Facebook mostró una muñequera que puede leer tu mente para manipular un teclado virtual

En un evento virtual para prensa, Facebook mostró uno de los desarrollos que lleva a cabo en uno de sus departamentos de investigación y desarrollo. No es, adelantan, algo que esté listo ni próximo a estar a la venta. Pero si este es el primer paso, el futuro puede llegar a ser muy impresionante.

Se trata de una muñequera, o pulsera, capaz de detectar y, más importante, entender, los comandos que envía el cerebro a los dedos de la mano, una técnica llamada electromiografía, y que apela a algoritmos diversos para identificar el grupo específico de neuronas que está enviando ese comando y otros más complejos, como la rotación de la mano.

Facebook considera a este sistema basado en la muñeca como el futuro de nuestra forma de interacción con las computadoras.

Escuchar las órdenes que el cerebro le manda a los dedos

Al poder digitalizar el comando, es posible hacer dos cosas: una, manipular un teclado virtual moviendo las manos en el mundo real. Puede ser tan burdo como escribir en el aire, o en una mesa donde no hay nada visible, y que esto se refleje en una pantalla. O mover las manos y navegar un entorno virtual, avanzando por pantallas y menús que sólo vemos en nuestros anteojos de realidad virtual con un disimulado gesto de los dedos, y sin importar dónde tenemos las manos.

De hecho, puede decodificar comandos de movimiento con un milímetro de precisión (es decir: reproducir con gran fidelidad nuestra motricidad fina), por lo que es posible trasladarlo al entorno virtual con gran detalle, o permitir aplicar una fuerza o movimiento idénticos en un mando remoto.

Lo otro es que si alguien es capaz de enviar esa sucesión de comandos a través de su brazo (mover tal dedo, luego tal otro, etcétera), puede controlar un dispositivo tenga manos o no, por lo que podría permitirle a una persona que no tenga control sobre sus manos (o las haya perdido en un accidente, haya nacido así, etcétera) tipear en un teclado como lo más normal del mundo.

El avance de Facebook tiene otra virtud: lo único que es necesario usar es un brazalete (algo voluminoso por ahora), sin tocar el cerebro, sin implantes ni nada que se le parezca, como es el caso del Neuralink de Elon Musk.

Esto, dice la compañía, es el camino a un futuro en el que la realidad aumentada pueda aplicarse en forma sencilla, no invasiva y privada (a diferencia, de por ejemplo, los comandos de voz, que deben ser necesariamente audibles).

En Facebook se apuran a decir (con algo de lógica, teniendo en cuenta su reputación a la hora de conocer a sus usuarios) que esto no es un dispositivo que pueda leer tus pensamientos: el alcance es mucho más pedestre (saber que ahora querés flexionar el meñique, ahora pulsar con el pulgar), pero por eso mismo mucho más práctico.

El control de la mano incluye tanto el gesto de pulsar un botón o una tecla, o detectar una combinación de dedos para hacer el gesto de pinzas; con ellos, Facebook puede hacer que cualquier usuario sea capaz de interactuar con objetos en un entorno virtual como si los tuviera realmente en la mano.

Como sea, la compañía insiste en que faltan muchos años de desarrollo para que esto sea una realidad cotidiana (si es que alguna vez lo logra), pero se suma a los varios desarrollos que hay para lograr un vínculo más estrecho entre las computadoras y nuestro cerebro.

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