La logística: el eterno campo de batalla del mundo del comercio electrónico
Me gusta pensar el comercio electrónico como una arquitectura formada con una pila de diferentes infraestructuras, una encima de la otra; ninguna está resuelta realmente, a todas les falta desarrollar algo, pero uno de los cuellos de botella más interesantes (y a la vez, el segundo lugar donde hay más oportunidades de crecer), es la infraestructura logística, la que hace que llegue a tus manos lo que empezaste a disfrutar con un click o tocando la pantalla.
Haciendo el ejercicio de mirar lo que pasó desde el inicio de la pandemia, podemos inferir que la lógistica es una de las patas más dificiles de resolver del comercio electrónico, porque los recursos son humanos y físicos; no podés resolver la entrega de tu nueva bicicleta aumentando las instancias de tu nube; el último eslabón de la cadena sigue siendo el camioncito de reparto.
Por eso hay estrategias de fuerza bruta: Amazon sumó 437.000 nuevos empleados en apenas 10 meses, esto equivale a 1405 nuevos empleados por día... hay estrategias creativas en conducta de consumo: de ahí a que el Black Friday y CyberMonday se hayan expandido y ahora duren una semana completa, para que la demanda se extienda y se eviten colapsos de distribución. Y hay estrategias comerciales: UPS ahora impuso límites de envíos a marcas como Gap o Nike, algo que los conductores dicen que es algo nunca visto: “sin excepciones, no retirar paquetes fuera de contrato”.
Aún así, el volumen del último Black Friday fue tan grande en Estados Unidos que hay una pelea por comprar camionetas para reparto; Merchant Fleets (proveedor de varios servicios) pasó de tener 6000 al principio de la pandemia a las actuales 15.000, y están comprando hasta usados: ”Si hay un camión de reparto en algún lado, estamos tratando de comprarlo” , dijo Brendan Keegan, el CEO de la empresa.
Si ya optimizaste rutas, algoritmos y hasta impusiste limites: ¿cómo seguís? Tenés que invertir en activos que se deprecian. USPS y FedEx aumentaron los precios para retailers (en un movimiento general) exigiendo, además -para evitar invertir y luego quedar con capacidad ociosa-, que se cumplan cuotas de envío que los retailers aceptaron, porque no tienen las redes necesarias para que la experiencia luego del click sea “mágica”.
Y así es como empezamos a ver cómo hay inversiones cruzadas, y fronteras que se borran, porque unos jugadores entran en el campo de los otros, sean clientes o proveedores. Vendedores y plataformas de comercio replicando modelos de distribución y transporte similares a la de los couriers/correos, y correos/couriers replicando plataformas de ecommerce.
Porque si el transporte y la entrega de la mercancía es una de las barreras del ecommerce, Fedex comprando Shoprunner parece tener sentido; una plataforma que le permite a cientos de retailers (incluyendo CB2 o Under Armour) entrar en el mundo del ecommerce con delivery en 2 días. Una de las pocas cosas que Shopify no puede asegurar ahora es nativa, disponible en una plataforma de eCommerce que compite con ellos y con el marketplace de Amazon.
Quizás ya estamos viendo una de las pocas batallas que quedan en el mundo del comercio electrónico, una zona donde hay oportunidades para pelearle (aunque no ganarle) a las bestias del mercado: la logística.
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