Flight Simulator: probamos la versión para Xbox antes de su lanzamiento
El simulador está disponible desde hoy en las nuevas consolas de Microsoft, e incluido en el servicio Game Pass
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PARA LA NACIONFranco Rivero
Este humilde servidor, además de trabajar como periodista y docente, es piloto civil. Hecha la aclaración, Flight Simulator (FS de aquí en más) siempre ocupó un lugar especial en mi corazón. Mi primer contacto con el titulo de Microsoft fue en mi casa hace 30 años en una PC de mi padre (él también piloto) que tenia un monitor color fosforo blanco. “Que increíble que está” decíamos en aquel entonces: en realidad, entre colores blancos y negros, teníamos que imaginarnos la mitad de las cosas. Pero había algo que marcaba un diferencial: era un simulador de vuelo y no un arcade para pasar el rato. Para ser bueno y sacar provecho, había que dedicarle tiempo y aprender algunas cosas sobre como volar una aeronave.
Versión tras versión, FS siempre estuvo instalado en mi PC. Pero esperaba con ansias el lanzamiento de esta nueva adaptación para consolas para ver de primera mano como Asobo (el estudio desarrollador) había adaptado este gran titulo a las consolas de nueva generación de Xbox.
Fue así como en LA NACION accedimos a la versión anticipada de su lanzamiento (que es hoy) para testearlo a fondo durante algunos días.
Un simulador que puede ser arcade
Hay dos tipos de personas que podrían interesarse en este título: pilotos o entusiastas de los aviones que quieren el máximo nivel de realismo, o usuarios en general que solo quieren dar un paseo surcando los cielos y disfrutar de los paisajes; FS responde muy bien a los dos bandos.
Con mucha paciencia y luego de instalar el juego (ocupa 100 GB mas 40 GB de una actualización) en la Xbox Series X, lo primero que debemos hacer es elegir qué experiencia queremos en FS: podemos activar todas las asistencias, dejar algunas o simplemente desactivar todo aumentando, de esta forma, el realismo.
Hecho esto, es hora de familiarizarse con los controles. Para esto nada mejor que el apartado “actividades” donde podemos sobrevolar maravillas naturales y construcciones del mundo antiguo como la pirámide de Giza. Estas actividades son acompañadas con una música suave que invitan a observar el empeño que Asobo y Microsoft han puesto en el apartado gráfico: para resumirlo, es increíble el nivel de detalle.
Luego de dar unas vueltas, lo aconsejable es pasar por el apartado “entrenamiento” y hacer practicas de despegue, aproximaciones y, sobre todo, aterrizajes.
El punto fuerte del simulador es el “mapa mundial” en donde podemos elegir un aeropuerto del cual despegar y un aeropuerto de destino para hacer un vuelo como si se tratase de uno real. Con esto quiero decir que, si bien se puede acelerar el tiempo, si marcamos que vamos desde Ezeiza hasta Santiago de Chile, nos indicará el tiempo real que tardaremos en llegar que variara dependiendo la aeronave que seleccionemos.
Como funciona en las consolas
La expectativa, luego de probar la versión de PC hace casi un año, estaba puesta en como funcionaria la adaptación para consolas de nueva generación de Microsoft. Como decía antes, el juego fue probado en una Xbox Series X (también funciona en la Series S) la consola mas potente de la compañía. Los resultados fueron los esperados. Realmente valió la pena la espera de 11 meses por el solo hecho de que el resultado colmó mis expectativas: corre muy fluido, los gráficos explotan las características de las consolas de nueva generación y ofrece una experiencia muy completa de vuelo, aunque solo contemos con el mando de la consola.
Esto, por supuesto, a sabiendas de que los simuladores utilizan muchos atajos de teclado para controlar diversos comandos de las aeronaves. No probamos (por una cuestión de tiempos) jugar con un teclado conectado a la Xbox, pero ya lo marqué como el pendiente de la experiencia.
Del otro lado de la balanza, algunas cosas menores. En la versión de consolas me resultó algo incomodo navegar por el menú de opciones tanto en el menú principal como dentro de la aeronave. El mismo fue desarrollado para el uso con mouse y con el control analógico de Xbox deberemos mover el cursor y seleccionar con el botón A en cada opción, algo que no resulta del todo practico.
Volando por el mundo
Ya lo habíamos visto en la versión PC, pero no está de más recordarlo: la nueva versión de FS se destaca principalmente por su realismo. Esto no es solo en materia de gráficos, sino en todo lo que se debe a condiciones climáticas, tráfico aéreo y vuelo a través de instrumental; todo esto y mucho mas se encuentra presente. Es importante aprender a utilizar el VOR (hay un tutorial de entrenamiento para eso), prestar atención y aprender a utilizar el IFR para poder establecer contacto con las torres de control para pedir autorizaciones de rodamiento, despegue, aterrizaje entre otras cosas y todo lo que respecta al instrumental avanzado de los aviones.
Con una asistencia graduada en media, es conveniente comenzar a volar con algunas de las versiones del clásico Cessna 172 para después ir escalando a aviones multimotores, hasta llegar a pilotar algún Learjet a turbina y por ultimo pasar a aviones a turbina de mayor porte como “la reina de los cielos”, el Boeing 747.
Por otra parte, los mandos de vuelo compatibles con las Xbox Series vienen algo retrasados. Ya se han anunciado algunos como el VelocityOne Flight de la firma Turtle Beach y el Trustmaster T.Flight que estarán disponibles próximamente.
En conclusión
Escribo estas conclusiones en pleno vuelo (aclaración, active el piloto automático): salí del aeropuerto internacional de Nueva York John F. Kennedy con rumbo a Boston, a bordo del turbohélice Beechcraft King Air 350i. Un vuelo corto pero placentero por sus hermosas construcciones.
El FS para Xbox es un acierto de Microsoft desde todo punto de vista. Puede mostrar la potencia de sus nuevas consolas y ofrecer una experiencia muy rica a los usuarios que quieran disfrutar de unas horas de vuelo. Los videojugadores querían juegos importantes para Xbox, este colma todas las expectativas.
Un detalle, los usuarios de la Xbox Series S (que cuenta con 512 GB de memoria de almacenamiento) tendrán un gran desafío con los 140 GB que ocupa el FS. Mi recomendación de cara al futuro es que adquieran una tarjeta de expansión de 1 TB como la de Seagate (que testeamos aquí) para no quedarse sin espacio.
El FS para Xbox ya está disponible para los usuarios del servicio Game Pass.
Por Franco Rivero
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