Los pinballs: una de las tantas cosas hermosas que están quedando en el pasado
También conocidos como flippers, en la década de 1980 y 1990 fueron una atracción ineludible en las salas de arcade
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Mientras esperaba para comprar una gaseosa en el kiosko (hola, Cristiano Ronaldo) escuchaba hablar a unos pibes que estaban en la misma y que tendrían aproximadamente unos 20 años, sobre videojuegos. En la corta charla que pude oír “de rebote” se reían de los “jueguitos a cassette” que existían antes de la PlayStation 2 y de “cómo los flacos podían ir a esas salas de arcade” y pagar por jugar a cosas como el Pac-Man.
Si, debería haberlos aniquilado con una cuerda de guitarra a lo Hitman, pero permanecí en silencio y simplemente utilicé el clásico “perdónalos padre, no saben lo que dicen”.
Pero si dejamos los sentimientos de lado, estos muchachos no están tan equivocados, no porque los videojuegos de los 80 y 90 hayan sido malos, sino porque técnicamente no pueden compararse con los actuales, aunque estos pibes nunca vayan a vivir lo que fue la mejor época de la historia de los mismos, cómo fue la guerra de Genesis con Super Nintendo.
De todas maneras sigo pareciendo el típico jovato que dice que el fútbol de antes era mejor que el actual, aunque todavía me queda un as en la manga: pibes, yo gasté la mitad de mi adolescencia jugando a los flippers (aunque mejor se los conocen cómo pinballs) y ahora solo lo ven por TV. Lamentablemente algunas cosas geniales de la humanidad se terminan:, pasó con el Concorde y también pasó con los pinballs.
El de WWF (lucha libre), Terminator 2 y Family Addams fueron mis favoritos; y por lo general, luego de jugarme un par de fichas a los arcades terminaba disfrutando de unas buenas bolitas en estos pinballs. Es extraño explicar las sensaciones que genera jugar a un pinball (si tienen uno cerca, háganlo); pero a diferencia de lo que parece a priori no era ninguna tontera y llegar a conseguir altos puntajes requería de una importante habilidad con 2 botones, ¡ni hablar de lo importante que era mover el mueble sin llegar a tildar la máquina!
Lamentablemente, y al ser dispositivos electromecánicos, los pinballs fueron lentamente sacados de circulación de los locales de videojuegos debido a su alto costo de mantenimiento. El costo era tan alto para algunos aparatos que a veces ni siquiera se amortizaba con las fichas que gastaban en ellos los chicos. Eso fue lo que me comentó un encargado de uno de los locales de la ciudad donde vivo.
Mi último contacto con una de estas máquinas mágicas fue hace unos años, ya que alguien que fue un gran amigo tenía un par, incluso una de las joyas antes mencionadas y estaban en modo free play. Hoy los pinballs son verdaderas rarezas, destinadas a coleccionistas que pueden contar con el presupuesto para comprarlos y mantenerlos. De hecho hace poco vi a una chica en Twitter ofreciendo un T2 restaurado por 5000 dólares. Lo que se dice, son algo “para entendidos”.
Ahora, para aquellos que quieren revivir probablemente unas de las mejores épocas de su vida, tienen que saber que existe una franquicia para PC, llamada Pinball FX3, que tiene una calidad increíble de reproducción de las mesas y que recomiendo muchísimo. Incluso es tan buena que me atrevo a recomendársela a quienes nunca jugaron a uno: aunque, claro, no van a entender la “magia” que tenía el juego físico.
A veces suelo cerrar los ojos y escucho esos sonidos bastante metálicos de los flippers, y eso me genera mucha nostalgia. Gracias por todo, Steve; descansá en paz, tu genialidad le dio muchísimas horas de diversión a millones de jugones.