La boda del año
Sin aviso, Apple abandonó a IBM y se unió a Intel para diseñar sus próximas computadoras
SAN FRANCISCO (NYT).- Hace prácticamente un cuarto de siglo la empresa Apple Computer publicó un aviso irónico después de que su antiguo rival invadió su territorio: "Welcome, IBM. Seriously." (Bienvenida, IBM, en serio.) Sin embargo, esta semana Steven P. Jobs tuvo un mensaje diferente para el Gigante Azul, que desde aquel entonces se había convertido en un aliado importante: "Goodbye. Seriously." (Adiós, en serio.)
Jobs, de 50 años, cofundador de Apple, se caracteriza por ser ostentoso y temperamental. Aun así, a los fieles de Apple -sin contar a la propia IBM- los tomó por sorpresa la decisión de la compañía de poner fin a su relación de 14 años con IBM y asociarse con Intel para cubrir sus necesidades de chips.
El murmullo que comenzó el lunes 6 de este mes entre desarrolladores, bloggers, analistas y seguidores de Apple tratando de dilucidar el verdadero plan de Jobs no cesa. Después de todo, Jobs es una leyenda, y no menor, ya que desafió la gigantesca combinación que es Wintel -como se llama a la alianza entre Windows e Intel- y vivió para contarlo. La decisión de Apple de la década del 80 de usar un chip diferente del que se coloca en la mayoría de las computadoras personales "se ajusta a la idea de piensa diferente", dijo Stephen G. Wozniak, que junto con Jobs fundó Apple en 1976, en un mensaje de e-mail. "Por eso es difícil para algunos aceptar este cambio."
Qué está en juego
Entonces, ¿qué es lo que posiblemente busca una Macintel? Potencialmente, bastante. Al cerrar el acuerdo, Jobs abre una variedad de opciones para su empresa tan particular.
Muchas personas de la industria piensan que Jobs corre silenciosamente hacia un desafío directo a Microsoft en el mercado de los equipos digitales para entretenimiento en el hogar. De hecho, los más altos ejecutivos de Sony habían intentado persuadir a Jobs para que adopte un chip que IBM viene desarrollando para la próxima generación de PlayStation.
Un procesador Intel dentro de una Macintosh podría poner la vasta colección de juegos y programas que corren sobre Windows al alcance de los usuarios de Mac, al menos para quienes estén dispuestos a usar un segundo sistema operativo en sus computadoras.
Por otra parte, tener el logo "Intel Inside" podría solucionar un importante problema de percepción que hace tiempo asedia a Apple en su esfuerzo por convertir consumidores atraídos por el diseño de sus equipos, pero que se mantienen al margen porque las computadoras no corren programas de Windows.
Sin embargo, existe un riesgo inmediato en la unión con Intel: Jobs podría muy pronto verse atrapado si sus mejores clientes dejan de comprar Macintosh con el chip de IBM mientras aguardan la llegada de sistemas más poderosos con procesadores Intel, que se estima para enero de 2006.
"La espera va a ser larga", expresó Mark D. Stahlman, analista de Wall Street en Caris & Company. Y señaló que los chips de 64 bits de Intel de bajo consumo de energía con los que cuenta Apple para rejuvenecer sus notebooks no estarán disponibles hasta comienzos de 2007.
En una entrevista, Jobs desestimó la idea de que Apple podría sufrir lo que se conoce como el Efecto Osborne, término que describe la suerte que corrió el precursor de la computación Adam Osborne, cuya compañía quebró al anunciar un sucesor de su computadora portátil pionera antes de terminarla.
En la conferencia de desarrolladores Apple de todo el mundo, que se realizó el 6 de este mes, Jobs habló de una transición que resultaría casi imperceptible para los clientes. Comentó: "Mientras miramos hacia adelante podemos imaginar algunos productos increíbles que queremos crear para ustedes, y no sabemos cómo con el futuro plan que nos ofrece el PowerPC".
La génesis del acuerdo
Nada fue imperceptible respecto de cómo se dio el acuerdo con Intel. Varios ejecutivos cercanos a las negociaciones de última hora entre Apple e IBM dijeron que Jobs esperó hasta último momento -las 15 del viernes 4 de este mes- para informar al Gigante Azul. Estos ejecutivos declararon que IBM se había enterado de las negociaciones de Apple con Intel por los medios y que aquélla no les había devuelto las llamadas telefónicas en las últimas semanas.
Cada parte discute qué fue lo que llevó a la ruptura. Personas cercanas a IBM sostenían que la política de precios fue un tema central, mientras que Jobs insistía el lunes que IBM no había cumplido con el rendimiento que había prometido. Ante el público, Jobs dijo que él había prometido una Macintosh a 3 GHz y una computadora portátil con PowerPC más poderosa, promesas que no pudo podido cumplir.
Finalmente, a Jobs no le quedó otra opción que recurrir a Intel cuando en IBM le dijeron que sin una inversión adicional por parte de Apple no estaban dispuestos a desarrollar un chip más rápido y de menor potencia que el que necesitaba desesperadamente para sus laptops. "Las cuestiones técnicas quedaron en segundo plano respecto de lo comercial", manifestó un ejecutivo cercano a la postura de IBM en las negociaciones. Como el negocio no era rentable, IBM "decidió no continuar avanzando con el producto."
