Varios empleados de la compañía vivieron, voluntariamente pero sin autorización, en las instalaciones de la empresa
Uno no suele pensar que vivir, literalmente, en su trabajo sea el objetivo de muchos. Pero algunos sí lo hacen. Un extrabajador de Google contó cómo vivió en el campus de la firma en Mountain View, California, durante 54 semanas entre 2005 y 2006.
Matthew Weaver le dijo a la BBC que alguien lo había desafiado a pasar un año entero en una casa rodante aparcada dentro del área de la empresa. Añadió que, aunque cree ser el primero que lo hizo, otros trabajadores lo siguieron después.
Tanto Google como otras grandes compañías tecnológicas son conocidas por los beneficios adicionales que les ofrecen a sus empleados. "Había tres comidas al día en la cafetería y había duchas en el gimnasio, también dentro del campus, así que yo me duchaba en el gimnasio y comía en la oficina", recordó. "Había una lavandería gratuita en campus, y ahí lavaba mi ropa".
"Había todo tipo de habitaciones con pianos, mesas de metegol, y este tipo de cosas, así que tenía suficiente que hacer cuando descansaba del trabajo". "Y teníamos lugares en la zona de estacionamiento donde podía trabajar en mi bicicleta".
"A seguridad no le importaba"
El exempleado, que trabajaba bajo el enigmático título de "staff site ecologist", explicó que más que ocultar su presencia la hizo muy evidente. Durante un tiempo puso pasto artificial y una cerca de madera alrededor de su vehículo.
"A seguridad no le importaba", añadió. "Esto fue en 2005 cuando Google era una compañía mucho más pequeña y algo más unida". "Una vez que seguridad supo que era yo y me conocían, básicamente me vigilaban el sitio".
"Estoy bastante seguro de que yo fui el primero. Hacia el final de esas 54 semanas y durante los dos o tres años posteriores la gente venía a hacerme preguntas. Decían algo así como: 'Estoy pensando en vivir en el campus, ¿tienes algún consejo?'".
Weaver contó que se sentía cómodo con ese estilo de vida pero que con el tiempo se mudó porque el tema se había convertido en "algo raro" para explicarle a las chicas con las que salía.
"A escondidas"
La residencia inusual de Weaver cobró prominencia después de que colgara algunos comentarios sobre su vida en el campus de Google en un foro en Internet. Otro extrabajador de la misma compañía también compartió su experiencia sobre cómo es vivir en el campus. Su estadía fue más breve pero más reciente.
Brandon Oxendine, quien ayudó a diseñar la manera en cómo funcionan los perfiles de Google, dijo que cuando vivió en campus, entre junio y septiembre de 2012, tuvo que hacerlo a escondidas.
"Un amigo que llevaba en Google cinco o seis años me dijo que hay algo en el manual de la compañía que dice que no se permite estar en el campus más de 72 horas, o algo así", dijo.
Oxendine dormía en un colchón que guardaba en una camioneta estacionada en el garage bajo el edificio en el que trabajaba. "Les conté a todos que me había mudado a San Francisco, pero siempre llegaba con la misma ropa del garage", recordó.
Igual que su predecesor, dijo que nunca hubo necesidad de pasar hambre. "Creo que hay una especie de política que Google tiene de que ningún empleado debe estar muy lejos de un lugar donde tomar algo". "Trabajé muchísimo, así que nunca llegué a aburrirme... me encantaba. Me encantaría volver a hacerlo".
Récord de 60 semanas
Pero la persona que posiblemente tenga el récord de máxima duración en el campus sea Ben Discoe, que tuvo como base su furgoneta aparcada estacionada algo más de 60 semanas, durante 2011 y 2012.
"Pero hice algo de trampa", reconoce. "Tenía una novia que tenía un departamento en Mountain View, así que iba allá a veces".
Discoe recuerda que cuando empezó a trabajar en Google había una página interna colaborativa llamada "Vivir en Google", que había sido creada por otro trabajador. "Enumeraba los muchos beneficios adicionales que se había, como acceso gratuito a lavadoras y esto y lo otro", le dijo a la BBC.
"Lo único que no te daban era champú. Decía, 'Quizás te den champú si las acciones alcanzan los US$ 300'. Y después eso estaba tachado y decía 'US$ 400', y eso estaba tachado y decía 'US$ 500'". "Creo que ahora equivalen a unos US$ 1200, y todavía no hay champú".
Discoe añadió que Google provee sus propios lugares de descanso para los trabajadores, pero que son poco prácticos para dormir profundamente. "No me iban los "sleeping pods" (cápsulas para dormir). Tuvieron y tienen mucho bombo publicitario... pero para mí era tan ruidoso como dormir junto al escritorio. Y se ridiculizaban un poco".
Google no quiso hacer ningún comentario.
La BBC entiende que la compañía no alienta a sus empleados a vivir en el lugar de trabajo, pero no es algo contra lo que luche activamente.