Huawei quiere compartir su preciada tecnología. Aunque solo con una sola empresa. El fundador y dueño del gigante chino, Ren Zhengfei, ha propuesto vender su conocimiento sobre el 5G a una empresa occidental, en un intento de calmar las preocupaciones sobre su negocio expresadas por Estados Unidos y otros países.
Ren aseguró que el comprador sería libre de "cambiar el código fuente", lo que permitiría gestionar cualquier defecto del sistema o "puerta trasera" sin la participación de Huawei.
Estados Unidos y Australia han prohibido el uso de equipos de Huawei en sus redes de comunicaciones y Reino Unido, por ejemplo, está valorando qué hacer al respecto.
Huawei ha negado en repetidas ocasiones las acusaciones de que ayudaría al gobierno chino a espiar o alterar los sistemas de telecomunicaciones de otros países, y asegura que es una firma privada propiedad de sus trabajadores.
Un experto en el sector, que anteriormente expresó dudas sobre la supuesta independencia de Huawei, consideró que la idea de que la firma pueda ayudar a una empresa de otro país a competir en ese sector representaba una "oferta extraordinaria".
"Quizá la explicación (a esta oferta) es que Huawei reconoce que es poco probable que pueda superar los esfuerzos que el gobierno de Trump está poniendo para minimizar su campo de operaciones en Norteamérica, Europa Occidental y Australasia", señaló el profesor Steve Tsang, de la Universidad Soas de Londres. No obstante, Tsang consideró que será difícil "ver a Nokia o Ericsson interesados en comprar".
"También sería difícil de imaginar que una empresa estadounidense sea capaz de garantizar al gobierno de Trump que tiene tecnología estadounidense de primer nivel (habiendo comprado el producto de Huawei). Y si no pueden hacerlo, ¿por qué querrían gastarse decenas de miles de millones de dólares en algo que enseguida se quedará anticuado?"
Buscando el equilibrio
El fundador de Huawei hizo la propuesta en entrevistas con el medio especializado The Economist y el diario The New York Times.
El acuerdo incluiría acceso a sus patentes de 5G ya existentes, las licencias, los códigos, los diseños técnicos y el conocimiento sobre la ingeniería de producción.
"(Huawei está) Abierto a compartir su tecnología 5G y sus técnicas con compañías estadounidenses, para que puedan construir su propia industria 5G", señaló Ren, según recoge The New York Times. "Eso creará una situación de equilibrio entre China, Estados Unidos y Europa".
En conversación con The Economist, el empresario añadió: "Una distribución equilibrada de los intereses es favorable para la supervivencia de Huawei". Un portavoz de Huawei confirmó que las declaraciones difundidas por estos dos medios eran fidedignas y que la idea era "una propuesta sincera".
Actualmente, las firmas europeas Nokia y Ericsson son las principales alternativas a Huawei cuando se trata de instalar redes de torres de comunicaciones y otros equipos de 5G. La surcoreana Samsung o la china ZTE son otras opciones.
Sin embargo, a pesar de que firmas estadounidenses como Cisco, Dell EMC y Hewlett Packard han desarrollado tecnologías relacionadas con el 5G, Estados Unidos aún no tiene un especialista propio en equipos de infraestructura.
Más allá de lo que ganaría Huawei con el coste de la licencia, el acuerdo también podría convencer a Washington para que retire las restricciones que actualmente impiden a la compañía china comprar tecnología ligada a Estados Unidos para su propio uso.
Una consecuencia directa de esta medida es que Huawei se enfrenta a la posibilidad de tener que lanzar al mercado un teléfono inteligente Android a finales de este mes que no ofrecerá populares aplicaciones de Google como YouTube o Play Store.
Un acuerdo de este tipo también podría también garantizar que Huawei consiga que su tecnología de 5G se implemente ampliamente.
Por ejemplo, el 5G soporta dos tipos de técnicas de codificación para la transmisión de datos para ayudar a frenar las interferencias.
Huawei ha desarrollado una técnica que se llama "polar code", que asegura que proporcionará a los aparatos con 5G una batería de duración más prolongada que la alternativa favorecida por muchas firmas occidentales, denominada "low density parity check" (control de paridad de baja densidad).
Si el "polar code" se populariza, Huawei podría conseguir más licencias de fabricantes de dispositivos.
Ley de Inteligencia
No obstante, un especialista en el sector, que ha seguido de cerca el desarrollo de la firma china, consideró que la propuesta de Ren estaba condenada al fracaso.
"Huawei malinterpreta el problema de fondo", consideró Hosuk Lee-Makiyama, del Centro Europeo de Política Económica Internacional, en declaraciones a la BBC. "El problema no es la fiabilidad de Huawei como vendedor, sino las obligaciones legales que le impone el gobierno chino".
"La Ley de Inteligencia Nacional de China requiere a compañías chinas y ciudadanos entregar cualquier información o 'herramientas de comunicación' a las que tengan acceso, bajo estrictas sanciones punitivas (en el caso de que no lo hagan)".
"Cualquier equipo o software que Huawei conceda a una entidad estadounidense se enmarcaría también bajo esta obligación, y no hay ninguna forma de que la entidad concedente o las agencias de inteligencia puedan examinar millones de líneas de código en busca de posibles puertas traseras".
Aun así, el profesor Tsang cree que es una "decisión inteligente". Incluso si la oferta de Huawei al final es rechazada, explica, demuestra que la empresa está dispuesta a llegar muy lejos para intentar ganarse la confianza de Occidente.
BBC MundoTemas
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