Galaxy Z Fold2: Samsung puso en venta en la Argentina su tercer smartphone con pantalla plegable
El equipo tiene una pantalla interna de 7,6 pulgadas que se pliega como un libro, y prestaciones de alta gama. La compañía lo presentó a nivel mundial en septiembre y ahora está disponible en nuestro país
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LA NACION
Samsung puso en venta en la Argentina su tercer smartphone con pantalla flexible, el Galaxy Z Fold2, dos meses después de su presentación internacional. El equipo, que tiene un precio internacional de 1999 dólares, se venderá en la Argentina por 229.000 pesos en 12 cuotas. Como hizo con el reciente Galaxy S20 FE y con otros modelos, Samsung combina el precio con promociones: está disponible en dos colores (negro y bronce) e incluye un voucher de 21.999 pesos que se podrá canjear por unos auriculares inalámbricos Galaxy Buds Live, un reloj Galaxy Watch Active2 o un Galaxy Watch 3.
El equipo se suma al Moto Razr 5G, otro smartphone con pantalla flexible, que se puso en venta en la Argentina ayer. Como ese, el Galaxy Z Fold2 es una versión mejorada del Galaxy Fold que Samsung presentó a fin de 2019: mantiene el diseño básico, pero lo optimiza, al tiempo que mejora las prestaciones.
Como el Galaxy Fold original, el equipo funciona como un libro, que al abrirse muestra la enorme pantalla interior. Reduciendo los marcos y eliminando la muesca interna, la pantalla interna plegable ahora es de 7,6 pulgadas (en el Fold original era de 7,3 pulgadas). La cámara interna para videollamadas ahora está integrada en la pantalla, con la perforación típica de los últimos modelos de Samsung. También incluyó parlantes estéreo en la cara interna del equipo.
La pantalla interna, además, puede alcanzar una tasa de refresco máxima de 120 Hz (ideal para videojuegos, ya que se verán más fluidos los movimientos) pero puede variar entre medio hasta bajar a 11 Hz, y así reducir el consumo de energía.
El cambio más visible, no obstante, está en la pantalla exterior frontal, que se usa cuando el teléfono está plegado: pasa de las 4,6 pulgadas del Galaxy Fold a las 6,2 pulgadas de este modelo, ocupando casi todo el frente del teléfono.
En lo que refiere a la pantalla interna, es de plástico, con un vidrio que la protege, que de tan delgado es flexible, y en teoría evita que se marque por una uña o una mota de polvo; de ese dispositivo hereda también el mecanismo de la bisagra, con una serie de escobillas para evitar el ingreso de polvo entre los engranajes, la némesis de las pantallas plegables.
La nueva bisagra, además, puede fijarse en varias posiciones cuando el teléfono está abierto en un ángulo de entre 75 y 115 grados (también puede abrirse por completo a 180 grados para usar de tableta). Samsung dice que refinó el mecanismo, que contiene 60 piezas encastradas, para soportar 200.000 aperturas en 5 años.
Completa el hardware con 12 GB de RAM, 256 GB de almacenamiento, un chip Snapdragon 865+, una batería de 4500 mAh y Android 10, modificado para permitir hasta tres aplicaciones en simultáneo en pantalla. Respecto de las cámaras principales, tiene una lente normal de 12 megapixeles y apertura f/1.8 (y elementos del sensor de 1,8 micrones, lo que debería darle buena fidelidad con poca luz), un gran angular de 12 megapixeles y apertura f/2.2, y un zoom 2x de 12 megapixeles.
Una función singular es la de autoencuadre en video: en una grabación, el equipo reconoce cuando entra otra persona en el campo visual de la cámara y reencuadra automáticamente para incluirlos a todos los presentes.
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