La Fundación Sadosky anunció los ganadores de la segunda convocatoria de Soluciones Innovadoras para desafíos de software, que recibirán financiamiento por 200 millones de pesos
La Fundación Sadosky anunció los ganadores de la segunda convocatoria de Soluciones Innovadoras para desafíos de software
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Transición energética, industria satelital, inteligencia artificial para predecir enfermedades, software para mejorar la inclusión social y tecnología aplicada al sistema judicial son algunas de las temáticas que lideran la segunda edición de la convocatoria de soluciones innovadoras para desafíos de software organizada por la Fundación Sadosky junto al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. La idea, seguir potenciando la innovación gracias a la sinergia público-privada de los científicos argentinos.
Los proyectos ganadores, anunciados días atrás, recibirán en total 200 millones de pesos para el desarrollo sus proyectos de innovación en software y servicios informáticos de empresas nacionales de todo el país. La idea de este proyecto: dar respuestas a necesidades concretas, con soluciones efectivas que surjan del conocimiento, la experiencia y la innovación.
Esta incitativa se potencia con los proyectos ganadores de la edición anterior: “Hemos desarrollado herramientas de gestión que nos permiten colaborar en la ejecución de proyectos que vinculan al sector académico-científico con el sector productivo. El resultado es la aplicación de tecnologías desarrolladas en el ámbito científico al desarrollo de productos y servicios que el sector privado podrá comercializar o utilizar en sus actividades productivas. Algunos de los algoritmos y modelos de inteligencia artificial desarrollados permitirán acelerar la detección de enfermedades y condiciones de riesgo a la salud, otros serán utilizados para mejorar la producción industrial a través de una mejor planificación, mejores estimaciones de la capacidad de pozos petrolíferos o la aplicación robótica de rayos UV a cultivos” explica Ricardo Medel, director del área de Vinculación Tecnológica de la Fundación Sadosky y desglosa cómo se compone la financiación: “Los proyectos recibirán $ 10.500.000 cada uno (dividido en 4 pagos trimestrales) que será absorbido por el sector público en lo que a investigación de los y las investigadoras en los proyectos se refiere y del sector privado, para financiar sus propios recursos humanos en los equipos de trabajo”.
Los proyectos del 2023: inteligencia artificial aplicada a la ciencia y la salud
Varios de los proyectos ganadores le darán continuidad a los desarrollos de la primera edición. Por ejemplo, avanzar sobre nuevos sistemas de comunicación aumentativos y alternativos para mejorar la calidad de vida para personas con trastornos del habla. Lo harán la firma Neufitech de Bahía Blanca junto a Matías Núñez, Alejandro Wainselboim y Francis Felici, tres investigadores de Conicet de los institutos de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente de Bariloche y de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales de Mendoza.
El doctor en física Gustavo Gasaneo explica cómo funciona el desarrollo: “Ideamos un sistema de comunicación alternativa y aumentativa para quienes tienen dificultades en el habla, personas que, en muchas situaciones, además tienen la movilidad reducida y no pueden usar sus manos para comunicarse. Trackeamos los ojos y convertimos los movimientos oculares en una especie de mouse que permite el uso de la computadora, la elección de pictogramas para hacer frases que se verbalizan, o incluso tipear en un teclado virtual”. Este desarrollo potencia el primero proyecto ganador, en el que vincularon herramientas predictivas de teclado para que el sistema sugiera palabras automáticamente a partir de pictogramas: “En esta segunda etapa queremos potenciar más el equipamiento haciendo que el sistema de comunicación escuche a la persona con la cual el paciente está interactuando para que, a partir de herramientas de procesamiento del lenguaje, sea capaz de sugerir las respuestas posibles, por lo menos tres, de la pregunta o el comentario que se le hace” describe Gasaneo, y explica que es un gran desarrollo que requiere de elementos complejos como armar redes muy grandes para que se aprenda cómo es que se responde en situaciones particulares y relativas a cada paciente, que tiene formas distintas de responder.
