Galaxy Note 8: vuelve el rey de los teléfonos grandes, ahora con doble cámara
Con doble cámara trasera y un diseño que sigue al Galaxy S8, el smartphone de mayor tamaño de Samsung hace su debut; llega al país en noviembre
NUEVA YORK.- Samsung presentó hoy en sociedad el Galaxy Note 8 , la séptima versión de la línea de smartphones con pantalla de gran tamaño que nació en 2011 (la compañía se saltó el 6 para igualar la versión de Note con la de Galaxy S) y que tiene como más célebre integrante de la familia al Galaxy Note 7 , que el año pasado debió ser quitado del mercado a pocas semanas de su debut porque un problema de diseño lo ponía en riesgo de que la batería se recalentara e iniciara un incendio. La compañía, por supuesto, afirma que aprendió la lección y que el Note 8 (como el Galaxy S8) es muy seguro en este aspecto.
El Note 8 llega al mercado en medio de un escenario complejo para la compañía. Es la familia de teléfonos que en los últimos años usó para mostrar las proezas técnicas que luego incluye en la línea Galaxy del año siguiente; así que de alguna manera permite vislumbrar el futuro. En efecto, con el Note 7 debutó el escáner de iris como alternativa al uso del sensor biométrico que luego se incluyó en el S8; a vez, el Note 8 recoge del Galaxy S8 la pantalla casi sin bordes, la ausencia de un botón físico frontal, y el sensor de huellas dactilares en la espalda, al costado de la cámara.
Un super Galaxy S8+
Estos cambios, junto al resto del hardware, que toma lo mejor del Galaxy S8+ y lo lleva un poco más allá, hacen que el Galaxy Note 8 funcione como una suerte de "Galaxy S8 Pro", o super S8+, ya que tiene todo lo que ofrece el Galaxy S8+, y un poco más: cámara doble trasera y lápiz para escribir en pantalla.
Es un teléfono para lo que necesitan todo lo que pueda incluirse en un equipo sin resignar funciones; su público principal son profesionales.
Estará en el mercado internacional a mediados de septiembre próximo a un precio que ronda los mil dólares. Si la compañía mantiene el calendario usual, debería estar en la Argentina antes de diciembre.
La cámara, el gran cambio
El Note 8 es el primer teléfono de la compañía con una cámara doble en la parte trasera, una función que está dando vueltas en el mercado hace años pero que en 2016 fue la base de las propuestas de LG, Huawei y Apple (en orden cronológico) a la que luego se sumaron Xiaomi, Motorola y otras compañías.
La cámara doble del Note 8, como la del iPhone 7 Plus, incluye una lente convencional con otra que tiene aumento; combina la información de ambos sensores para ofrecer un zoom óptico de 2 aumentos y fotos de 12 megapixeles de resolución.
Ambas cámaras del Note 8 tienen una calidad excepcional, con estabilización óptica en ambos sensores traseros (el primer smartphone en lograrlo) , foco por detección de fases (PDAF) y 12 megapixeles de resolución cada uno; la principal tiene una apertura f/1.7 (a mayor apertura, más luz llega al sensor y mejor fidelidad tiene en tomas con poca luz); el pseudo teleobjetivo, una apertura f/2.4. Y ya tienen competencia: LG confirmó que la semana próxima presentará el V30, el primer teléfono con una cámara con apertura f/1.6. Un número más bajo es mejor.
Además de permitir jugar con la profundidad de campo y la separación entre frente y fondo en la cámara (lo que se conoce como bokeh), el Galaxy Note 8 tiene un modo en el que guarda las imágenes que toman ambos sensores en simultáneo (el normal y el que tiene 2 aumentos).
También tiene una cámara frontal de 8 megapixeles con autofoco.
Un poco más de pantalla
La pantalla del Galaxy Note 8 es de 6,3 pulgadas, con la calidad Super AMOLED que ya es costumbre en la compañía, en un formato relativamente compacto. Es apenas más grande que la del S8+, de 6,2 pulgadas.
Como el Galaxy S8, el Note 8 tiene una pantalla casi sin bordes laterales, con un marco mínimo en los bordes inferior y superior, lo que le permite ofrecer una pantalla que tiene un formato casi 2:1 (es decir, es un rectángulo en el que el alto es dos veces el ancho) y resolución de 2960 x 1440 pixeles (para los puristas: la relación de aspecto de la pantalla es 18,5:9). Logró esto quitando el botón de inicio, que ahora es un área sensible a la presión en la parte inferior del frente del teléfono; en eso es igual en el S8.
