¿La radiación que emiten los celulares cuando hablás es peligrosa? Responden los expertos
Hay estudios que vinculan el uso de dispositivos móviles al cáncer. Los expertos explican cuál es el riesgo
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Paso mucho tiempo en mi celular y cuando no lo uso, suele estar cerca de mi cuerpo en casi todo momento. ¿Debería preocuparme por la exposición a la radiación?
Lo más probable es que pasar todo el día pegado a tu celular no te haga ningún bien. El uso excesivo del teléfono se ha asociado con una variedad de dolencias, como problemas para dormir, niveles elevados de cortisol, dolor en las articulaciones y hasta infortunios románticos.
Pero si la radiación es lo que te preocupa, los expertos afirman que no tienes que tirar tu celular a la basura.
“Los celulares no implican ningún riesgo o peligro relacionado con la radiación”, señaló Gayle Woloschak, decana asociada y profesora de radiología en la Escuela Feinberg de Medicina de la Universidad Northwestern.
Como sucede con todos los teléfonos celulares (así como con las redes wifi, las emisoras de radio, los controles remotos y los sistemas GPS), los teléfonos inteligentes sí emiten radiación, comentó Emily Caffrey, profesora auxiliar de Física de la salud en la Universidad de Alabama, campus Birmingham. Estos usan ondas energéticas invisibles para transmitir voces, mensajes de texto, fotografías y correos electrónicos a torres cercanas de telecomunicaciones, que a su vez pueden enviarlos a prácticamente cualquier parte del mundo.
Pero, según autoridades sanitarias, entre ellas la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés), tras casi tres décadas de investigaciones científicas no se ha hallado vínculo alguno entre estas exposiciones y trastornos médicos como el cáncer. A continuación, lo que sabemos.
No toda la radiación es nociva
La palabra “radiación” describe muchos tipos de energía, y algunos sí implican un riesgo, explicó Howard Fine, director del Centro para Tumores Cerebrales en el Centro Médico Weill Cornell del Hospital Presbiteriano de Nueva York, ubicado en esa ciudad.
Las bombas atómicas, o, en mucha menor medida, las máquinas de rayos X, emiten energía llamada radiación ionizante que —en dosis suficientemente altas o frecuentes— puede dañar el ADN y causar cáncer, dijo Fine.
Es por eso que se suele usar una manta protectora de plomo durante la toma de radiografías.
Pero la energía que emiten los teléfonos inteligentes se clasifica como radiación no ionizante, lo que significa que no tiene la potencia suficiente para causar este nivel de daño, según afirmó Caffrey.
“Mucha gente piensa que ‘la radiación es la radiación’, pero no toda es igual”, dijo Woloschak. “No se ha visto ningún daño al ADN provocado por el uso del celular”.
La radiación ionizante más peligrosa puede separar a los electrones de los átomos, los cuales conforman nuestro ADN. Con el tiempo, el daño al ADN puede causar cáncer.
¿Por qué sigue siendo fuente de preocupación?
La mayoría de los expertos y las autoridades sanitarias como la FDA, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud coinciden en que no hay evidencia de que la radiación de los teléfonos inteligentes provoque problemas de salud. No obstante, a lo largo de los años, varios estudios han llegado a las noticias por sugerir que estos tienen vínculos con los tumores cerebrales. Fine aseguró que muchos de estos estudios ya se han desmentido, incluso aquellos cuyo énfasis son las redes móviles de quinta generación, o 5G.
Por ejemplo, en un estudio publicado en 2010, los investigadores encontraron una pequeña asociación entre un tipo de tumor cerebral y los niveles más altos de uso del celular. Pero los propios investigadores del estudio destacaron que “sesgos y errores” les impedían probar la relación causa-efecto. Una de las varias fallas del estudio, en opinión de sus autores, fue que requería que personas con cáncer cerebral recordaran con precisión cuánto tiempo pasaron empleando su celular en el transcurso de muchos años.
Todos los expertos entrevistados para este artículo dijeron que los pocos estudios que han sugerido que los teléfonos inteligentes suponen riesgos de radiación en realidad no probaron que los celulares causaron esos padecimientos de salud.
Según el Centro de Investigaciones Pew, la mayoría de las personas en Estados Unidos tiene teléfono celular, y sería casi imposible señalar a estos dispositivos como una causa de cáncer, mencionó Fine. Los culpables más bien podrían ser otros factores de riesgo no relacionados con el celular, como la exposición a la contaminación atmosférica, fumar, hábitos poco saludables o incluso mera casualidad.
Sin embargo, este tipo de estudios defectuosos han afectado las percepciones que se tienen sobre la seguridad del uso del celular, según el Instituto Nacional del Cáncer.
Es mejor prevenir
Los celulares hoy en día no son nada parecidos a los teléfonos tipo ladrillo que se usaban a principios de los años 2000. Los celulares que usaremos en la próxima década también serán diferentes. Esto complica el estudio a largo plazo de los riesgos de cualquier teléfono. Pero Fine comentó que la radiación en realidad ha disminuido con las nuevas tecnologías, y Woloschak dijo que las nuevas redes tampoco conllevan más riesgos que las antiguas.
“La radiación de la red 5G no es más alta que la de la 4G”, sostuvo. “Solo permite una mayor transferencia de datos”.
Sin embargo, la Comisión Federal de Comunicaciones y sus contrapartes internacionales impusieron límites de radiación para los celulares nuevos. Esto explica por qué, en septiembre, las autoridades francesas le indicaron a Apple que debía reducir los niveles de radiación que emite el iPhone 12 para cumplir con sus topes establecidos. Apple desplegó una actualización de software para reparar el problema.
Caffrey comentó que estos límites están basados en niveles de radiación que, en teoría, solo podrían aumentar una fracción de grado la temperatura de nuestro cuerpo. Según Woloschak, la radiación tendría que incrementar varios grados enteros la temperatura de nuestros cuerpos para plantear riesgos a la salud, como quemaduras o fiebre. “Un celular nunca va a hacer eso”, concluyó.