
Leo Hollis: "Me pareció interesante la cantidad de peatonales de Buenos Aires"
El historiador y urbanista asegura que las ciudades son buenas para nosotros porque fomentan la interacción personal y el diálogo, y con esto, la innovación tecnológica
"El 75% de la población mundial vivirá en ciudades en el año 2050", afirma el escritor, historiador y urbanista Leo Hollis en su best seller Cities are good for you: the Genius of the Metropolis (Las ciudades son buenas para vos: el genio de la metrópolis).
De visita en la Argentina para participar del Encuentro de Ciudades Futuras organizado por el Instituto Tecnológico Buenos Aires (ITBA), dialogó en exclusiva con LA NACION sobre cómo viviremos en unos 35 años. En la entrevista participó el Ing. Pablo Bereciartua, organizador del evento y director de la Escuela de Ingeniería y Gestión del ITBA que, en sintonía con el autor londinense, explicó: "Las ciudades son motores de innovación y de competitividad para los países. Al mismo tiempo hay avances tecnológicos significativos que impactan en el estilo de vida y abren nuevas posibilidades urbanísticas". Fiel a esta visión, Hollis habló sobre cómo serán las ciudades del futuro y cómo viviremos en ellas.
-¿Cómo se relacionan los desarrollos tecnológicos con la vida cotidiana de los ciudadanos?
-Sólo 600 ciudades producen hoy el 60% del PBI mundial. Hacia el año 2025, el 25% de la población mundial vivirá en las 600 ciudades o áreas metropolitanas económicamente más dinámicas del mundo. Si miramos la Argentina, la relación es similar. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Gran Buenos Aires, Rosario y Córdoba son las que más producen y las que tienen el mayor número de habitantes. Vale destacar que datos de la ONU indican que la Argentina es uno de los 10 países más urbanizados del planeta, con un 92,8% de población urbana.
"Este fenómeno se debe a que estamos en la sociedad del conocimiento, donde la innovación es clave. Y la innovación surge cuando las personas se relacionan entre sí. En este sentido, el rol de la tecnología es crucial, si tenemos en cuenta que en la actualidad los países crecen más por lo que son capaces de crear sus habitantes y menos por los recursos naturales con los que cuentan. En este contexto, la tecnología tiene funciones importantes: por un lado es un medio por el que nos comunicamos, ya sea mediante videoconferencias, telefonía móvil u otras herramientas, pero de ninguna manera suple el encuentro cara a cara. Por otro lado es esencial el desarrollo de soluciones que logren aprovechar mejor los recursos; por ejemplo, que funcionen con el menor consumo energético posible.
-Con esta respuesta quedaría trunca la promesa según la cual podríamos vivir aislados, pero con un dispositivo conectado a Internet para seguir estando socialmente activos, trabajar y realizar un sinfín de tareas.
-Claro, porque a pesar del aumento del teletrabajo y el desarrollo de distintas soluciones de comunicación a distancia, la tecnología es sólo una herramienta, y no puede reemplazar para siempre la relación entre individuos. Por eso, cada vez más personas se mudan a las grandes urbes en busca de trabajo y de una mejor calidad de vida.
"En síntesis, la tecnología sirve para hacernos más humanos. No vamos a vivir aislados, pero online, ya que juntos logramos ser más inteligentes, productivos, ecológicos, eficientes e innovadores.
-¿Hay actualmente alguna ciudad en el mundo que se parezca a la que usted imagina en el futuro?
-No existe ninguna ciudad con las características que yo vaticino. Hay casos experimentales construidos desde cero como Masdar, en Emiratos Árabes, que tiene por objetivo ser 100% sustentable. Otro caso es Songdo, que se encuentra cerca de Seúl, en Corea del Sur. Esta ciudad es conocida como la más inteligente del planeta ya que, entre otros detalles, tiene sensores que controlan el uso de energía y el tráfico.
"En las ciudades del futuro el uso de tecnologías como Big Data y la computación en la Nube permitirán a los ciudadanos acceder en tiempo real a información sobre el pronóstico del tiempo y el tránsito, por nombrar dos ejemplos básicos.
"Este tipo de soluciones estará al alcance de cualquier ciudadano de clase media a través de sus dispositivos móviles. Además, los hogares contarán con características de casa inteligente, ya que será común gestionar los electrodomésticos a distancia.
-¿Podría una ciudad milenaria convertirse en una ciudad del futuro?
-Por supuesto, siempre y cuando haya una planificación para lograr este objetivo. En este sentido se debe trabajar para que las ciudades optimicen las relaciones interpersonales, sean más inclusivas y ofrezcan mejores servicios, incluyendo los de salud, educación y acceso a la información.
"Por otra parte, en cada ciudad se reconstruye aproximadamente el 2% de los edificios por año, o sea que si se realiza un plan pensando a largo plazo, cualquier urbe podría convertirse en una ciudad inteligente. Otra opción es emplear la acupuntura urbana, que consiste en realizar intervenciones en una pequeña zona de un barrio, pero que tenga un alto impacto y ayude al entorno. Por lo general estas acciones son realizadas con la participación ciudadana.
-Hablar de ciudad es hablar de ciudadano y de seguridad pública. ¿Cómo imagina ambos aspectos en el futuro? ¿Viviremos monitoreados como en Gran Hermano?
-Implementar cámaras de videovigilancia no es la mejor forma de controlar los espacios públicos porque en este caso no hay diálogo, sino un criminal que delinque delante de una cámara mientras alguien lo está mirando a través de una pantalla. Esto no es propio de una ciudad inteligente.
"Un punto clave en el futuro es el concepto de social. A las ciudades las hacemos las personas y los vínculos que establecemos entre nosotros. Por eso una ciudad no es más segura por el simple hecho de contar con cámaras de video. Es lógico que el uso de este tipo de tecnologías incremente la confianza y el control, pero lo que más eleva los índices de inseguridad son la inequidad y la desigualdad de oportunidades.
-Si usted mira hoy las ciudades del mundo, ¿cuáles podría nombrar como casos que están bien encaminados de cara al futuro?
-Medellín es un buen caso ya que están trabajando en el sistema vial para mejorar los tiempos de desplazamiento y la satisfacción ciudadana con diferentes aspectos como las vías, los medios de transporte, la administración del tránsito, entre otros. Otro caso es Nueva York, que está desarrollando un plan con respecto a los espacios públicos para brindar a los ciudadanos una mejor experiencia en el momento de interactuar con sus pares en parques, plazas y otros lugares similares.
También me pareció interesante la cantidad de peatonales del microcentro de Buenos Aires, porque es una manera de ayudar a que las relaciones interpersonales sean más fluidas.
-A propósito del transporte, ¿en 2050 habrá automóviles sin conductor, como el prototipo de Google?
-No. Prefiero pensar en la evolución del transporte público.
-¿Viviendo en ciudades más inteligentes, los ciudadanos seremos más felices?
-Que una urbe sea muy desarrollada y cuente con tecnología de punta no garantiza que sus habitantes sean más felices que otros. Como dije al inicio de esta entrevista, la tecnología es sólo una herramienta. Como ejemplo puedo mencionar que Singapur es una de las ciudades más ricas y tecnológicas del mundo, ya que su economía está basada en las exportaciones del sector electrónico y la banca, y no por eso la gente vive mejor y es más feliz en esta ciudad-estado que en el resto del planeta.