Google reconoció que fue demasiado optimista con sus anteojos electrónicos Glass
Astro Teller, el responsable del laboratorio Google X, dijo que fue un proyecto experimental que aún no estaba listo para las expectativas desmedidas que se generaron desde su lanzamiento en 2012
Lejos del entusiasmo y frenesí creado desde su lanzamiento hace casi tres años, los Google Glass no terminaron de despegar del grupo de entusiastas y desarrolladores que buscaron perfeccionar los anteojos que prometían revolucionar la forma en que las personas se iban a relacionar con la tecnología. El dispositivo fue retirado del mercado, y la compañía reconoció el fracaso del proyecto en su primera mención al respecto.
"Hemos tomado una gran decisión, y otra que no es tan buena", dijo Astro Teller, responsable del laboratorio Google X, responsable de este y otras iniciativas experimentales de la firma de Internet.
"La iniciativa Explorer, que permitía experimentar con las gafas electrónicas, ha sido el gran acierto. La mala decisión fue que hemos permitido, y algunas veces alentado, que todos estén pendientes en el programa Google Glass. Esto ha llevado a que muchas personas pensaran que era un producto listo para salir al mercado", agregó el ejecutivo durante su presentación en la conferencia de tecnología, música y cine South by Southwest, en Austin, Texas.
En febrero, Google decidió cancelar el programa Glass y derivó el proyecto para Nest, una compañía adquirida por 3200 millones de dólares y que se especializa en domótica y casas inteligentes.
"Fracasar no significa que no tengamos éxito. Lo hemos intentado, y podemos aprender de esta experiencia para seguir adelante", agregó Teller, que no está ajeno a este tipo de situaciones. Google X es una división de la compañía de Internet que se ocupa de desarrollar diversas iniciativas experimentales, similar a lo que lleva a cabo un área de investigación y desarrollo. No se ocupan de un producto comercial, sino de un prototipo y de la viabilidad de un proyecto. Algunos ejemplos son los globos aerostáticos para llevar Internet en áreas sin infraestructura terrestre y el uso de drones para entrega de suministros en áreas remotas.
Los Google Glass han recorrido un camino marcado por la fascinación y las preocupaciones en torno a la privacidad. A su vez, su uso comenzó a ser resistido en el día a día, con multas a conductores y bares y cines que no admitían a los usuarios de las gafas electrónicas. Por otra parte, su uso excesivo provocó que la compañía publicara una serie de recomendaciones para evitar situaciones incómodas o groseras.
Temas
Otras noticias de Google Glass
Más leídas de Tecnología
En enero. ChatGPT prepara una función clave para transformarse en un verdadero asistente
¿Te respondí o no? Así es la función genial que sumó WhatsApp para no dejar ningún chat inconcluso
Para incentivar más descubrimientos. Cómo funciona la nueva IA de la Nasa que recopila toda la información científica de la Tierra
Darío Werthein, presidente de Vrio Corp. “Ya estamos en el nuevo mundo que nos impone la IA”