La capacitación continua y la retención del personal: los desafíos que enfrenta el mercado local de empresas de tecnología
Capacitación continua y retención del personal son algunos de los problemas que atraviesan las empresas argentinas. Hablamos con CEOs locales sobre estos temas en un contexto en el cual la mano de obra cotiza en bolsa
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En el marco de lo que será una nueva edición de los premios Sadosky, el mayor galardón que entrega la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI) al sector, se dio un debate sobre los desafíos que hoy en día atraviesan las empresas argentinas en materia de recursos humanos. Es que el mundo del desarrollo de software suele transitar “veranitos” en los cuales la demanda de personal sube por las nubes (y con ello las pretensiones por parte de los postulantes), mientras que en otros momentos se produce un claro amesetamiento.
En ese contexto, varios directivos de empresas del sector, educadores y profesionales ganadores de este premio, hablaron sobre el presente y futuro de la industria del conocimiento y cuáles son los desafíos en nuestro país.
Un sector en franco crecimiento, pero con muchas necesidades
Antes de hablar de educación es importante saber en dónde se encuentra parado el sector IT en Argentina. Alejandro Bianchi, miembro del comité organizador de los Premios Sadosky de CESSI, aseguró durante la charla que “en los últimos dos años se crearon 25.000 nuevos puestos de trabajo, lo que da un total de más de 141.000 nuevos empleos en desarrollo de software en los últimos años. Tenemos una mirada muy ambiciosa con respecto al futuro. Con todas las iniciativas que llevamos a cabo desde CESSI prevemos un crecimiento de más de 400.000 puestos de trabajo para 2030″.
El mercado laboral en el sector IT es (por ahora, al menos) como una esponja: absorbe todo el talento que puede. Y es que son muchos años corriendo detrás de la zanahoria llamada recursos humanos y programadores calificados. Sobre este tema se expresó Bianchi: “aún hay escasez de mano de obra calificada en el sector, sobre todo en materia de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial”, compartió.
Desafíos educativos
A la hora de encarar una carrera profesional de formación en desarrollo de software, los estudiantes pueden verse bombardeados por diferentes propuestas educativas. ¿Acaso la educación formal sigue siendo la respuesta, o hay posibilidades de conseguir un trabajo en el sector realizando cursos?
Si el estudiante va por una capacitación formal en alguna universidad, ¿las carreras están aggiornadas a los requisitos del mercado? Mirco Bombieri es fundador y director general de Bombieri, una empresa creadora de productos digitales, quien se ha involucrado en estos temas. “Participo en algunas iniciativas de la Universidad Tecnología Nacional en Concepción del Uruguay, y coincidimos que hay que encontrar una arista que nos permita ser flexibles en el corto plazo y no esperar una autorización de cambio de plan de estudio para una carrera. Esta ventana abierta puede dar respuesta a las necesidades del mercado con acciones concretas que permitan ir reaccionando en el corto plazo y generar iniciativas rápidamente”.
En el mismo sentido, Federico Repetto, CEO de Alkemy, una plataforma para desarrolladores que permite a programadores validar sus habilidades técnicas, compartió su mirada ante esta situación, indicando que la capacitación final de un alumno recién egresado la puede hacer la empresa que contrata. “En el contexto en el que estamos, las universidades e institutos vienen a formar al talento más desde las bases, como pensamiento computacional, fundamentos de la programación, entre otras cosas. Ahora bien, la formación de última milla puede hacerse en la empresa que invierte en su capital humano, capacitándolos en aquellas tecnologías que crean necesarias. Muchas empresas como Mercado Libre y Accenture ya lo están haciendo. Es muy difícil que las universidades puedan cubrir las tendencias del mercado año a año”, aseguró.
