Estaba enfermo, no podía salir, y tuvo una idea genial: mandó a su auto a control remoto a hacer las compras por él
Un español conocido en redes como Thegreencar modificó un auto a control remoto con partes de un dron y lo usa para hacer mandados sin salir de su casa
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Nació como un proyecto para divertirse y ahora, que es viral en las redes, empieza a convertirse en algo más. Se trata de Thegreencar, un proyecto de un español -que prefiere permanecer anónimo- de Sabadell, Barcelona, que consiste en un auto dirigido por radiocontrol al que adaptó el sistema de un antiguo dron (con cámaras 360 y parlantes) y lo controla con sus anteojos virtuales.
Las aventuras del pequeño auto son transmitidas por TikTok y por Instagram, y se lo puede ver recorriendo algunas calles de España, tocando la bocina para asustar a la gente o descolocar a agentes de tránsito, o al entrar en determinados locales (un cine, una juguetería o una biblioteca, entre otros) o al hacer algunos mandados. El auto tiene incorporada una pequeña cajita de metacrilato, donde su dueño envía mensajes y/o dinero para que los dueños de los locales lo tomen y pongan su producto allí. De hecho, se lo puede ver, por ejemplo, comprando una hamburguesa en un local de comidas rápidas para saciar el hambre de su fabricante.
La persona detrás de la máscara logró combinar dos grandes pasiones con este proyecto: “soy piloto de drones, pero la normativa en España y Europa en general es muy restrictiva, por lo que tuve que dejar el hobby y mantuve mi otra pasión: los coches radiocontrol”, le contó a LA NACION.
Para crear a Thegreencar, modificó un coche a control remoto (Traxxas X-Maxx 8S), que tiene unos 35 cm de alto y puede ir hasta unos 100 km/h. Le agregó algunas características de su dron, unas antenas para ampliar su alcance, bocina y un altavoz para poder hablar y escuchar a otras personas. “El alcance era muy limitado, ya que en tierra hay muchos obstáculos. Entonces también diseñé un protocolo de transmisión de video, siempre dentro de la legalidad para lograr más alcance, y logré algo muy loco: ¡un coche radiocontrol capaz de alejarse 15 kilómetros! ¡Una locura! Hasta yo mismo me sorprendí de la fiabilidad de lo creado”, explica orgulloso.
Si bien la idea en principio era solo hacer algunas travesuras y mostrarlas en sus redes, un día necesitó usar su invento para otra cosa y descubrió una nueva veta. “Un día me encontraba enfermo en casa, no había hecho la compra y no podía salir... entonces se me ocurrió la genial idea de ir a comprar con el coche a control remoto. Puse una nota en la que podía leerse ‘ponme un bocadillo de jamón’. Estaba entre nervioso y hambriento, pero ¡lo logré!”. Un amigo lo incitó a subir los videos a TikTok y la cuenta rápidamente comenzó a crecer, hasta tener 1,8 millones de seguidores y videos que llegan a las 38 millones de visualizaciones. “¡No pensé que llegaría a este punto!”, indica.
Diseña más modelos
Más allá de la diversión, el futuro de Thegreencar es sin duda comercial. Tuvo contactos de varias empresas y algunas ofertas por su producto, pero las rechazó porque piensa comercializarlo el mismo: “en la actualidad estoy trabajando día y noche para sacar mi propio modelo de coche radiocontrol y que todo el mundo pueda tener un thegreencar en su casa”. Su idea es abrir una tienda online “donde todo el mundo podrá comprar y personalizar su propio Thegreencar”.
En principio, el modelo será posible comprar el Thegreencar Globo, el modelo original. Pero existen otros dos modelos: Thegreencar infiltrado (coche radiocontrol de pequeñas dimensiones con la misma tecnología en transmisión que thegreencar Globo, capaz de meterse por cualquier rincón de cualquier tienda gracias a su potencia, tamaño, rendimiento y agilidad) y después otro que alcanza los 160 km/h, con el que, dice, ya hizo “saltar” un radar.
Más allá de haber rechazado varias ofertas, aceptó una pequeña publicidad que añadió a uno de sus videos, porque “es lo que me ayuda a financiarme”, sostiene.
Además de la diversión y la veta comercial, es conciente que su creación puede tener otros usos: ayudar a personas con discapacidad o adultos mayores a la hora de hacer compras o mandados. “Fue en una de las primeras cosas en las que pensé cuando logré tanta fiabilidad, porque sería una herramienta muy útil para facilitar algunas tareas -reflexiona-. Así que estoy trabajando en ello y sería un orgullo para mí poder lograrlo.”