F8 2018: quién es Celeste Medina, la argentina a la que Facebook destacó en su conferencia
La argentina mencionada en la conferencia F8 de desarrolladores de Facebook que se propuso, con su empresa social, revertir la brecha de género en la industria de tecnología local donde sólo 1 de cada 11 personas que trabajan en Tecnología son mujeres.
Celeste Medina tiene 29 años y es sanjuanina. Pero vive desde chica en Buenos Aires y es conocida por su labor en Ada IT, una empresa social que promueve la inclusión de las mujeres argentinas en el ámbito de la tecnología: una oportunidad de impacto social por el solo hecho de darle oportunidad a mujeres que de otra manera no podrían estudiar. Por esta razón, y por su empuje y constancia, fue destacada como ejemplo por Ime Archibong, director de sociedades a nivel global de Facebook, en la conferencia inaugural de la reunión anual para desarrolladores de la compañía, F8 2018 , el martes último: "Contó que uno de los casos alrededor del mundo que lo inspiraban era el caso de Ada IT, donde ayudamos a cerrar la brecha de género en tecnología con un 68% de inserción laboral. Para nosotros significa un reconocimiento al trabajo que venimos haciendo y una puerta con socios a nivel global", explica Celeste, emocionada por lo que significa este reconocimiento a nivel mundial.
Porque Medina, como sus alumnas, también es un ejemplo de perseverancia y esfuerzo: "Empecé a estudiar Ingeniería en Sistemas en la UTN hace 10 años, dejé y ahora estoy volviendo", explica; y cuenta a LA NACION por qué ella no tuvo sesgo de género a la hora de estudiar una carrera con grandes posibilidades para todos: "Mamá era programadora a mi edad, luego fue profesora de informática como mi papá. Somos varios hermanos en casa y nunca sobró ni faltó nada; pero mis padres siempre hicieron grandes esfuerzos para que haya una computadora en casa desde chica. A los 5 años ponía comandos en DOS para correr los juegos de diskettes; a los 10 años hacía páginas web de los temas que más me gustaban: la Navidad y los animé. A la par, mi mamá siempre investigaba o usaba nuevas tecnologías y yo siempre me sentaba al lado: así presencié como chateaba con otras personas vía el BBS de la Biblioteca Nacional y cuando llegó internet, como intercambiaba emails con los argentinos en la Base Marambio. Siempre fui impulsada y potenciada a seguir mis intereses" describe, como si fuera receta de empoderamiento necesario para que más mujeres se animen a ir por ese camino.
En 2013, a raíz del concurso de Socialab y del Gobierno de la Ciudad #Desafiante , para crear empresas de impacto social, desarrolló Ada junto a Ezequiel González. Una empresa que apuesta a acercar a las mujeres a oportunidades laborales como desarrolladoras de software. En el 2015, fue premiada con el Change Agent ABIE Award, como mujer sobresaliente del ámbito internacional por crear oportunidades para mujeres y niñas en tecnología. En el 2016 fue seleccionada para presentar oficialmente al entonces presidente norteamericano Barack Obama en el discurso que realizó en la Usina del Arte.
"Queríamos tener un emprendimiento con impacto, siguiendo el movimiento de EE.UU. y Canadá. En esa época no había iniciativas locales. Actualmente en ADA ya estudiaron 50 mujeres y durante este semestre estamos formando a 50 más. La gran mayoría ya están trabajando en empresas como MercadoLibre, IBM, Accenture, Frávega, Aerolab, entre otros", relata mientras explica el diferencial de esta formación, orientada por completo al trabajo, es que es intensiva y con foco puesto en la intermediación laboral con las empresas que buscan programadoras. "Es la única escuela que son solo de mujeres y también tiene desarrollo de habilidades blandas como UX, metodologías ágiles, prácticas de entrevistas técnicas y acceso a una plataforma para mejorar su inglés de manera escrita, oral y de escucha".
La formación es de 400 horas (cinco meses) y está orientada a lo que busca el mercado; una vez finalizado el curso, ADA acompaña a las egresadas en su proceso de entrevistas de trabajo con el fin de que se inserten en el mercado. El valor total es de 35.000 pesos por cuatro horas por día: "la mitad de lo que cuesta en escuelas similares que, sin embargo, no profundizan tanto en cada habilidad", dice.
La salida laboral de las egresadas de ADA es un hecho en un 68%: "La mayoría de nuestros estudiantes el primer trabajo representa su primer trabajo en blanco con un salario que a veces triplica el salario que tenían antes de pasar por el programa".
Pero el principal diferencial de ADA es que para cerrar la brecha de género ofrecen posibilidades de estudio a quien no tenga recursos, a través del Préstamo de honor: "abonan la parte afectada por el préstamo y una vez que consigan un trabajo en tecnología nos pagan en cuotas que no superen el 20% de su salario neto". Los préstamos son posibles gracias al aporte de empresas que financian esta posibilidad y son una manera de permitir que mujeres que no tengan recursos económicos -pero sí el potencial- puedan tener una formación de calidad: "Todas pasan por un proceso de selección que incluyen test de habilidades lógico secuenciales y una entrevista. En la última edición tuvimos 400 aspirantes e ingresaron 50" explica Medina.
En la página de ADA IT hay más información, los precios actualizados, horarios y el formulario para inscribirse.
Según un estudio de la comunidad Chicas en Tecnología, en 2020 habrá más de 1.4 millones de puestos de trabajo relacionados al sector tecnológico y se proyecta que tan solo va a haber un total de 29% de graduados para cubrir esa cuota.
El problema que busca solucionar Ada desde su lugar, además de la falta de profesionales con determinados conocimientos técnicos, es el de la brecha de género y oportunidades. Hoy las mujeres ganan un 35% menos que los hombres, con trabajos discontinuos e informales y sólo 1 de cada 10 trabajadores del área STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, en inglés) son mujeres. La industria IT es una gran oportunidad porque ofrece salarios un 45% más altos que otras áreas. Haciéndole honor a su inspiradora, Ada Lovelace, hoy Ada es noticia en el congreso más importante de desarrolladores del mundo. La primera programadora de la historia, la creadora del primer algoritmo procesado por una máquina, tuvo reconocimiento muchos años después de su muerte en 1852, cuando en 1979 el Departamento de Defensa de los Estados Unidos reconoció sus aportes y creó un lenguaje de programación en su honor llamado Ada. La cuestión es hacer historia, ahora.