Predecir patologías cardíacas
Otro de los desarrollos que incorpora inteligencia artificial para mejorar el diagnóstico de la salud es el de la Fundación Cardiológica Correntina en colaboración con la Universidad FASTA de Mar del Plata. El objetivo es utilizar IA para digitalizar electrocardiogramas y predecir el desarrollo de patologías cardíacas desde una imagen o archivo PDF lo que permitirá, en un futuro, el análisis a partir de una foto. El doctor Héctor Santiago Manzolillo, Jefe del Departamento de Innovación Tecnológica de ICC, explica que el proyecto intentará identificar la edad y sexo del paciente como posible herramienta de comparación con la edad cronológica ya que, según numerosos estudios, identificar el sexo es muy importante. “Nuestro modelo podría, si se verifican estos hallazgos y validan los resultados en diferentes poblaciones, discriminar a los pacientes que deberían ser supervisados antes, más rápido y más profundamente, actuando como asistente del funcionario que debe atender a gran cantidad de pacientes. Esto podría hacer más eficiente el trabajo en salud pública”.
Mejorar los satélites nacionales
Son varios, además, los proyectos vinculados a la industria satelital. En la provincia de Río Negro, Emtech y la Comisión Nacional de Energía Atómica avanzarán la flexibilidad de nuestros satélites incorporándoles el procesamiento óptico de señales. Por otro lado, Sur Emprendimientos Tecnológicos, de la Ciudad de Buenos Aires, y la Universidad Nacional del Sur, en Bahía Blanca, desarrollarán de manera conjunta soluciones a municipios por medio del procesamiento de imágenes satelitales de basurales y edificaciones. También Arsat y el Instituto Balseiro de Bariloche trabajarán en una nueva generación de satélites para brindar servicios de Internet de las cosas (Iot) al campo, mientras que ArsUltra llevará a sus computadoras aeroespaciales a un nuevo estándar con la colaboración de la Universidad Nacional de Avellaneda, implementado un framework publicado por la NASA.
Reconocer síntomas de ACV
Con respecto a la salud, el Centro para la Investigación de Enfermedades Neuroinmunológicas de La Plata y el Instituto de Neurociencias (FLENI, CONICET) de Buenos Aires desarrollarán un asistente virtual móvil para el reconocimiento de síntomas de ACV, aplicando Inteligencia Artificial. El Instituto de Investigación y Desarrollo en Bioingeniería y Bioinformática (CONICET, UNR) trabajará en un software basado en machine learning capaz de representar y evaluar la fisonomía del aparato locomotor de pacientes pediátricos con parálisis cerebral. El proyecto se realizará junto con la Fundación para la lucha contra las enfermedades neurológicas de la infancia. El Instituto Malbrán de la Ciudad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de Entre Ríos desarrollarán una herramienta informática para prever y prevenir la evolución de la tuberculosis en el Noroeste argentino.
La empresa Virtual Sense y el Instituto Superior de Ingeniería de Software de Tandil (CONICET), junto al Instituto Argentino de Matemática Dr Alberto Calderón (CONICET) avanzarán en la primera plataforma de telemonitoreo de pacientes con patologías crónicas. sumando visión artificial. Para el análisis y registro de variables fisiológicas como frecuencia cardíaca y saturación de oxígeno, junto a la caracterización química de los alimentos de los pacientes.
Pesticidas, antídotos y más
Con respecto a la bioeconomía, la empresa Apolo Biotech, de Santa Fe, junto al Instituto de Agrobiotecnología y Biología Molecular de Buenos Aires (CONICET, INTA) desarrollarán una plataforma informática para el diseño de moléculas ARN que reemplacen orgánicamente a pesticidas sintéticos en cultivos, en pos de una agricultura sustentable.
El Instituto de Biociencias, Biotecnología y Biología Traslacional (FCEN-UBA), el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (UNSAM) y el Instituto de Química Biológica (UBA, CONICET), junto a la empresa Inmunova llevarán adelante una plataforma de producción de antídotos de origen equino para venenos de serpiente, desarrollando moléculas de ARN mensajero por medio de Inteligencia Artificial.
La empresa UrbanAir y el Instituto de Física de La Plata (UNLP-CONICET) desarrollarán un proceso que aplique modelos de aprendizaje automático al reconocimiento de especies y variedades de cultivos en imágenes aéreas. Como resultado, aumentará significativamente el caudal de información para fiscalización y monitoreo de nuestros cultivos.
Estos 19 proyectos se suman a los ganadores de la primera convocatoria, con 14 proyectos de vinculación llevados a cabo en sectores como Bioeconomía, Salud, Economía del Conocimiento y Políticas Públicas que se pueden ver aquí.