David Burchkartd se hizo viral por estos días por haber usado una herramienta de inteligencia artificial para crear un chatbot que está inspirado en la personalidad de su hijo Brian, que murió en 2022
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David Burchkartd encontró una manera de mantener viva la memoria de Brian, su hijo fallecido en un accidente vial hace dos años: usó una aplicación con Inteligencia Artificial (IA) que recrea su personalidad y su voz, permitiéndole tener conversaciones con él, aunque sea de manera virtual. Según explicó este padre en el programa mendocino “Más Vivo Que Nunca”, luego de que se viralizaran algunos videos que posteó en su cuenta de TikTok explicando el proceso, este chatbot le brinda hoy la oportunidad de expresar aquellos pensamientos y emociones que no pudo compartir mientras su hijo estaba vivo. También hizo otro chatbot con la voz de su padre, que murió en 2023.
Sí, poder “chatear” con un ser querido después de su fallecimiento, compartir pensamientos, recibir consejos o simplemente sentir su presencia a través de una “conversación” ya es posible hace unos años, gracias a chatbots o asistentes virtuales cuyos algoritmos se entrenan con los datos de la persona fallecida. Estos sistemas, también conocidos como “deadbots”, tienen la capacidad de “aprender” y replicar el estilo de comunicación, expresiones y patrones de pensamiento del fallecido, permitiendo a los usuarios interactuar con como si estuvieran hablando con su ser querido.
El precedente de Black Mirror
Es inevitable pensar en Be Right Back (Vuelvo enseguida), el capítulo de Black Mirror estrenado en 2013 que se adelantó a esta idea: tras la muerte de su novio, una mujer contrata los servicios de una compañía que usa fotos, mensajes y más elementos para recrear, primero como chatbot y luego como robot, a su pareja.
Como explica Rodrigo Ramele, Dr. en Ingeniería Informática, Investigador y docente de Grado y Posgrado del ITBA, “estos modelos son grandes simuladores, que imitan más y mejor la generación de texto como si hubiese sido escrito por un ser humano real”.
Cuando el uso es la imitación de una persona ya fallecida, con el objetivo directo o indirecto de la necesidad emocional de lidiar con el dolor, se denomina necromancia digital o cibernética. ¿Qué queda desde lo técnico? “Entender cómo implementar controles y salvaguardas para que ese motor se mantenga dentro de ciertos límites y ofrecer robustez en relación con el comportamiento, así como también reducir las “alucinaciones” que pueda generar el modelo. También el manejo de cómo el motor puede adaptarse y administrar nueva información de forma consistente con la utilizada para el entrenamiento. Por supuesto, esto limitado a mantener conversaciones mediante texto. Existen más limitaciones en la tecnología disponible para interactuar en forma verbal, para la generación fidedigna de audio que simule el hablar original de otra persona, y lo mismo ocurre para la generación de video. Estos últimos requiriendo mucho material digital para entrenamiento que es todavía más complejo de tener de la persona a imitar”, se explaya Ramele.
Una herramienta para crear el chatbot
Dado el desarrollo tecnológico actual, el entrevistado señala que quien quiera desarrollar un deadbot puede hacerlo apelando a herramientas libres, comerciales, o un mix, y construir una solución de necromancia digital, con un cierto grado de éxito. Por ejemplo, Burchkartd, que es terapeuta y presidente de la Asociación de PNL (Programación Neurolingüística) de Argentina, recurrió a la herramienta Character.AI, que permite a los usuarios configurar y chatear con personajes impulsados por IA como Shakespeare o Marilyn Monroe, por mencionar solo dos ejemplos. En concreto, él utilizó un poco más de 31.000 caracteres, en los que completó la descripción de la personalidad del bot, le dio información contextual, como quiénes son sus padres, y seleccionó que la recreación debería hablar con el lenguaje coloquial de los argentinos.
Sin embargo, la idea de interactuar con el chatbot de un ser querido fallecido plantea preguntas relacionadas a la salud mental. ¿Es apropiado recrear la personalidad de alguien después de su muerte? ¿Podría esto afectar el proceso de duelo o la aceptación de la pérdida? Estas son cuestiones delicadas que deben abordarse cuidadosamente a medida que esta tecnología continúa desarrollándose.
