Julieta Porta: tiene 24 años, ganó un concurso de la NASA y quiere demostrar que otros también pueden lograrlo
Tiene 24 años, es mendocina y el equipo que integró, junto a otros tres jóvenes, ganó un concurso de la NASA por desarrollar una app para prevenir inundaciones. Además, creó una consultora para ofrecer mentoría a otros emprendedores y participó de varios foros internacionales
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Julieta Porta, que tiene 24 años, se recibió en 2021 de licenciada en Dirección de Empresas y le quedan tres materias para obtener el título de Ingeniera Comercial. Es oriunda de Maipú, Mendoza, y en el último tiempo protagonizó varios titulares de noticias por haber ganado un concurso mundial organizado por la NASA en 2020.
Pero eso no es todo: desde ese entonces y hasta la fecha se destacó como oradora en eventos internacionales, creó una consultora para potenciar a emprendedores y está trabajando, junto con científicos argentinos, en un proyecto biotecnológico para el desarrollo de vacunas y tratamientos médicos.
Hace unos días regresó de Japón, donde participó del Foro de Sustentabilidad Mundial. “Estuve ahí todo el mes de septiembre y fue impresionante. Se eligieron a cinco personas en todo el mundo. Tenían todos perfiles increíbles, no lo podía creer. Estuve en contacto con inversores, innovadores y con la familia imperial”, contó, rebosante de entusiasmo. La entrevista con LA NACION ocurrió apenas unas horas luego de que aterrizara en Buenos Aires, donde participó del evento de tecnología e innovación Campus Summit que se llevó a cabo este 12 de octubre en el Centro de Convenciones Buenos Aires.
Allí ofreció una charla, junto a su amiga y colega Paz Álvarez, cofundadora y CEO de Zavia Bio, una startup de biotecnología e inteligencia artificial dedicada a generar soluciones para adaptar la agricultura al contexto de crisis climática.
¿Cómo llegó a participar de ese foro en Japón? “Escribí un ensayo sobre la economía argentina y cómo tenemos que fomentarla y me presenté a la convocatoria. Ellos seleccionan los textos y luego ven los perfiles de los autores”, explicó. Y contó que además tuvo que enviar carta de recomendación de su universidad, completar formularios y seguir varios pasos. Quiere dejar en claro que no fue algo automático, sino algo que requirió tiempo y ganas.
“Hay varias convocatorias y muchas veces la gente no se presenta porque no sabe o cree que no van a poder ganarlas”, reflexionó. Durante la entrevista y la charla que luego ofreció hizo hincapié varias veces en que detrás de cada logro hay varios intentos y fracasos. De hecho, cerró la presentación que hizo junto a Álvarez con una frase por demás elocuente y digna de llevarse en una remera: “la perfección es enemiga de la acción”.
“Me gusta decirles a los chicos o padres que por ahí me dicen que sus hijos están bajón, que yo también perdí concursos, me cambié de carrera y escuché la frase: ‘la juventud está perdida’. Porque a veces miran las redes sociales y ahí no se ve lo que hay detrás. Me dicen que tuve suerte por haber sido elegida por Japón para participar del foro pero yo me presenté, hubo un esfuerzo”, analizó, en diálogo con LA NACION.
La solución que la convirtió en elegida de la NASA
Julieta integró, junto con Sebastián Calvera, Wenceslao Villegas y Sergio Dubón el grupo Zonda Incorporated, con el cual se presentaron y ganaron en la categoría Flood of Ideas (inundación de ideas) dentro del Space Apps Challenge de la NASA en 2020.
Se destacaron por el desarrollo de la aplicación Flut Mapper, que permite identificar en un mapa mundial dónde están las inundaciones en el momento en que están ocurriendo. A su vez, ofrece la posibilidad de anticiparse a futuros incidentes, así como calcular los costos estimados que implicaría resolver daños por incidentes de este tipo. Para desarrollar esta solución emplearon datos basados en los satélites de la Agencia Espacial Europea.
“Elegimos trabajar con el tema inundaciones porque dentro de las catástrofes naturales es la que más daño genera y además buscamos algo que tuviera impacto ambiental porque las inundaciones ocurren a raíz del cambio climático y es un tema que se va a agravar cada vez más”, detalló en el marco de la entrevista.
Esta idea les permitió destacarse entre más de 26.000 concursantes de 150 países y ganar el premio Euro Data Cube, que incluye 5000 euros; un viaje a Washington y Florida para conocer las sedes de la NASA; mentoreo para avanzar con su plataforma (que todavía está en proceso); una membresía a las agencias espaciales para aplicar esta iniciativa y licencias de software para procesar las imágenes satelitales que requiere la app.
“Después de ganar en la NASA presenté ante la ONU una empresa del agro, que no es mía, que se llama Agrojusto y quedó seleccionada como la pyme más inspiradora a nivel mundial”, contó. Ella los alentó a presentarse. Dice que le interesa mucho potenciar a otros emprendedores y pequeñas empresas a que crezcan. “A mí me ayudaron mucho mis mentores y ahora quiero hacer lo mismo con otros”, aseguró.
Como si todo esto fuera poco, en noviembre del año pasado participó del Foro Económico Mundial para Mujeres en Ecuador y, fue nombrada Miembro de la Comisión Directiva de la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios.
Dejar de lado el ego y hacer equipo
¿Acaso en algún momento descansa? “Siempre trabajo en equipo, por eso puedo hacer muchas cosas. Siempre traté de contactarme con gente inteligente y talentosa. Mi rol principalmente es conectar”, dijo.
Y añadió: “Al principio me sobreexigía mucho porque la sociedad te pide que tengas título, experiencia, y en realidad me di cuenta que todo sola no podía. Entonces dije: ‘yo soy buenísima contando historias y conectando personas’, así me dediqué a hacer eso”,
Una y otra vez, durante la entrevista y la charla que ofreció en el Campus Summit, destacó la importancia de “correr el ego y aprender a hacer equipo”. También subrayó que hay que tener una mirada positiva y destacó que la Argentina es un país lleno de emprendedores y unicornios que son reconocidos a nivel mundial.
“Yo siento que en el país a veces nos enfocamos en la falta de oportunidades y las barreras que tenemos, pero en realidad en Argentina siempre nos rebuscamos. En Japón nos conocen muy bien: saben qué hacemos, qué no hacemos, quién es Messi o Bizarrap. En todas las industrias siempre se destaca algún argentino -reflexiona luego de su paso por Asia-. Japón es la tierra de los inventos, me hace acordar a la Argentina.”