Las baterías llaman a las puertas de las casas
El emprendedor Elon Musk ve un futuro en el que las súper baterías cambian el mundo, con la energía solar disponible de noche y los hogares convertidos en pequeñas empresas de servicios públicos.
Kellie Haynes, una planificadora de eventos en Sacramento, California, es una de las pocas estadounidenses que ya viven en ese mundo. Haynes dice que le encantan los beneficios y que no tuvo que cubrir todos los costos.
Sin embargo, ¿estará la gente dispuesta a pagar miles de dólares para sumarse a la tendencia? Esa es una de las mayores preguntan que se hacen Musk, titular de Tesla Motors Inc., y otras empresas que se aventuran al negocio naciente de las baterías para almacenar electricidad.
Haynes vive en una casa de un año de antigüedad con paneles solares y un sistema de baterías que no le costaron ni un centavo: el sistema de US$25.000 diseñado por la empresa Sunverge Energy Inc., de San Francisco, fue cubierto por subsidios gubernamentales e incentivos de empresas de servicios públicos, según Pacific Housing Inc., la empresa que construyó el vecindario de 34 casas.
Los paquetes de baterías de 7 kilovatios, del tamaño de dos casilleros de vestuario de gimnasio, reemplazan energía de la red eléctrica por energía solar. Hasta ahora, la cuenta de electricidad más alta que recibió Haynes ha sido de US$50, y por el momento su empresa de electricidad local le debe dinero, dice, porque contribuye más electricidad a la red de la que consume. Otra ventaja es que puede dejar las luces encendidas aún si hay un apagón, al usar sus baterías.
Tesla "habló del tema como si fuera revolucionario pero ya existe", dijo Haynes. "Es algo emocionante estar a la vanguardia".
El mercado de almacenamiento de electricidad es muy pequeño, en especial entre los propietarios de viviendas, dicen los analistas. En Estados Unidos, el año pasado se instalaron alrededor de 62 megavatios de sistemas de almacenamiento en 180 propiedades, y 99% de la energía fue destinada a empresas de servicios públicos y edificios compañías o del gobierno, según GTM Research.
La mayoría de quienes instalan estos sistemas usan los generosos subsidios federales y estatales que existen en EE.UU. y que apuntan a reducir la polución. Instalar una combinación de paneles solares y baterías puede costar decenas de miles de dólares para los hogares, y cientos de miles para instalaciones industriales.
Tesla y su firma afiliada SolarCity Corp. —Musk es presidente de las juntas directivas de ambas— han probado baterías en unas 300 casas, incluida una que es propiedad de Peter Rive, el director de tecnología de SolarCity y primo de Musk.
Tesla planea ofrecer un paquete de baterías de 7 kilovatios por hora que puede soportar muchas cargas y descargas diarias. Costará alrededor de US$7.000, incluyendo instalación y equipos especiales necesarios para conectarse a paneles solares y a la red eléctrica. Musk ha admitido que la batería no tiene mucho sentido económico ahora ya que la electricidad de la red sigue siendo más barata, pero una tendencia hacia precios de la electricidad marcadamente más altos podría darle sentido en el futuro.
Se prevé que algunas partes de EE.UU., incluida California, lancen programas en los próximos años bajo los cuales se les cobrará a los clientes tarifas más altas por usar electricidad en horarios pico. Por ejemplo, usar un aire acondicionado por la tarde podría costar más que el doble que por la noche.
SolarCity se centra en la Powerwall de 10 kilovatios por hora de Tesla, que provee energía de respaldo en caso de fallas de electricidad y que también puede ser usada hasta 50 veces al año para reducir el uso de la red eléctrica de una vivienda, dice Rive.
La Powerwall se puede alquilar desde US$5.000 o comprar desde US$7.140, que según Rive está en el nivel de lo que pagan los consumidores por comprar un generador de respaldo a base de diésel o gas, y conectarlo a un edificio. Los precios incluyen la instalación y deben ser combinados con el alquiler o compra de paneles solares, cuyo precio está entre US$17.000 y US$23.000 para los de tamaño promedio. Cuando se combinan, una Powerwall puede abastecer de energía a una vivienda por unas horas o varios días, dependiendo de la cantidad de electrodomésticos que deba alimentar.
Reemplazar generadores tradicionales con paneles solares y baterías es una idea que le resulta atractiva a algunas empresas que quieren ahorrar. Glenwood Management, que es propietaria de edificios de apartamentos de lujo, está instalando paquetes de baterías grandes en nueve edificios en Nueva York. Las baterías de 100 kilovatios, que pueden mantener funcionando elevadores e iluminadas las áreas comunes, cuestan cerca de US$500.000 cada una, pero rebajas estatales redujeron en hasta 45% el precio.
Algunos expertos dicen que tomará años para que las baterías de almacenamiento en las casas se vuelvan populares. Darren Hammell, director de tecnología de Power Systems de Princeton, es uno de ellos. Su compañía de Nueva Jersey proporciona electrónicos a Tesla para sus baterías y diseña grandes sistemas de almacenamiento eléctrico a escala comercial, incluyendo uno recientemente instalada en la isla de Alcatraz, en San Francisco.
"Algunas personas aceptarán cualquier cosa que tenga el nombre de Tesla", dice, pero añade que la economía de baterías resi-denciales es tan complicada que el uso doméstico "no es convincente hoy y probablemente no lo será por muchos años."
De todas formas, si los costos bajan lo suficiente, el mercado residencial podría resultar grande, dice Haresh Kamath del Electric Power Research Institute, en Palo Alto, California. "No será la primera vez que un producto pase de ser una novedad a un artículo esencial en el hogar", asegura.