Los números que generan fobia en la industria tecnológica
Compañías como OnePlus, Samsung, Nokia o Microsoft evitan numerar sus modelos de teléfonos o en versiones de software con el cuatro o el trece
Evitar caminar por debajo de una escalera, gambetear en la calle a un gato negro, y nunca pasar el salero de mano en mano, son algunos ejemplos del vasto catálogo de supersticiones. Para sorpresa de algunos, en este rosario de creencias participan los fabricantes de tecnología que esquivan determinados números en la denominación de sus productos. Los casos no son pocos: el más reciente lo protagoniza OnePlus, y en el listado aparecen Samsung, Nokia y Microsoft, entre otros.
La empresa china OnePlusconfirmó a The Verge que durante en la segunda mitad de 2017 lanzará su nuevo teléfono insignia, el OnePlus 5. Más allá de las especulaciones que circulan, por ejemplo la posibilidad de que llegue con impresionantes 8 GB de memoria RAM, vale detenerse en la denominación del sucesor de los modelos 3 y 3T. Como vemos, el fabricante decidió omitir el 4, un número que en muchos países de Asia se asocia a la mala suerte; ocurre que en mandarín la pronunciación de aquella cifra es similar a la de la palabra “muerte”. La mencionada publicación señala que OnePlus no ha reconocido su accionar supersticioso aduciendo que se trata de un homenaje a un exjugador de la NBA, Robert Horry, que llevaba el número 5 en la camiseta.
El OnePlus 5 no es el único espécimen tecnológico que sufre de tetrafobia o, dicho en criollo, de pavor al número 4. Aunque no muy visible, otro caso de esta fobia tiene en el diván al mayor vendedor de teléfonos inteligentes a nivel global. Si bien Samsung lanzó en 2013 su Galaxy S4 y por estos días presentó el Z4 con sistema operativo Tizen, en la serie Galaxy S8 omitió la cifra de la muerte, más precisamente en la numeración de las variantes que se comercializan de la mano de diversos operadores en el mundo. Tal como se puede comprobar en este enlace , las numeraciones del Galaxy S8 y Galaxy S8 + comienzan con SM-G950 y SM-G955, respectivamente. El dato que completa el círculo es el siguiente: Galaxy S7, la serie anterior, llevó el número 3 allí donde ahora aparece el 5. Una salto que no es casual, y que se ensancha con ejemplos como la omisión del modelo de cámara G4 por parte de Canon.
En este ámbito también vale mencionar el regreso de Nokia al negocio de los smartphones, esta vez de la mano de HMD Global, la empresa que ahora es dueña de los derechos de comercialización de productos con la marca de la legendaria marca finaldensa luego del paso de la división móvil a las manos de Microsoft. En su retorno, anunciado en el Congreso Mundial de Móviles 2017, aparecieron los siguientes modelos: el Nokia 3, el Nokia 5 y el Nokia 6. Una ausencia que no llama la atención a la luz de los hechos descriptos.
Por fuera de las fronteras asiáticas, el número 13 es el causante de la mayoría de los temores en el terreno numérico. La triscaidecafobia, así se le llama, está expresada en edificios que pasan del piso 12 al 14, aviones sin asiento número 13, ciudades en las que nunca encontraremos esa numeración o trabajos discográficos en los que se ausenta la pista, por mencionar sólo algunos casos. Y también en productos tecnológicos que rehuyen de esta cifra, asociada por algunos estudiosos a la cantidad de asistentes a la última cena. Cuando en 2007 el software de ilustración CorelDRAW llegó a su decimotercera edición, en vez de circular como CorelDRAW 13 lo hizo como “X3”. Algo similar ocurrió con el compresor de archivos WinZip, que pasó de la versión 12.1 a la 14.0. Un caso más renombrado involucra a Microsoft, que en 2010 lanzó la versión 14 para suceder a su suite Office 12. Jensen Harris, que por entonces formaba parte de la compañía de Redmond, había reconocido que el salto se debió al estigma que pesa sobre aquella cifra.
Resta por ver qué harán en el futuro algunos que avanzan hacia el número 13, como el sistema operativo móvil de Apple, iOS, que en 2019 llegaría a aquella edición; o Windows que ya va por el 10 aunque la actualización de su cifra es mucho más esporádica. Lo cierto es que no podemos afirmar que son éstos y otros fabricantes son necesariamente fóbicos, aunque sí arriesgar que la fobia es espantar a compradores supersticiosos. Eso sí sería mala fortuna.