La UBA tendrá una nueva carrera: la licenciatura en ciencia de datos
La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires tiene una nueva carrera, necesaria, imprescindible para comprender el mundo a la luz de la abrumadora cantidad de datos disponibles y la también creciente disponibilidad de métodos y herramientas analíticas que permiten mensurar y predecir todos los fenómenos cuantificables. La Licenciatura en Ciencias de Datos, que fue presentada el miércoles en vivo por YouTube, promete más matemática, más computación, más datos, con una oferta académica fuertemente sustentada en la interdisciplina.
La nueva carrera, explican quienes durante cuatro años diseñaron su plan de estudios, apunta a formar graduados y graduadas con una sólida cultura científica en matemática y computación, capaces de afrontar los desafíos del sector productivo y del mundo académico en áreas que requieren del modelado y manejo de datos.
"Comenzamos a pensar esta carrera en 2016 –recapitula Guillermo Durán, director del Instituto de Cálculo e investigador del Conicet–. La propuesta original era modificar la orientación de matemática aplicada, cuyo plan de estudios es de principios de los 80 y creíamos que era tiempo de actualizarla. Y las discusiones iniciales, atravesadas por el auge del Big Data y el manejo creciente de grandes volúmenes de datos, nos fueron llevando hacia la idea de generar una nueva carrera, con un fuerte componente matemático-computacional, con el objetivo central de formar egresados que sepan más matemática que los licenciados en computación y que sepan más de programación que los licenciados en matemática."
Matemática, computación y vinculación con otras ciencias
Dos procesos acompañaron esa construcción académica: la revolución que se ha operado en la generación de gigantescos volúmenes de datos a los que se puede acceder y en el desarrollo de nuevos métodos para abordarlos, y la fuerte demanda de profesionales que manejen esas herramientas. Las bases: Exactas UBA cuenta con varias carreras, ya tradicionales y reconocidas a nivel internacional, que permitieron el desarrollo de esta nueva propuesta, tales como Computación, Matemática y Física.
"Lo que se requiere para el manejo de grandes volúmenes de datos, tanto en el sector privado como en el público, es una fuerte base matemática y saber programar muy bien. Esos dos pilares son parte de la formación básica de esta carrera –explica Durán–, y el tercer pilar es la vinculación con otras disciplinas. Porque la idea es formar graduados y graduadas que sepan aplicar matemática y computación a la física, a la química, pero también a la biología o a las ciencias de la atmósfera, en vinculación con todas las carreras que tiene la facultad. Por eso, al principio de la carrera, el estudiante debe cursar una materia básica de ciencias naturales, quizás no tanto por los contenidos que allí pueda aprehender, sino, sobre todo, para meterse adentro de un laboratorio, y compartir un vocabulario común con esas otras disciplinas."
Cinco años y medio, y muchas optativas
La Licenciatura en Ciencias de Datos está planificada para una duración de cinco años y medio, con una fuerte dedicación: la carga horaria es de 3872 horas reloj. A los tres años, otorga el título intermedio de Bachiller Universitario en Ciencias de Datos. Una vez completado el CBC y las 14 materias del segundo ciclo de grado, el tercer ciclo abre una posibilidad inusual en las carreras de grado. "Lo que decimos es que va a haber tantas orientaciones como estudiantes haya", resume Durán.
En efecto, a través de la elección de una serie de materias optativas, cada estudiante elige –con acuerdo de su tutor o tutora– su propio recorrido, proponiendo un plan de materias que surjan de las que proponen los departamentos a cargo de la carrera (es decir, Matemática, Computación, Física y el Instituto de Cálculo), pero también de otros departamentos e incluso de otras facultades.
"El plan de estudios, más que proponerse ser interdisciplinario, responde a una realidad: lo que hoy se llama ciencia de datos está atravesado por un montón de disciplinas", dice Pablo Groisman, investigador del Conicet en el Departamento de Matemática de Exactas UBA y otro de los impulsores de la nueva carrera, que surgió, sostiene, "de una experiencia de interacción sumamente alentadora, que los cuatro departamentos asumimos con mucho entusiasmo, en la dirección en la que creo que hay que ir, hacia cuestiones transversales con objetivos comunes".
Entonces, ya con una formación fuerte en matemática y computación, en la parte final de la carrera, el estudiante puede armar "el combo de materias que más le satisfaga", señala Durán. Eso permitirá diseñar orientaciones no sólo vinculadas a todas las carreras de Exactas y Naturales, sino con la posibilidad –para la que ya se están buscando acuerdos– de diseñar un último año cursando materias "en otras facultades, en Ingeniería, Económicas o Sociales, por ejemplo, si se trabaja sobre datos y material estadístico vinculado a esas ciencias".
Una carrera, muchas disciplinas
"Vemos que hay muchísima expectativa –puntualiza Luciana Ferrer, investigadora adjunta del Conicet en el Instituto de Investigación en Ciencias de la Computación–. Hasta aquí, los estudiantes que estaban interesados en manejo de datos, en machine learning, por ejemplo, buscaban su camino como podían, con materias, cursos de posgrado, pero siempre faltaba en la formación de grado algo de matemática, o algo de análisis, o algo de estadística. Ahora tendrán una carrera construida por los que más saben de esto, organizada, coherente y completa."
La versatilidad del último tramo de la licenciatura es quizás el aglutinante que, diversificando las opciones académicas, multiplica las expectativas. "En todas las áreas se necesita gente que maneje datos, pero que también comprenda las especificidades de cada disciplina –dice Ferrer–. Los biólogos, por poner un ejemplo. Esta carrera, pensada para la interdisciplina, a alguien interesado en la biología puede aportarle ese diferencial. Entonces, hace esta licenciatura y cursa materias de biología."
El plan de estudios da una lista de posibles caminos, sugeridos con el fin de orientar la elección del último ciclo de grado: se puede profundizar estrictamente en las ciencias de datos, o bien optar por la investigación operativa; la estadística matemática-computacional; el modelado continuo; los sistemas estocásticos y complejos; la inteligencia artificial; el procesamiento de señales, y hasta orientarse a las ciencias de la atmósfera. Pero lo cierto es que esos caminos no tienen ninguna implicancia práctica. Son simplemente sugerencias para orientar una carrera que pretenderá ofrecer tantas posibilidades como alumnos tenga.
Y a la propuesta académica se le suma un incentivo extra: la posibilidad de cursar en el Cero+Infinito, el edificio inteligente de Exactas UBAdestinado a convertirse en un emblema de la ciencia argentina, próximo a estrenarse.
"Estamos contentos, diría que emocionados. Ha sido mucho trabajo y por fin llegamos al principio de la segunda mitad del camino, que es hacer la mejor carrera posible", dice Groisman. "Somos conscientes de la expectativa", agrega Durán.
En tiempos difíciles, en los que mucho se habla de modelado de curvas y predicciones que tienen que ver con la salud y la enfermedad, los estudiantes tienen a su disposición nuevas herramientas para encarar estos desafíos urgentes y todos los que demanden el mercado, la industria, la investigación académica y también la administración pública. "Es así. Si bien vemos que esta carrera va a tener una fortísima demanda del ámbito privado, la pandemia nos ha demostrado la importancia que tiene para la gestión pública el manejo de grandes volúmenes de datos", cierra Durán.
Capacidad de abstracción, destreza lógica, desde luego actitud científica, también pensamiento crítico. Sobre esas bases, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales da un paso más en el camino del conocimiento.