Pero Jobs discutió esta apreciación, argumentando que IBM no había cumplido con su plan tecnológico. Los problemas, dijo, fueron la velocidad y la ausencia de un chip que consumiera menos electricidad que los procesadores tradicionales diseñados para PC.
"En cuanto oí a Steve decir que el factor donde el plan de Intel era superior en la capacidad de procesamiento por Watt supe de inmediato que era exactamente lo que yo venía leyendo y diciendo, igual que muchos otros, que ésta era la verdadera clave del futuro de las computadoras de alto rendimiento", escribió Wozniak.
El chip de Intel no era el único diseño alternativo que Apple había explorado para la Mac. Un ejecutivo cercano a Sony comentó que el año último Jobs se reunió en California con Nobuyuki Idei, en aquel entonces CEO de esa firma japonesa de productos electrónicos, y al mismo tiempo con Kenichi Kutaragi, el creador de PlayStation.
Kutaragi intentó interesar a Jobs para que adoptara el chip Cell, que desarrolla IBM para la PlayStation 3, a cambio de acceder a ciertas tecnologías de Sony. Jobs rechazó la idea, diciéndole a Kutaragi que estaba desilusionado con el Cell, que piensa que será aún menos eficaz que el PowerPC.
Sin embargo, ahora que Jobs rompió relaciones con IBM, Apple es libre de buscar una estrategia para productos de electrónica de consumo con Intel.
Intel busca la manera de lograr que sus chips se adapten a dispositivos que compitan con las consolas de juego como equipos de entretenimiento para el hogar. En rigor, las tres máquinas de videojuegos de próxima generación creadas por Microsoft, Nintendo y Sony usan chips de IBM. Y los analistas comentan que tanto la Xbox 360 de Microsoft como la PlayStation 3 de Sony se posicionarán como equipos de entretenimiento para el hogar y como máquinas de videojuegos, y su precio será menor que el de las PC Media Center de Windows con chips de Intel, que apuntan al entretenimiento hogareño.
Si las nuevas consolas encuentran aceptación como motores de entretenimiento más amplios, Intel tendrá que responder, y una alternativa atractiva sería una Mac Mini económica, con procesador Intel, capaz de correr la vasta colección de juegos para PC que existen.
Contracultura
Antes de fijar la mira en ese nuevo mercado, Jobs enfrenta el desafío de apuntalar su base, sus clientes y desarrolladores.
El lunes 6 expresó sus argumentos en favor de los diseñadores, que deben estar dispuestos a rescribir su software para el nuevo mundo Macintel. Las primeras indicaciones señalan que hizo una presentación convincente.
"El motivo por el cual la gente compra Mac es el software, y creo que la verdadera diversión está por llegar", dijo Scott Love, presidente de AquaMinds, empresa de software de Palo Alto que vende un programa para Macintosh llamado NoteTaker, usado por escritores, investigadores y estudiantes. "Vamos a poder desarrollar un programa que funcione para las computadoras con procesadores tanto de IBM como de Intel."
Más importante aún será la capacidad de Jobs para persuadir a los fieles de Macintosh a unirse a él en su travesía de IBM a Intel. Y ahí es donde tiene ventaja respecto de casi todos los demás ejecutivos. "Sigue fiel a la idea de un cultura Apple -expresó Peter Schwartz, cofundador y presidente de Global Business Network, consultora con sede en Emeryville, California-. Es la contracultura a la cultura dominante de Windows."
Por cierto, Jobs siempre se aparta de los demás ejecutivos. Después de todo, ¿a qué otro se le hubiese ocurrido llamar a la compañía que tiene el holding de su jet corporativo Marmalade Skies (frase tomada de Lucy in the Sky with Diamonds, de Los Beatles)?
Traducción: Andrea Arko
La importancia del procesador en el diseño de una computadora
El rendimiento y el consumo de energía, los dos aspectos clave para tener un chip ganador
El procesador es el corazón de la computadora. Realiza el grueso de los cálculos necesarios para cumplir las órdenes que le imparte el usuario. No hay uno solo, ni una única forma de diseñarlo.
Intel es el mayor fabricante del mundo de microprocesadores, pero AMD e IBM, entre otros, tienen productos similares. En lo que difieren es en el diseño, que impacta sobre su rendimiento. Como con el motor de un vehículo, algunos modelos buscan la máxima potencia sin importar el consumo de combustible, y otros tratan de encontrar un equilibrio entre rendimiento y consumo de energía. En general, una mayor potencia requiere más energía, y genera más calor.
Esto último es muy importante, sobre todo en el terreno de las computadoras portátiles. Mientras la capacidad de los procesadores crece constantemente, el aumento en el rendimiento de las baterías no ha seguido el mismo ritmo. Por eso, reducir el consumo de energía de un chip es vital.
Además, la mitad de las PC que se venden en Estados Unidos son portátiles, por lo que los fabricantes consideran importante ofrecer modelos atractivos para tener presencia en ese segmento.
Intel está logrando un gran éxito con sus chips Pentium M, de menor rendimiento que los de escritorio, pero muy bajo consumo de energía; IBM no pudo (o no quiso) diseñar una versión de su poderoso procesador G5 de menor consumo de energía y baja liberación de calor, es decir, capaz de ser usado en una notebook.