Los investigadores de Google han desarrollado un robot capaz de aprender a caminar por distintos entornos por sí solo, sin necesidad de que un humano intervenga, gracias a la Inteligencia Artificial (IA) y con el objetivo de que sean más útiles en el mundo real.
Los robots autónomos ya son una realidad, pero todavía no es posible que aprendan de manera autónoma. Hasta el momento los prototipos utilizan algoritmos de aprendizaje de refuerzo para aprender nuevos movimientos a través de pruebas y error, en un proceso donde dependen enormemente de la intervención humana. Por ejemplo cada vez que el robot se cae, alguien tiene que ir al lugar y volver a poner al equipo en su lugar para volver a repetir la tarea.
Para acelerar este proceso de aprendizaje, Google ha conseguido que un robot de cuatro patas aprenda a andar hacia delante y detrás o hacia la izquierda y derecha por sí solo utilizando los últimos avances en algoritmos, según un reporte publicado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), de Estados Unidos.
La investigación parte de otro estudio de la Universidad de Berkeley (Estados Unidos) que buscaba las fórmulas para que un robot aprendiera por sí solo en el mundo real. Generalmente, el aprendizaje reforzado se lleva a cabo utilizando una simulación, utilizando un doble del robot insertado en un escenario virtual para que aprenda a cómo comportarse.
Una vez que el algoritmo tiene la suficiente información para poder funcionar con seguridad, se introduce dicho algoritmo al robot físico. Esta técnica evita que el robot y el entorno que lo rodea sufra cualquier tipo de daños mientras realiza las pruebas.
Para esta nueva investigación, decidieron entrenar al robot directamente en el mundo real. Para ello tuvieron que desarrollar un algoritmo más eficiente que necesitase menos pruebas y por lo tanto menos errores. Además debido a que el entorno presentaba variaciones, el robot fue capaz de adaptarse a ellos.
Sin embargo el robot requería todavía intervención humana, por lo que tuvieron que llevar a cabo una serie de cambios. En primer lugar, delimitaron el terreno que el robot podía investigar y las maniobras que podía hacer. También limitaron sus movimientos además de hacerlo más precavido con el fin de minimizar el daño cada vez que el robot se caía.
Con estos cambios, los investigadores consiguieron que el robot aprendiera a caminar por diferentes entornos por sí solo. Este trabajo amplía enormemente las posibles actividades que llevarán a cabo los robots para desplazarse por diferentes entornos sin presencia humana.
Europa Press