Hizo un autorretrato diario y capturó su camino de la preadolescencia a la edad adulta: más de 5400 fotos para capturar 15 años en 267 segundos
Jordan Wilson mostró cómo creció desde los 13 a los 28 gracias a que se tomó una foto todos los días, siguiendo el paso de Noah Kalina, que lleva 21 años haciendo lo mismo, de los hermanos Lotte y Vince Hofmeester, y del fotógrafo argentino Diego Goldberg
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Jordan Wilson tuvo, ante todo, mucha constancia: durante 15 años se sacó una selfie todos los días: desde sus 13 años a sus actuales 28 años, más de 5400 fotos con su cara en el centro, dejando un registro inigualable de su paso de niño a adulto, que compartió en YouTube como un video que condensa esos 15 años de cachetes cambiantes, remeras, cortes de pelo y barba, y el mismo par de ojos, en 267 segundos.
Wilson es uno más de una ilustre lista de personas que eligieron dejar constancia del impacto del tiempo en su cara. Uno de los más célebres es Noah Kalina: cuando tenía 19 años comenzó a tomarse una selfie, un autorretrato, todos los días. Luego transformó esas imágenes en un video, en 2006, que actualizó en varias ocasiones: completó 20 años de fotos entre el 11 de enero de 2000 y el 11 de enero de 2020 (7263 fotos que muestran dos décadas de peinados, barbas, ropas, lugares diferentes); hace un año publicó una actualización al completar 7777 días de su vida fotografiados en forma continua.
No son casos únicos: en las últimas décadas, con la difusión de las cámaras digitales, software de edición de video sencillo y plataformas de distribución como YouTube, se han conocido múltiples casos, como el de los hermanos Lotte y Vince Hofmeester, de Países Bajos: ella acumula 22 años de videos con su rostro en primer plano; él, más joven, suma 19 años; en ambos casos se puede ver cómo cambian, cómo crecen, como pasan los looks, cómo cambia la inocencia de la mirada, cómo se modifican gestos y mohínes, como aparecen el acné y los cortes de pelo funcionales o de peluquería.
Otro caso de familia es el de Hua Yunqing, que todos los años se sacaba una foto con su hija, Hua Hua, en el mismo lugar, a la vera del lago en la ciudad china de Zhenjiang. Comenzó en 1980 y lleva más de 40 años registrando su vida en familia.
El trabajo de Diego Goldberg
Pero ninguno de estos proyectos se acerca al del renombrado fotógrafo argentino Diego Goldberg, que desde 1976 documenta, cada 17 de junio, la evolución de su rostro y el de su familia en La flecha del tiempo. Una tradición que nació como un pedido simple (una retrato para un familiar que al año siguiente quisieron renovar) y que a lo largo de 46 años ha sumado tres hijos, sus parejas y tres nietas: una flecha del tiempo que avanza y deja su rastro, pero que también va ampliando su camino para mostrar la evolución de más vidas.