Galaxy Z Fold2: así es el nuevo smartphone plegable de Samsung
Después de un anticipo cuando anunció el Galaxy Note20, Samsung develó oficialmente todos los detalles de su tercer smartphone con pantalla plegable, el Galaxy Z Fold2, que combina las lecciones aprendidas del primer modelo, el Galaxy Fold (puesto en venta a fin de 2019), y el segundo modelo el Galaxy Z Flip (que se vende en la Argentina desde abril).
Una pantalla más grande
Como el Galaxy Fold original, el equipo funciona como un libro, que al abrirse muestra la enorme pantalla interior. Reduciendo los marcos y eliminando la muesca interna, la pantalla interna plegable ahora es de 7,6 pulgadas (en el Fold original era de 7,3 pulgadas). La cámara interna para videollamadas ahora está integrada en la pantalla, con la perforación típica de los últimos modelos de Samsung. También incluyó parlantes estéreo en la cara interna del equipo.
La pantalla interna, además, puede alcanzar una tasa de refresco máxima de 120 Hz (ideal para videojuegos, ya que se verán más fluidos los movimientos) pero puede variar entre medio hasta bajar a 11 Hz, y así reducir el consumo de energía.
El cambio visible más dramático, no obstante, está en la pantalla exterior frontal, que se usa cuando el teléfono está cerrado: pasa de las 4,6 pulgadas del Galaxy Fold a las 6,2 pulgadas de este modelo, ocupando todo el frente del teléfono, aunque en un diseño más alargado de lo usual.
Como referencia, el Huawei Mate X presentado en 2019 pasa de 6,6 a 8 pulgadas cuando está desplegado.
Una bisagra más resistente
Como el Galaxy Z Flip, Samsung cubre la pantalla interna, que es de plástico, con un vidrio que la protege, que de tan delgado es flexible, y en teoría evita que se marque por una uña o una mota de polvo; de ese dispositivo hereda también el mecanismo de la bisagra, con una serie de escobillas para evitar el ingreso de polvo entre los engranajes, la némesis de las pantallas plegables. El filtro de polvo fue clave en el Z Flip para evitar el papelón del Galaxy Fold original, cuya primera versión debió sacarse del mercado una semana antes de su puesta en venta porque los primeros modelos comenzaron a fallar.
La nueva bisagra, además, puede fijarse en posición cuando el teléfono está abierto en un ángulo de entre 75 y 115 grados (obviamente también puede abrirse por completo a 180 grados). Samsung dice que refinó el mecanismo, que contiene 60 piezas encastradas, para soportar 200.000 aperturas en 5 años.
Funciones y aplicaciones para la pantalla flexible
Más allá del resto del hardware, similar al que tiene el Galaxy Note20 (12 GB de RAM, 256 GB de almacenamiento, un chip Snapdragon 865+, una batería de 4500 mAh), lo que separa al Z Fold2 de otros equipos de la compañía está en cómo aprovecha la pantalla interior de gran tamaño. Samsung modificó Android 10 y sus propias aplicaciones para aprovechar esto.
Por ejemplo, cuando se ve una aplicación en la pantalla exterior y se abre el equipo, el sistema la despliega en el panel interior, pero ahora se puede elegir en qué formato; admite hasta tres aplicaciones visibles al mismo tiempo en la pantalla interior. De hecho, es posible definir combos de aplicaciones y sus ubicaciones, para abrir el trío cuando el usuario lo desea.
Como en el Z Flip, el Z Fold2 detecta cuando el teléfono está abierto y permite mostrar una app en la mitad de la pantalla y usar la otra mitad para mostrar controles: de reproducción en la aplicación de videos, de captura y edición en la cámara, etcétera. Incluso se puede definir que mientras la interfaz visible en la pantalla externa sea de teléfono, en la interna sea de tableta, para aprovechar la pantalla interior y ver más información.
Samsung dice que trabajó con Microsoft y Google para adaptar varias de sus aplicaciones a esta modalidad, tanto para que reconozcan las dos mitades de la pantalla interior y le permitan al usuario definir qué se ve en cada una (o si usarán la aplicación a pantalla completa y ya), como para emular algunas funciones de equipos más grandes: es posible arrastrar contenido de una aplicación a otra de Office: texto, imágenes, gráficos, capturas de pantalla, documentos, etcétera: la apuesta principal de Samsung para el Z Fold2 está en el usuario profesional.
La cámara con autoencuadre
En el otro componente donde Samsung se esmeró en marcar las diferencias con modelos anteriores es en la cámara. No por el hardware, que es similar al resto, con una lente normal de 12 megapixeles y apertura f/1.8 (y elementos del sensor de 1,8 micrones, lo que debería darle buena fidelidad con poca luz), un gran angular de 12 megapixeles y apertura f/2.2, y un zoom 2x de 12 megapixeles.
La cámara puede usarse para selfies abriendo el teléfono por completo; puede usarse con la pantalla interna y externa al mismo tiempo, para que la persona retratada se vea en la pantalla externa; se puede apoyar el teléfono y levantar la mitad de la pantalla con la cámara para tomar imágenes de exposición larga sin vibraciones, etcétera.
Un agregado inusual es el reencuadre automático: la cámara puede identificar cuando hay una, dos o tres personas y abrir o cerrar el cuadro en forma automática, útil si se está grabando un video y se suma alguien; incluso puede mantener una persona en el centro de la escena aunque el teléfono esté fijo y la persona se mueva de un lado a otro (en una habitación, por ejemplo, aunque no está claro cuál es el límite de movimiento).
Cuándo, dónde y a cuánto
El teléfono saldrá a la venta el próximo 18 de septiembre en los mercados internacionales a 1999 dólares, y llegará a la Argentina a fin de año, sin precio definido todavía.