Otra arista importante en materia de educación tecnológica comienza antes de pensar en una carrera, se trata del desafío de despertar vocaciones en alumnos que transitan el nivel secundario. Walter Gregoracci es Director de Economía del Conocimiento en la Municipalidad de General Pueyrredón (ciudad anfitriona de los Premios Sadosky 2023) y compartió las experiencias que han llevado adelante en Mar del Plata para abordar tales desafíos. “Desde hace algunos años vamos a dar charlas a los colegios para tratar de contarle a los chicos de qué se trata el mundo del desarrollo de software y cuáles son las alternativas académicas que tenemos en la ciudad y de las oportunidades que ofrece el sector. De esta manera, y con todas las instituciones educativas de nivel superior que tenemos, el año pasado tuvimos 5000 alumnos en lista de espera que no consiguieron su lugar. Debido a la demanda y después de varios convenios, lanzamos un curso Full Stack para capacitar a nuestros jóvenes”.
Sobre el interés de las personas a la hora de aprender habilidades digitales, Francisco Moreno Ocampo, Director de Estrategia y Negocios de Egg Cooperation, una EdTech que ofrece cursos y capacitaciones online, compartió que “hay mucho interés en el tema, en parte por la cantidad de empresas tecnológicas que hay en el país y la cantidad de unicornios que tenemos. También por el nivel de ingresos y la posibilidad de trabajar para el exterior”.
¿Cualquiera puede aprender a programar?
La falta de talento disponible en el mercado laboral converge con la promesa de muchas iniciativas que ofrecen aprender a programar en pocos meses y conseguir una rápida inserción laboral. En una economía tan golpeada, no es extraño que las personas busquen mejorar su presente productivo con un cambio de rumbo. En este sentido, en el debate, surgió la pregunta que encabeza este apartado. Según Moreno Ocampo “cualquier persona puede aprender a programar: el pensamiento lógico y computacional es muy importante; si la persona viene de otra área, seguramente le costará un poco más y se requerirá un mayor esfuerzo de su parte. Lo que estoy seguro es que no a todos les gustará programar. Sin embargo, hay otras ramas dentro de la industria donde las personas pueden desarrollarse como diseñadores UX, manejo de proyectos o científico de datos. Quizás la programación puede ser una buena puerta de entrada para tener una apertura más amplia. De cualquier manera, no hablo de capacitaciones de pocos meses, sino de tener un compromiso a largo plazo”.
Sobre este tema, Bombieri reflexionó sobre los tiempos diciendo que “a algunos les puede costar dos años, a otros cuatro y otros tardaran toda la vida para llegar a ser programadores; tiene que ver con las aptitudes naturales de cada uno. Igualmente, si nos proponemos únicamente formar programadores, a la vuelta de la esquina vamos a tener una gran competencia que se llama inteligencia artificial. En este punto creo que son cada vez más importantes las habilidades blandas, que son muy significativas y que están ligadas al servicio que nosotros ofrecemos”.
No te vayas, por favor
Un comentario que se escucha mucho tiene que ver con la retención de talento por parte de las empresas, sobre todo en este contexto de escasez de profesionales. ¿Se trata de un desafío educativo, de pertenencia o simplemente económico? “Claramente, este es un gran desafío para las pymes, sobre todo para aquellas que tienen una baja tasa de exportación. Nosotros hemos logrado bajar la rotación de un 49% anual a un 14,5% este año, para esto tenemos una buena gama de beneficios para los trabajadores, pero lo que hizo la diferencia fue poner el ojo a la hora de seleccionar a la gente, al que viene con una lista de pretensiones yo no lo contrato por más que sea el mejor programador del mundo. Yo no contrato a nadie que busque un salto de escalón”, indicó Bombieri.
También fue de la partida Bernardo Martínez Saenz, Presidente de Aticma (una asociación de profesionales del sector TIC de Mar del Plata) quien compartió su experiencia al respecto. “Un buen sueldo es la base para retener el talento. Pero el que vino por salario se va por salario. Yo creo que el punto es trabajar para que si se va le haga el menor daño posible a la empresa, sobre todo cuando hablamos de talento altamente capacitado; es por eso que la forma de trabajar tiene que ser muy prolija, tiene que estar todo documentado, y hay que construir toda una estructura por detrás que soporte esa baja”, detalló durante la charla.