Google Pixel 8 Pro: el teléfono que equipara al iPhone en un punto clave (y hay otro que los supera a los dos)
Los Pixel 8 y Pixel 8 Pro tendrán 7 años de actualizaciones de sistema operativo y de parches de seguridad, un número similar al que ofrece Apple para sus iPhones, algo inédito hasta ahora para el mundo Android
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Una característica siempre distinguió a los iPhones respecto de los teléfonos con Android, más allá de comparar sus cámaras, pantallas o rendimiento en general. Y es el soporte que la compañía ofrece después de la venta: en particular, en la cantidad de actualizaciones de sistema operativo que recibirá un modelo particular en su vida. ¿Por qué? Porque una actualización del sistema operativo trae funciones nuevas, la optimización de las anteriores, la renovación de su interfaz de usuario, parches de seguridad y mucho más. Apple fue históricamente el rey en este segmento, pero los nuevos teléfonos de Google, los Pixel 8 Pro, vienen a cambiar esto.
Apple no ofrece un número exacto y oficial (entre otras cosas, porque depende de cuán grandes son los cambios de una versión a otra, y cuánto exigen al hardware), pero en general suele ofrecer una nueva versión de iOS a las últimas seis o siete generaciones de teléfonos. En el caso del iOS 17, el modelo más antiguo en recibir la versión de este año es el iPhone XR, de 2018, pero se espera que también se actualice el año próximo al iOS 18 (es decir, cumpliendo con un ciclo de seis actualizaciones).
La razón es simple: Apple controla el desarrollo del hardware, del sistema operativo y de la tienda de aplicaciones, porque lo que el costo de hacer que un sistema operativo sea compatible con versiones viejas de teléfonos es relativamente bajo, y la ganancia de seguir ampliando la base de dispositivos compatibles con su tienda de aplicaciones es, en el largo plazo, más que positiva.
Android, con menos opciones
Históricamente, los fabricantes de teléfonos con Android tenían otra postura: una vez que el teléfono estaba vendido, actualizar su sistema operativo representaba un costo alto (porque había que tomar el sistema operativo base desarrollado por Google y adaptarlo a cada combinación de hardware de cada modelo, y lidiar con licencias y drivers de los fabricantes de los componentes de hardware de ese modelo en particular), y de difícil recuperación: el teléfono seguía funcionando, sí, pero no le reportaba ganancias al fabricante; y de hecho extendía su vida útil, y alejaba la compra de un nuevo equipo.
Con los años esto cambió, en parte porque Google fue modificando cómo funciona Android para hacer algo similar a Windows: separar la parte que ve el usuario, con la interfaz gráfica y las aplicaciones, de los módulos que hablan con el hardware -como la cámara, la pantalla, el procesador o las antenas-, haciendo que las actualizaciones sean más sencillas de hacer. También, porque los fabricantes de equipos entendieron que las actualizaciones sirven para fidelizar a los usuarios.
Samsung, hasta ahora, era el más avezado, con cuatro años de actualizaciones de sistema operativo garantizadas (es decir, con cuatro versiones de Android) y cinco años de parches de seguridad para sus modelos de gama alta, tal como anunció en 2022 (hasta 2021 era tres años de nuevas versiones de sistema operativo). Esto fue a partir del Galaxy S21 en todas sus versiones, y los modelos posteriores; todos ellos, por ejemplo, recibirán la actualización One UI 6 (el equivalente de Android 14) que la compañía presentó esta semana en forma oficial. Otros fabricantes, como Motorola o Xiaomi, oscilan entre 3 y 4 años de actualizaciones de sistema operativo, y otro tanto de parches de seguridad.
Los Pixel... y uno más
Pero esta semana Google presentó los Pixel 8 y Pixel 8 Pro, sus smartphones más sofisticados, con nuevas cámaras, nuevas pantallas y una nueva generación del chip de diseño propio (el Tensor G3) que usa para sus dispositivos. Pero además de modernizar el hardware, la compañía anunció que estos modelos tendrán 7 años de actualizaciones de sistema operativo, nuevas funciones y de parches de seguridad. Es un aliciente para alguien que esté pensando en comprar el teléfono: más allá de si el equipo es bueno o no, el fabricante le está dando un mayor respaldo. Incluso ofrecerá 7 años de partes (pantalla, batería, etcétera) para arreglarlo.
Lo notable del caso es que no es Google la que ofrezca más soporte: el primer lugar se lo lleva Fairphone, una compañía que promete para su más reciente modelo, el Fairphone 5, cinco años de actualizaciones de sistema operativo y ¡ocho años! de parches de seguridad. Este teléfono, además, está diseñado para ser más reparable, con piezas (como la pantalla, la batería, o la cámara) que el usuario puede comprar y cambiar con un simple destornillador.
Por supuesto, la duda está en cuán utilizables serán esos dispositivos de acá a cinco o seis años: una nueva versión del sistema operativo casi siempre exige más al procesador. La buena noticia es que la actualización no es obligatoria: podemos quedarnos en una versión anterior si creemos que la más nueva no vale la pena, y al menos tenemos la posibilidad de elegir. La otra buena noticia es que al igual que como pasó con las PC, el hardware ha avanzado bastante más que los requerimientos de software, y en general los procesadores tienen algo de resto para soportar el uso de aplicaciones básicas. Habrá, quizá, que tenerles un poco más de paciencia (comparando con los modelos nuevos), pero podrán cumplir la tarea de aplicaciones estándar (WhatsApp, Instagram, el mail, un navegador) sin mayores problemas.