La infraestructura de telecomunicaciones define la forma en que trabajamos, producimos, comerciamos, realizamos trámites e, incluso, hasta la forma en que nos entretenemos, educamos y accedemos a la información y la cultura. “Permite mejorar nuestro nivel de vida, perspectivas de progreso e interactuar socialmente”, señala Roberto Iglesias, periodista, investigador y autor de Los caminos de la conectividad, libro patrocinado por el Centro para el Estudio de las sociedades abiertas (Cescos) y la Fundación Friedrich Naumann.