Lo que viene: la tecnología que invadirá nuestras vidas en 2022
Algunas de las tendencias del año ya las conoces: el metaverso, el hogar inteligente y los autos eléctricos. ¿Qué valdrá la pena comprar y qué no? Como cada año, echamos un vistazo al futuro
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Cada año, me adelanto a ver las novedades en la tecnología de consumo para guiarte en cuanto a lo que quizá comprarás y advertirte sobre lo que seguramente será una moda pasajera.
Muchas de las mismas “tendencias” aparecen una y otra vez porque, dicho de manera sencilla, a la tecnología le toma mucho tiempo madurar antes de que la mayoría de nosotros quiera comprarla. Eso es cierto también este año. Algunas tendencias de 2022 que las compañías tecnológicas están impulsando son cosas de las que ya habrás escuchado.
Un gran ejemplo es la realidad virtual, la tecnología que involucra visores que lucen chistosos y controles para manipular juegos en 3D. Se espera que este año vuelva a estar al centro de las tendencias, ahora que el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg y otros entusiastas de la tecnología la han renovado con fines publicitarios como “el metaverso”.
Otra categoría muy llamativa será el llamado hogar inteligente, la tecnología que ayuda a controlar los electrodomésticos con comandos de voz dirigidos a una bocina o un botón en un teléfono inteligente. La verdad es que la industria tecnológica lleva más de una década intentando llegar a nuestros hogares con estas novedades. Este año los productos por fin empezarán a parecer prácticos.
Una tecnología recurrente en esta lista también es el equipo de salud digital que monitorea nuestro estado físico y nos ayuda a diagnosticar posibles padecimientos. Y los fabricantes de autos, que desde hace mucho nos vienen hablando de los coches eléctricos han empezado a acelerar sus planes para lograr un plan nacional que intenta eliminar la producción de automóviles de gasolina para el 2030 en Estados Unidos.
A continuación, cuatro tendencias tecnológicas que invadirán nuestras vidas este año.
1. Bienvenidos al metaverso
Durante más de una década, los tecnólogos han soñado con una era en la que nuestra vida virtual desempeñe un papel tan importante como nuestra realidad física. En teoría, pasaríamos mucho tiempo interactuando con nuestros amigos y colegas en el espacio virtual y, como resultado, gastaríamos dinero ahí para comprar atuendos y objetos destinados a nuestros avatares digitales.
“Estamos en un mundo en el que las personas transmiten una imagen que las refleja varias veces al día”, comentó Matthew Ball, inversor de capital de riesgo que ha escrito mucho sobre el metaverso. “La siguiente fase lleva esa representación visual y le otorga una dimensión. Entras en un entorno y te expresas a través de un avatar”.
Eso parece algo sacado de una película de ciencia ficción. Pero a lo largo del segundo año de la pandemia, una masa crítica de factores se unió para hacer el metaverso más realista, dijo Ball.
Por un lado, la tecnología mejoró. El año pasado, Facebook anunció que se había rebautizado con el nombre de Meta tras haber vendido diez millones de unidades de su casco de realidad virtual, el Quest 2, lo que supuso un hito.
Por otra parte, muchos de nosotros estábamos dispuestos a derrochar en nuestro yo digital. Hordas de inversores compraron NFT, o tokens no fungibles, que son objetos digitales únicos comprados con criptodivisas. Eminem y otros inversores invirtieron cientos de miles de dólares para unirse a un club náutico virtual.
Este año habrá aún más. Apple tiene previsto presentar su versión de dispositivo de realidad virtual, que se parecerá a unas gafas para esquiar y, para el poder computacional, se apoyará de un dispositivo informático independiente que se llevará en otra parte del cuerpo. Apple no ha querido hacer comentarios.
Google también ha desarrollado productos de realidad virtual durante años y Microsoft ha ofrecido un casco de realidad virtual para empresas y organismos gubernamentales.
El metaverso aún podría resultar ser una moda, dependiendo de los productos que surjan y de quién los compre. Carolina Milanesi, analista de tecnología de consumo de la consultora Creative Strategies, dijo que le preocupaba que pudiera convertirse en un reflejo de los pocos privilegiados que pueden permitirse el lujo de darse un capricho digital.
“El mercado de la navegación está dominado por hombres blancos de clase media alta”, explicó. “¿Trasladaremos todo eso al metaverso?”.
2. El hogar inteligente
A lo largo de los últimos años, los productos inteligentes para el hogar, como los termostatos conectados a internet, los cerrojos y las aspiradoras robóticas tuvieron un gran progreso. Los dispositivos se volvieron económicos y funcionaban de manera confiable con asistentes digitales como Alexa de Amazon, el Asistente de Google y Siri de Apple.
