Los próximos teléfonos con Android tendrán baterías externas magnéticas similares a MagSafe, cortesía de Apple
El nuevo estándar de carga por inducción, Qi2, usará una tecnología desarrollada por Apple, MagSafe, que asegura la unión correcta entre el cargador y el dispositivo a ser cargado; también habilita el uso de baterías externas que se engachan al teléfono con imanes
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La semana pasada, unos días antes de que comenzara la edición 2023 de la CES (la feria de electrónica de consumo que se hace todos los años en Las Vegas) el Consorcio de Energía Inalámbrica (o WPC, según sus siglas en inglés) anunció un nuevo estándar de carga, Qi2, que permitirá, a fin de este año, que los nuevos smartphones con Android (y otros dispositivos) puedan tener baterías externas similares a las MagSafe que usan los iPhone. Y todo, gracias a Apple.
Pero retrocedamos un poco: mencionamos marcas, siglas, protocolos... que muchos no conocen ni tienen por qué conocer.
Primero: Qi es el estándar más popular de carga inalámbrica, también llamada carga por contacto o por inducción. Es el sistema que permite apoyar un teléfono, un reloj inalámbrico o unos auriculares sobre una base de carga, y que la batería de esos dispositivos comience a recibir energía. Existe desde 2008, con compañías como Nokia o Samsung picando en punta para ofrecerlo en sus equipos. Huawei fue la primera, en 2018, en ofrecer carga inversa, es decir, poder usar la batería de un smartphone para darle energía (muy lentamente) a otro dispositivo, como un reloj o un par de auriculares. Históricamente, esta tecnología ofrecía una carga más lenta que con cable, aunque eso avanzó bastante; Motorola, por ejemplo, ofrece un cargador inalámbrico con forma de silla de 50 watts; ya hay teléfonos que admiten más.
Segundo: el sistema de carga por inducción requiere alinear la bobina de la base de carga con la del dispositivo a ser cargado. Hay cierta libertad de movimiento en la ubicación de uno respecto del otro (y en general, no importa la orientación), pero la transferencia de energía por resonancia magnética será más eficiente cuanto mejor alineadas estén las bobinas; por eso algunos cargadores de este tipo “fuerzan” la ubicación (con una depresión central, o una determinada inclinación) o incluyen varias bobinas para asegurar que la carga se iniciará en diferentes condiciones.
Tercero: ahora llega una nueva versión, llamada Qi2, que es compatible con la versión anterior (es decir, los dispositivos que incluyan Qi2 se podrán cargar en una base más antigua) y que tiene como característica sobresaliente que incorpora un formato llamado Perfil Magnético de Energía (Magnetic Power Profile), y que básicamente es lo que Apple denomina MagSafe, y que hasta ahora era exclusivo de sus equipos. Apple es parte del consorcio que desarrolla esta tecnología.
Cuarto: Apple implementó una versión particular de Qi, llamado MagSafe, en 2020 con el iPhone 12. MagSafe era un conector de carga magnético para las MacBook, y ahora es parte del ecosistema del iPhone. Y lo que lo diferencia del Qi convencional es que el cargador y el dispositivo a ser cargado suman unos imanes, que permiten una conexión óptima entre ellos, para asegurar la carga correcta de la batería gracias a los imanes, que se atraen y ubican ambas bobinas en la mejor posición posible.
Quinto: El uso de imanes le permitió a MagSafe como estándar (y habilitará ahora a Qi2 para todo tipo de dispositivos) cargas más confiables (si tocamos sin querer el teléfono en la mesa de luz, igual debería quedar unido al cargador) y baterías externas que no usan cables, sino que se “pegan” en forma magnética al teléfono y lo cargan. Apple tiene toda una línea de baterías de este tipo; con la llegada de Qi2 esto debería poder hacerse con Android también. En la medida, claro, en que los fabricantes adopten este nuevo estándar.
Según la gacetilla del WPC, la versión “universal” del MagSafe de Apple llegará al mercado a fin de este año.