Los millones detrás de League of Legends
Dimensiones de una pasión de multitudes en tiempos de globalización
El mundo está en la temporada 6 de League of Legends. En este mismo momento, es probable que haya 8 millones de personas jugando. O podrían ser 10 millones. En general, no es nada audaz calcular que 100 millones de personas juegan LOL en todo el planeta.
El último Mundial, en octubre de 2015, repartió más de 2 millones de dólares en premios. 17 mil fans presenciaron la final en el Mercedes-Benz Arena de Berlín, y 36 millones la vieron en el stream (la transmisión) en vivo, otro récord para cualquier evento de deportes electrónicos. O de deportes, punto.
Ya en 2013, Riot Games, la empresa estadounidense que desarrolló el juego, anunciaba la entonces portentosa cifra de 67 millones de usuarios, y registraba el primer pico de 5 millones conectados al mismo tiempo. Y a continuación, las cosas se dispararon a niveles de vértigo verdadero.
En 2014, la final del Mundial de LOL había sido vista por 27 millones de personas, mientras la televisación de la final del ATP Masters de tenis tuvo una audiencia de 25 millones, las de la NBA de 15,5 millones, y la de la World Series de béisbol de 13,8 millones, todo esto según datos de ESPN. Que, entre paréntesis, en enero presentó su nueva divisióndedicada exclusivamente a cubrir la escena competitiva de los deportes electrónicos, y a principios de marzo también salió a la cancha Yahoo Esports. Revistas de negocios como Fortune o Forbes publican notas regularmente sobre el tema. Y esto recién comienza.
Si quieren palpitar un poco de toda la locura que despiertan, miren este breve tramo de la ceremonia inaugural de la final del Mundial de League of Legends 2014 en el Estadio Mundialista de Seúl, Corea del Sur.
Frente a 40 mil espectadores, la banda norteamericana Imagine Dragons cantó el tema "Warriors" (guerreros), que estuvieron componiendo en conjunto con Riot a lo largo de un año. Salieron unos minutos tarde al escenario, porque se quedaron jugando LOL en el camarín. Ese backstage y el video con la letra de la canción también tienen una historia significativa que contar. Es la historia de una pasión de multitudes en el siglo 21, y seguramente en los que sigan.