Google habilitó el acceso a Bard, el chatbot que es la punta de lanza de su oferta de productos y servicios para competir con GPT, la inteligencia artificial de moda
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Google inició el martes el lanzamiento público de su chatbot Bard, en busca de usuarios y comentarios para ganar terreno a Microsoft. en una veloz carrera por la tecnología de inteligencia artificial.
A partir de ahora, los consumidores de Estados Unidos y el Reino Unido podrán inscribirse en una lista de espera para acceder a Bard en inglés, un programa que hasta ahora sólo estaba abierto para pruebas autorizadas.
Google describe Bard como un experimento que permite la colaboración con IA generativa, tecnología que se basa en datos anteriores para crear contenidos en lugar de identificarlos.
El lanzamiento el año pasado de ChatGPT, un chatbot de la startup OpenAI, respaldada por Microsoft, ha provocado una carrera en el sector tecnológico para poner la IA en manos de más usuarios. La esperanza es cambiar la forma de trabajar y, de paso, hacer negocios.
La semana pasada, Google y Microsoft hicieron un aluvión de anuncios sobre IA, con dos días de diferencia. Las empresas están incorporando tecnología de redacción de borradores en sus procesadores de texto y otros programas de colaboración, además de comercializar herramientas relacionadas para que los desarrolladores web creen sus propias aplicaciones basadas en IA.
A la pregunta de si la dinámica competitiva estaba detrás del despliegue de Bard, Jack Krawczyk, un alto directivo de producto, dijo que Google se centraba en los usuarios. Los probadores internos y externos han recurrido a Bard para “impulsar su productividad, acelerar sus ideas y alimentar su curiosidad”, afirmó.
En una demostración del sitio bard.google.com a Reuters, Krawczyk mostró cómo el programa produce bloques de texto en un instante, a diferencia de cómo ChatGPT teclea las respuestas palabra por palabra.
Bard también incluía una función que mostraba tres versiones diferentes o “borradores” de cualquier respuesta entre los que los usuarios podían alternar, y mostraba un botón que decía “Búscalo en Google”, en caso de que un usuario deseara resultados web para una consulta.
Sin embargo, la precisión sigue siendo un problema. “Bard no siempre acierta”, advertía una ventana emergente de Google durante la demostración.
El mes pasado, un video promocional de Bard mostró cómo el programa respondió incorrectamente a una pregunta, lo que contribuyó a reducir en 100.000 millones de dólares el valor de mercado de Alphabet.
Google destacó un par de errores durante la demostración de esta semana a Reuters. Bard también produjo nueve párrafos de texto cuando se le pedían cuatro en otra pregunta. Tras esa respuesta, Krawczyk pulsó un botón de respuesta con el pulgar hacia abajo.
“Conocemos las limitaciones de la tecnología, así que queremos ser muy prudentes con el ritmo al que la ponemos en marcha”, dijo.
Reuters