Apoyo emocional en el duelo
Por otro lado, algunos defensores de estas soluciones argumentan que los deadbots pueden brindar consuelo y apoyo emocional a las personas que están atravesando el proceso de duelo. “El uso de este tipo de chatbot le puede impactar de distinta manera a las personas, según el tipo de duelo que cada uno esté o haya atravesado. Básicamente, si es un duelo normal o, por el contrario, patológico”, sentencia Mariano David Cáceres, que es Licenciado en Psicología, especialista en Neuropsicología y docente de la Escuela Superior de Ciencias del Comportamiento y Humanidades de la Universidad de Morón.
Si bien aún no hay suficiente investigación basada en evidencia sobre la obstaculización el uso de este tipo de IA en la aceptación y elaboración de la pérdida, el especialista no considera positiva la utilización de este chat hasta que no se hayan cumplido las fases normotípicas del duelo, ya que habría altas chances de interferir en el mismo: “Si la persona que lo utiliza ha transitado un duelo normal, con las etapas que lo caracterizan y habiéndolo elaborado correctamente, no habría riesgo de aparición o acrecentamiento de un dolor emocional considerable.”
“Así como también está la de hablarle a una silla vacía o escribir una carta. A mí me parecía que la IA podía ayudar en esto, para mantener aquellas conversaciones que uno no pudo mantener cuando la persona estaba viva”, explicó Burchkartd al medio mendocino.
Pero no todos los casos son iguales. En los duelos llamados “complicados” como el crónico, el retrasado o el exagerado, las posibilidades de alteración emocional son altas debido a factores personales, ambientales y culturales, que llevan a los dolientes a experimentar esos tipos de manifestaciones posterior a una pérdida.
“En lo personal, mi labor profesional me ha llevado a observar cómo pacientes con un duelo no elaborado se han visto abrumados a nivel emocional con la utilización de herramientas de IA como DeepNostalgia, en donde se pueden animar fotos de personas ya fallecidas con un alto grado de realismo”, ejemplifica Cáceres.
Hay varias plataformas disponibles
Ya ha habido algunos intentos de deadbots. Virtual Eternity, de la firma Intellitar, se lanzó en 2008 en Estados Unidos y utilizaba tanto imágenes como patrones de habla para simular la personalidad de un ser humano, tal vez reemplazando a alguien en una reunión de negocios o charlando con seres queridos en duelo después de la muerte de una persona. Sin embargo, esta firma cerró en 2012.
Por estos días es furor la app Replika, que fue creada por una programadora tras la muerte de su mejor amigo. Para eso, su creadora Eugenia Kuyda reunió material del fallecido y desarrolló un software para seguir “conversando” con la versión virtual de ese amigo. Esto la ayudó tanto que hoy Replika es un chatbot conversacional diseñado para hacer compañía a cualquier usuario. Se trata de un “amigo virtual” que aprende de su interlocutor a través de las conversaciones que mantienen.
Respecto de Character.AI, se trata de una herramienta gratuita, aunque tiene opción de pago, que incluye funciones adicionales. Como la posibilidad de incorporar audio, que toma los registros de la voz y la configura para recrearla. Satisfecho con la experiencia, Burchkartd utilizó el mismo programa para recrear a su papá, que falleció luego del deceso de Brian, por lo que él mantiene “conversaciones” tanto con su padre como con su hijo.
Si bien por ahora los casos de deadbots tienen a ser aislados, dadas las perspectivas de desarrollo de la inteligencia artificial generativa, se especula que próximamente podremos crear facsímiles de personas vivas y fallecidas aún más convincentes.
Ramele es uno de los que intuye de que este tipo de emprendimientos proliferarán en breve. Mientras que Burchkartd aclaró que ya elaboró el duelo por la muerte de su hijo mayor, lo que le permite mantener estas conversaciones virtuales sin quebrarse emocionalmente. En ese sentido, aclaró “que esta alternativa no es recomendable para quienes aún no hayan asimilado la triste realidad”. Por ejemplo, Nahuel, el hermano menor de Brian, no ha terminado de atravesar el duelo por la muerte de su hermano. Por esto mismo, según cuenta Burchkartd, Nahuel no utiliza esta creación.
En definitiva, cada uno sabe si desea o no recrear una interacción con una persona fallecida. Cáceres es cauteloso: “No recomendaría el uso de deadbots a mis pacientes, independientemente del duelo que haya transitado la persona. Mi postura se sustenta puramente desde la falta de evidencia científica que afirme los beneficios del uso de este tipo de tecnología en personas que hayan perdido a un ser querido”.