En qué otros países se usan sistemas de reconocimiento facial
El sistema de reconocimiento facial que acaba de implementar el gobierno porteño es una tecnología que cuenta con antecedentes en varios países del mundo. Pero mientras las autoridades sostienen que es de una vital importancia para combatir el crimen, muchas personas miran con malos ojos a esta versión de Gran Hermano.
Los sistemas de reconocimiento facial analizan los rostros de las personas captadas por cámaras de vigilancia y permiten detectar a personas que ya figuran en alguna base de datos de las fuerzas de seguridad, o sea, que ya cometieron algún delito.
Es así como la Interpol tiene su propio sistema, que, según sostienen en su página web, tuvo más de 60 aciertos potenciales hace un par de años. Eso sí, la base de datos crece a pasos agigantados: ya cuenta con 44.000 imágenes de 137 países.
En Estados Unidos
Por otro lado, y hace tan solo un año, se realizó una prueba piloto de una tecnología similar en Nueva York y en Londres, pero con una eficacia casi nula. En la versión inglesa, la tasa de aciertos al menos dio 2%. Pero la que usó la Autoridad Metropolitana de Transporte de la Gran Manzana, adquirida a la empresa francesa Idemia, fue 0%.
Igualmente, Estados Unidos sigue adelante con la implementación de estos sistemas. El propio FBI lleva un registro digital de criminales en 16 estados, y las bases de datos tienen el registro facial de la mitad de la población adulta. Y se están empezando a incorporar en escuelas, para evitar las masacres tristemente recurrentes. Pero todavía no funciona en forma aceitada. Los fallos en la precisión de la información lograda para identificar personas (que según la American Civil Liberties Union - Unión Americana de Libertades Civiles- llega al 48% de los casos) cuestiona la eficacia del sistema.
Los agoreros de siempre gritarán a los cuatro vientos que esta tecnología puede derivar en polémica, porque está lejos de ser perfecta. Y un caso en particular estaría confirmando su temor: a fines del año pasado, un joven neoyorquino fue arrestado tras haber sido identificado a través del sistema de reconocimiento facial de Apple como el responsable de varios robos en distintas ciudades del país. El sistema asoció su rostro con el del verdadero culpable, quien además había obtenido una tarjeta de identificación del muchacho de 18 años. Tras comprobarse su inocencia, demandó a la empresa de la manzana por 1000 millones de dólares.
No fue el único error grave. En julio pasado, el software de reconocimiento facial de Amazon identificó a 28 miembros del Congreso estadounidense como personas que tenían antecedentes penales. Como para traer aún más controversia, muchos de ellos eran personas de color. Una agria discusión se lleva a cabo por este tema, en donde incluso un estudio del MIT encontró que los algoritmos de reconocimiento facial desarrollados por Microsoft, IBM y la china Face++ no podían distinguir a personas de distinto color, y hasta se llegó a solicitar desde diversos sectores de la población que no se aplique la tecnología para su uso por las fuerzas de seguridad.
Londres y Gales
Por su parte, las autoridades policiales londinenses, tal vez por estar habituados a las hazañas detectivescas de Sherlock Holmes, no se desaniman. El conejillo de indias elegido como prueba piloto es el barrio londinense de Romford, donde ya se produjeron varios arrestos efectuados por la policía metropolitana de personas identificadas como autoras de hechos violentos. Pero su uso ya generó varias protestas de la población, que la considera una invasión a la privacidad y una forma de vigilancia del Estado sobre las personas, violando incluso derechos humanos (como se sugiere en este artículo de The Telegraph).
En Gales, por su parte, se usó esta tecnología en un partido de fútbol (la final de la Champions League del año pasado): con un 92%...de falsos positivos. Luego, la policía de Gales del Sur, que utiliza la misma tecnología que sus colegas de Londres y de Leicerstershire (desarrollada por la empresa japonesa NEC), realizó pruebas, más controladas, donde el software pudo identificar a un 81% de las personas.
China, a la vanguardia
En el país más poblado del mundo, China, se podría decir sin eufemismos que encontrar a una persona es como buscar una aguja en un pajar. Pero se trata de una de las naciones más controladas del mundo, donde en las ciudades principales hay cámaras de vigilancia en cada esquina. Pero las primeras pruebas concretas de la tecnología de reconocimiento facial, se empezaron a realizar en Xinjiang, una región remota y parcialmente deshabitada, en comparación con las principales y gigantescas urbes del país. Vía coordenadas de GPS, las autoridades locales lograron almacenar información de 2,5 millones de personas en una base de datos. La firma local SenseNets que desarrolló el sistema, saltó a la fama porque un experto en seguridad holandés detectó que los datos estaban disponibles para todo el mundo, debido a una brecha de seguridad.
Pero la implementación en China va incluso más allá, porque el año pasado la policía de Zhengzhou se había equipado con gafas de sol inteligentes, que utilizan software de reconocimiento facial para poder detectar sospechosos. Y en relación a lo de encontrar la aguja en el pajar, en el sur del país se logró detener a un fugitivo de 31 años de edad que pudo ser detectado en un concierto al que asistieron 60 mil personas.
El monitoreo a través de cámaras chino fue vendido ya a varios países de todo el planeta (como Alemania, Emiratos Árabes Unidos, Ecuador, Perú, Pakistán o Zimbabwe) y están preparados para incorporar algún sistema de reconocimiento facial. En los Emiratos Árabes Unidos, ya se anunció para 2020 un sistema que permitirá reconocer a criminales. Claro que irá más allá, porque las cámaras no solo estarán en las calles y en los lugares con gente más concurridos, sino también en los patrulleros. Al igual que en China, los policías portarán gafas de sol inteligentes con software de reconocimiento facial incorporadas.
En India, el segundo país más poblado del globo, la policía está usando este sistema para encontrar niños perdidos. La primera experiencia que llevaron a cabo permitió encontrar a casi 3000 niños y reunirlos con sus familias. Algo similar ocurre en Japón, donde se utiliza más para reducir robos en tiendas, para reducir accidentes de conducción o para lograr que la gente no se duerma en su trabajo que para otra cosa.
En Malasia y Singapur la policía también tiene listo el sistema de vigilancia a través del reconocimiento facial. En la pequeña y millonaria ciudad estado, que incorporó tecnología china y japonesa, tienen incluso un avance aún más futurista: reciben ayuda de un robot autónomo, cuyas siglas en español despertarían muchas suspicacias y más de una polémica. Se trata del Multi-purpose All-Terrain Autonomous Robot (MATAR).