Sin embargo, el hogar inteligente, en su mayor parte, sigue siendo caótico. Muchos productos inteligentes para el hogar no funcionaban bien con otras tecnologías. Por ejemplo, algunos cerrojos solo funcionaban con celulares Apple y no con Android; algunos termostatos eran controlados hablándole al Asistente de Google y no a Siri.
La falta de compatibilidad ha creado problemas a largo plazo. Una cerradura compatible con Apple no es útil para el familiar o el futuro inquilino que prefiera Android. También sería más conveniente un día si nuestros dispositivos del hogar pudieran comunicarse, como para que un lavarropas le diga a la secadora que aquella carga pesada de ropa ya está lista para secarse.
Este año, los rivales más grandes de la industria tecnológica —Apple, Samsung, Google y Amazon— se están portando bien para lograr que el hogar inteligente sea más práctico. Planean lanzar y actualizar su tecnología para el hogar con el fin de que funcione con Matter, un nuevo estándar que permite que los dispositivos inteligentes para el hogar se comuniquen, sin importar con qué asistente virtual cuentan ni la marca de celular. Se espera que más de cien productos inteligentes para el hogar se adhieran a ese estándar.
“Todos estamos hablando un lenguaje común construido sobre tecnologías ya probadas”, dijo Samantha Osborne, vicepresidenta de marketing de SmartThings, la empresa de automatización del hogar propiedad de Samsung.
Esto significa que a finales de este año, al comprar un producto como una cerradura de puerta automatizada, busca una etiqueta que indique que el dispositivo es compatible con Matter. Entonces, en el futuro, tu despertador inteligente podrá decirle a tus luces inteligentes que se enciendan cuando te despiertes.
3. Salud conectada
Los dispositivos de aptitud física como Apple Watch y Fitbit, que nos ayudan a dar seguimiento a nuestros movimientos y a nuestro ritmo cardíaco, siguen volviéndose más populares. Por eso, las compañías tecnológicas están experimentando este año con dispositivos vestibles más pequeños que reúnen más datos íntimos sobre nuestra salud.
Oura, una compañía tecnológica de salud, hace poco presentó un nuevo modelo de su Oura Ring, un anillo que está integrado con sensores que dan seguimiento a métricas como la temperatura corporal para predecir de manera precisa los ciclos menstruales. La semana pasada en CES, una feria comercial tecnológica en Las Vegas, Movano, otra empresa emergente de salud, develó un anillo similar que reúne datos sobre el ritmo cardiaco, la temperatura y otras medidas para informar al usuario sobre posibles enfermedades crónicas.
Los expertos médicos han advertido desde hace mucho sobre las posibles consecuencias de la tecnología enfocada en la salud. Sin el contexto adecuado, los datos posiblemente podrían usarse para diagnosticar de manera errónea enfermedades y hacer que la gente se vuelva hipocondriaca. Sin embargo, si los kits de pruebas rápidas de covid, tan vendidos, nos dicen algo, es que más de nosotros parecemos estar listos para actuar de manera proactiva en el monitoreo de nuestra salud.
4. Autos eléctricos
El año pasado, el presidente Joe Biden, anunció un objetivo ambicioso: la mitad de los vehículos vendidos en Estados Unidos serían eléctricos en vez de utilizar combustibles fósiles para 2030.
En respuesta, las grandes compañías automotrices están anunciando con bombo y platillo sus autos eléctricos, como ocurrió en la CES esta semana. El martes, Ford anunció planes para aumentar la producción de su camioneta eléctrica F-150 Lightning. Esta semana, General Motors planea develar una versión de batería de su camioneta Chevrolet Silverado. Otros fabricantes, como Mercedes-Benz, han expuesto sus planes de vehículos eléctricos que se lanzarán en los próximos años.
Aunque hay mucho barullo publicitario en torno a los autos eléctricos, los que buscamos vehículos de batería este año quizá nos inclinaremos por Tesla, comentó Milanesi. Eso se debe a que aún nos falta ver el despliegue generalizado del poder solar y las estaciones de carga para autos eléctricos, sobre todo en zonas más rurales. Tesla tiene un pie por delante porque ha estado instalando estaciones de carga durante años, agregó Milanesi.
“En cuanto a la infraestructura, aún deben lograrse muchas cosas”, aseguró. “Por ahora se dice mucho, pero no sé cuánta realidad hay en esas palabras”.
Brian X. Chen es columnista de tecnología de consumo. Reseña productos y escribe Tech Fix, una columna sobre cómo resolver problemas relacionados con la tecnología. Antes de unirse al Times en 2011, reporteó sobre Apple y la industria inalámbrica para Wired. @bxchen