Las escuelas agrotécnicas se renuevan con robótica, programación, impresoras 3D y drones
La tan anhelada transformación educativa que tanto esperaban las aulas se ha ido dando de forma gradual, entre otras cosas, incorporando aéreas transversales del conocimiento como lo es la tecnología. Hoy, y por solo poner un ejemplo, a través de un desafío de robótica abordado desde la metodología de aprendizaje basado en proyectos, pueden converger diferentes aéreas que van desde la tecnología propiamente dicha, pasando por la matemática, la física, ingles y la programación entre otras materias.
En esta dirección se encuentra trabajando la Red de Escuelas de Aprendizaje, una iniciativa del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires que asumió el compromiso de acortar la brecha tecnología en la educación agropecuaria ofreciendo recursos tecnológicos de punta sumado a capacitación de calidad.
Esta iniciativa, llamada Proyecto #35, nació bajo la órbita del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Provincia de Buenos Aires, con el objetivo de promover la alfabetización en tecnologías exponenciales a través de experiencias de aprendizaje que estimulen habilidades del siglo XXI e inviten a los chicos a pensar en los desafíos de su entorno.
"En las 500 escuelas secundarias de la Red de Escuelas de Aprendizaje hemos incorporado 7.000 celulares y en las agrarias de Proyecto 35 hemos entregado kits de innovación. Todas estas entregas fueron acompañadas por capacitación y contenidos didácticos y pedagógicos, para poder darle un uso pedagógico que potencie los aprendizajes en el aula acompañado de actualización de los diseños curriculares", le dijo a LA NACION Gabriel Sánchez Zinny, ministro de Educación de la provincia de Buenos Aires
"Desde la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, consideramos fundamental el acceso a la educación digital. En un mundo mediado por la tecnología, es primordial que la escuela enseñe y eduque con tecnología e incorporar, a través de su uso, escenarios innovadores en las aulas", agregó Sánchez Zinny.
Drones, robots, impresoras 3D y energías renovables
El proyecto #35 trabaja en la alfabetización de las escuelas agrarias en tecnologías exponenciales de especial importancia para el sector agrícola ganadero.
A cada escuela se le asignó el eje en el que trabajó durante el proyecto de acuerdo a su interés. Se trabajaron los siguientes ejes temáticos: energías renovables, robótica y fabricación digital y agricultura de precisión.
"El eje de Robótica e impresión 3D trabaja en la automatización de trabajos por medio de la robótica. La impresión 3D se utiliza para diseñar y fabricar las piezas a medida que se requieren (ejes, soportes, entre otras). Se busca que los alumnos (en conjunto con los docentes) sean capaces de armar un sistema autónomo, tanto en la mecánica, la electrónica y la programación del mismo con la base de Arduino", dijo Gastón Galanternik, coordinador de Innovación del Proyecto #35.
Sobre el eje agricultura de precisión, Galanternik dijo que el programa busca que los alumnos hagan uso de información proveniente de imágenes con fines agronómicos. "La utilización de imágenes puede ser obtenida por medio de un drone como el uso de imágenes satelitales", agregó el coordinador.
"También trabajamos sobre la problemática de la sustentabilidad energética de las producciones agrícola ganaderas; esto incluye el aspecto económico. El trabajo con las escuelas se enfocó en el ahorro energético, el uso responsable de la energía y la fuente de energía renovable" , dijo Galanternik sobre el eje relacionado con las energías renovables.
Capacitación y material
Del proyecto participaron 34 escuelas agrarias de la Provincia de Buenos Aires, tanto de gestión estatal como privada.
Dentro del material didáctico (según el eje elegido por la escuela) se hizo entrega de un kit Ultimate 2.0 de Makeblock, una impresora 3D que fue armada por los docentes en una capacitación y los materiales para poder armar un robot con un sensor de humedad del suelo y riego automático. El programa también cuenta con drones y el acceso a la plataforma privada de procesamiento de imágenes satelitales AuraVant, mientras que en los temas de energías sustentables las escuelas agrarias cuentan con un termotanque solar de 200 litros (y los materiales para su instalación) y los materiales para armar una luz que funcione con un panel fotovoltaico.
"Las capacitaciones fueron de índole bastante técnico para poder dotar a los docentes de las habilidades necesarias para armar, reparar y operar una impresora 3D y los componentes de robótica. Las capacitaciones fueron tanto de forma presencial como de manera virtual con el apoyo y acompañamiento para que puedan llevar a cabo sus proyectos", dijo Hernán San Martín, director de Mecantronic y capacitador del Proyecto #35.
Sobre la participación docente, San Martín dijo que los docentes han respondido con muchísimo compromiso. "La tecnificación en un país agrícola como el nuestro es fundamental y se van a requerir estas habilidades en el mercado laboral donde los alumnos se insertaran próximamente", agregó el director de Mecantronic.
Los trabajos en el aula
Luego de la capacitación docente y la entrega de material, las escuelas que participaron del Proyecto #35 comenzaron con la etapa de trabajo en diferentes proyectos con el apoyo de la tecnología. Allí los docentes realizaron la correspondiente transposición didáctica para bajar los contenidos y trabajar codo a codo con los alumnos.
María del Carmen Bottaro de Villar es directora del Instituto Agropecuario de Monte Elvira Laínez de Soldati, uno de los colegios que participó del programa. "Lo que ha aportado el proyecto de Red de Escuelas en nuestra institución es poder acercarnos a las nuevas tecnologías, a tener capacitaciones docentes de calidad y mucha entrega de todas las personas que han estado trabajando para la mejora de la educación agropecuaria", dijo Bottaro de Villar.
En el Instituto Agropecuario y con los materiales otorgados, se está fabricando un robot regador autónomo que servirá para automatizar el riego de las plantaciones de caléndulas que utiliza la escuela para producir una crema con el extracto de dicha planta. "Como se trata de una crema inocua y la utilizan las madres que se encuentran amamantando, tenemos un acuerdo para distribuir este producto en las diferentes salitas de salud y en el Hospital de Monte Zenón Videla Dorna, de esta manera el alumno tiene la posibilidad de observar como automatizar la producción mediante la tecnología hasta el impacto social que tiene con la crema ya terminada y distribuida", dijo la directora del Instituto Agropecuario.
"El feedback de las escuelas, tanto directivos como docentes y alumnos ha sido muy bueno. En primer lugar porque dotamos a la escuela de tecnología que no contaban, en algunos resultaba inaccesible", dijo por su parte Galanternik sobre los comentarios recibidos de parte de los docentes y directivos.
En segundo lugar, el ministro de Educación de la provincia de Buenos Aires dijo que hubo un cambio en el concepto de innovación. "Todas las escuelas agrarias tienen entornos formativos relacionados a las materias (difieren de una escuela a otra por la región, las posibilidades o el interés de la escuela). Cuando comenzamos a trabajar, preguntábamos a las escuelas qué era innovar; la respuesta que obteníamos era contar con una producción que no tenían (tambo, producción porcina, entre otras). Mientras que ahora las mismas escuelas están pensando en proyectos de tecnología, generando innovación y mejoras en las producciones con las que ya vienen trabajando", agregó Galanternik.
El cierre del proyecto será a fin de año, en un encuentro de Escuelas de Proyecto #35, donde cada grupo de alumnos presentará los aprendizajes que tuvieron durante el ciclo lectivo, además de compartir las experiencias vividas durante el desarrollo del Proyecto #35 en la escuela.