento, desde $5000, aproximadamente).
También los scanners, con Agfa (SnapScan, Arcus II, desde $480), LaCie (SilverScan IV, alrededor de $1400) y Umax (Astra, Powerlook, Mirage II, desde $350 hasta $7000) a la cabeza, han logrado desplazar a los productos originales Apple, inhallables hoy en nuestro país. Microtek, Nikon y Polaroid son otras empresas que fabrican scanners compatibles con Macintosh.
Ni la impresora ni el escáner son fundamentales para que la Mac funcione. Aumentar la inversión para adquirirlos es una decisión que debe basarse en el uso que se le dará. Si se desea imprimir borradores una vez por semana, se buscará el mejor precio; para presentaciones de una empresa, convendrá una buena calidad de impresión; la industria gráfica deberá apuntar a la máxima resolución.
Viene conmigo
Las portátiles con procesador G3 tienen la misma potencia que los equipos de escritorio, por lo que se convierten en una opción válida de computadora única. Sus precios, sin embargo, pueden sembrar algunas dudas: la PowerBook G3/250, con 32 MB de RAM, 512K de cache, disco rígido de 5 GB, pantalla de 12 pulgadas y módem de 33,6 Kbps cuesta casi $5000 y es la más económica del grupo, que se completa con una serie nueva de G3/250 (mejora la RAM, el módem, el CD-ROM, el disco y la pantalla es de 13 pulgadas) a unos $5500. Algunos modelos anteriores, de menor potencia, pueden conseguirse desde $2500, como la PowerBook 1400. Por otra parte, la eMate -diseñada especialmente para niños, por su resistencia a los golpes- se consigue en los locales Apple de nuestro país, y a precios más que accesibles: desde $700. El problema es que su sistema operativo, Newton, fue discontinuado por Apple y no tendrá actualizaciones ni soporte técnico. Para evitar penurias hay que comprar la Mac en un local de la red de distribuidores Apple. En la Argentina, existen un distribuidor mayorista -Datamac- con una red de minoristas asociada, y dos distribuidores oficiales que trabajan fuera de esa red -Maxim y MacShop-. Hay dealers de Apple en Córdoba, Rosario, Mar del Plata, La Plata, Mendoza, Bahía Blanca, Chaco, Formosa, Misiones, Paraná, Pergamino, San Martín de los Andes, Santa Fe, Tandil, Tucumán y Ushuaia.
Todas las computadoras Apple vienen con una garantía certificada de un año. Durante ese período, las máquinas que muestren algún desperfecto podrán ser atendidas en los tres centros que Apple Computer designó en la Argentina: Apple Service (Azopardo 1168, 300-7711), Centro Técnico Informático (Av. Córdoba 3190, 866-2900) y Maxim Software (Corrientes 640, 7o piso, 326-4960).
Estos tres organismos son, además, los reparadores oficiales de Apple, por si surgen problemas una vez que caducó la garantía. Antes de acercarse a un técnico no certificado hay que recordar que las Mac no se arreglan con facilidad. Además, sus repuestos son caros, sofisticados y no se consiguen en cualquier lado. Esto perjudicó también al mercado de clones, que arrancó tarde en la historia de la compañía y nunca llegó a desarrollarse bien. De todos modos, en la Argentina pueden conseguirse Mac que no son no de Apple, hechas por Power Computing (desde $1300 para un procesador PowerPC 603e) y Motorola ($2600 para un PowerPC 604).
Una vez que la Mac está comprada, habrá que agregarle el software necesario para aprovecharla. Siempre vendrá con el sistema operativo MacOS instalado. En general, salen con la versión 8, pero hay modelos que traen la 7.5 o la 7.6 (las actualizaciones, de todas formas, están disponibles en el site de Apple: www.apple.com).
Por la ligazón que existe entre las Mac y la industria del diseño, muchas empresas han dedicado sus esfuerzos en crear productos aptos para funcionar en la plataforma de Apple, enfocaron sus desarrollos hacia ese ambiente: Adobe, con Illustrator ($600), Photoshop ($850) y PageMaker ($850) para gráfica y edición, PageMill y Acrobat para edición por Internet, y Premiere para video y multimedia; Quark, con el QuarkXPress 4 ($1200) para edición; Macromedia, con el FreeHand 8 ($800) para gráfica, y el Director ($1300) para edición multimedial.
Los productos de oficina para Mac están apareciendo con fuerza. El Office 98, de Microsoft ($560) seClaris, empresa hoy reconvertirda en FileMaker.
También la compatibilidad está mejor cuidada: PC MacLan ($350) permite concectar Mac con PC basadas en Windows 95/98 y NT en una misma red, mientras que Virtual PC ($300) logra emular esos sistemas operativos en la Mac.
Existen muchos juegos para las Mac y una cantidad de versiones de títulos creados originalmente para PC compatible, además de miles de programas shareware que pueden conseguirse en la Web y muchos otros productos comerciales -incluso desarrollos nacionales de facturación, stock y otras actividades administrativas- que funcionan sobre el MacOS.
La Mac dejó de ser una alternativa excesivamente cara o incompatible a la hora de decidir qué comprar. La baja de precios (un 20% en el período 97/98) las ha colocado en un escalón competitivo, aunque todavía les queda la fama de caras. Los proveedores intentan desterrarla, por eso han incluido planes que van desde financiación en cuotas (la mayoría contempla 3, 6 o 12 pagos, pero algunos se estiran hasta 24) hasta descuentos especiales para estudiantes de Arquitectura, Ingeniería y Diseño. Además, han agregado valor a los productos, ofreciendo cursos introductorios gratuitos, descuentos en libros, software instalado extra o conexión sin cargo a Internet.
Cuando la compra es para una empresa, se pueden conseguir equipos en leasing por hasta 36 meses. No todos los dealers dan estas facilidades y, el que las brinda, no otorga todas.
En total, las Mac han recuperado el lugar que supieron ocupar al principio de la carrera informática y también están de regreso en nuestro país. Que son bienvenidas, no cabe duda.
Quince años no es nada
La última versión del paquete de aplicaciones para oficina de Microsoft, el Office 98, marcó un hito en la historia del software para Macintosh. Por primera vez en quince años esta suite salía primero para las máquinas de Apple que para la plataforma Wintel.
El anuncio no fue aislado. Poco tiempo antes, el Internet Explorer, el caballito de batalla de Microsoft para la World Wide Web, fue propuesto como navegador predilecto en las Mac. Al parecer, la rivalidad entre ambas compañías se ha ido para siempre.