La transmisión en vivo de la presentación del Galaxy Note 8
Se suponía que el Note 8 sería el primer equipo en ofrecer un sensor biométrico ubicado en el frente, pero detrás de la pantalla, pero la compañía no logra dar en el clavo con la tecnología necesaria. Parece una función destinada a 2019. Apple, por su parte, eligió un sistema de análisis tridimensional de un rostro para la validación biométrica como alternativa al sensor de huellas digitales, según los últimos trascendidos.
Una diferencia respecto del S8 es que el Note 8 no tiene los vértices del teléfono tan redondeados, y es un poco más grueso (para dejar espacio para guardar el lápiz).
El lápiz, un baluarte
El otro distintivo del Note 8 (más allá de incluir hardware de primera línea) está en la inclusión de un lápiz para escribir en pantalla, un concepto que mantiene desde 2011 y que luego retomaron otras compañías; desde su coterránea LG hasta Apple en las últimas iPad Pro.
Pero es un tema al que le sigue dedicando tiempo y esfuerzo; en este caso, permite escribir notas a mano alzada con la pantalla bloqueada (la aplicación se activa cuando se retira el lápiz del interior del teléfono, permite anotar hasta cien páginas en una sesión), dibujar como si fuera una tableta (detecta múltiples niveles de presión), activar comandos en pantalla y más.
En el Galaxy Note 8, la compañía dice que la punta del lápiz es más delgada que las versiones anteriores, más sensible a las diferencias de presión (para simular trazos diferentes) y permite recortar una captura de pantalla y animarla como GIF; también se puede usar el lápiz para traducir texto en forma automática.
Un agregado de Samsung al Note 8 es la posibilidad de crear un "atajo" para activar dos aplicaciones a pantalla dividida en forma automática, en vez de ir buscando cada una.
El resto del hardware
El resto del hardware va en consonancia con el S8: un procesador de ocho núcleos Snapdragon 835 o Exynos 8895 (la disponibilidad depende de la región), de lo más poderoso en el mercado para Android: 6 GB de RAM (más que el S8 convencional): 64, 128 o 256 GB de almacenamiento interno (expandible por tarjeta microSD). Como los últimos Galaxy, es resistente al agua y al polvo (con certificación IP67), tiene Bluetooth 5.0 e incluye a Bixby, el asistente personal de Samsung.
En lo que refiere a la batería, usará una de 3300 mAh (con carga rápida vía USB-C o con un cargador inalámbrico), lo que lo pone en una situación inusual: en los papeles tiene menos autonomía que el Galaxy S8+, que tiene una pantalla apenas más chica (6,2 pulgadas), pero más batería (3500 mAh).
Como los S8, el Note 8 corre Android 7.1.1 con la nueva interfaz de Samsung para Android, que reduce el número de agregados y simplifica los menús de configuración, e integra DeX: un accesorio que transforma al teléfono en una computadora de escritorio cuando se conecta a un monitor, teclado y mouse; incluso cambia la interfaz de usuario para mostrar un escritorio convencional, ventanas de tamaño variable, etcétera, en una vuelta de tuerca a las ideas de Motorola y de Microsoft en este aspecto.
Un tercer S8
La línea Galaxy Note es importante para Samsung por lo que ofrece, sobre todo, como imagen de marca antes que como líder de ventas; es una demostración cabal de lo mucho que avanzó la compañía en términos de diseño, y de cómo dejó de lado una práctica previa de incluir cualquier cosa para hacer más larga la lista de opciones técnicas, para encontrar algo con mejor sentido y más balance.
El Note 8 es una apuesta vistosa para el consumidor (y los usuarios de la línea Note suelen ser muy fieles a esta familia de equipos), y dentro del ecosistema de la compañía es el responsable del 5 por ciento de las ventas de su portfolio, según Strategy Analytics, que consigna que el Galaxy S8/S8+ fueron los teléfonos más vendidos de Samsung en el segundo trimestre del año (y los más vendidos del mundo, detrás de los iPhone).
Durante años el Galaxy Note fue el ejemplo por antonomasia de los phablets , es decir, de los teléfonos que por su tamaño de pantalla parecían una tableta. Ese diferencial está, pero la evolución del mercado hace que le resulte cada vez más difícil destacarse (incluso dentro de la propia compañía); con la doble cámara trasera, un poquito más de hardware y un diseño atractivo, la compañía espera que este equipo haga olvidar el mal trago del Galaxy Note 7 y le permita revalidar su título de rey de los smartphones de gran tamaño.