El escritor estadounidense dio su opinión acerca del avance de la tecnológia y su incursión en la literatura
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Es indudable el avance de la Inteligencia Artificial. Desde que este nuevo aspecto tecnológico irrumpió en el mercado, las personas encontraron un recoveco para explorar -y a veces solucionar- sus problemas de la vida cotidiana. En el plano artístico, las personalidades más reconocidas se mostraron a favor de esta inventiva que revolucionó el mundo y continúa en franca expansión.
En un ensayo publicado en el sitio The Atlantic, el escritor Stephen King estableció su postura a favor de la IA dando a entender que el paso del tiempo es impredecible para estas cuestiones y que la tecnología tomó un rol preponderante en las sociedades de todo el mundo. “¿Prohibiría la enseñanza (si esa es la palabra) de mis historias a la inteligencia artificial? Ni aunque pudiera”, deslizó el autor de El resplandor, entre otros títulos.
Con el foco puesto en la dependencia que generan los dispositivos móviles en los seres humanos, King realizó un pequeño resumen de ello y estableció un interrogante que dio pie al avance de la Inteligencia Artificial: “Teléfonos que te dicen dónde estás y cómo llegar al siguiente lugar. Vivimos con todas estas cosas y, en algunos casos (el teléfono inteligente es el mejor ejemplo) no podemos vivir sin ellas, o eso nos decimos a nosotros mismos. ¿Pero puede una máquina que lee aprender a escribir?”, expresó.
Dentro de su postura a favor de este fenómeno, King sostuvo que la IA está encargada de producir contenidos de mayor calidad para los lectores y que no descarta, en un futuro próximo, que su creatividad se ponga a la par de las capacidades humanas.
Conocedor de la materia y de cómo se generan éxitos literarios que trascienden fronteras, el escritor estadounidense comparó los poemas generados con IA con “el dinero de las películas” y agregó, según su perspectiva: “Es bueno a primera vista, pero no tan bueno cuando se hace una inspección minuciosa”.
Con la intención de fomentar la creatividad, King continuó con el planteo de que el avance tecnológico es fructífero, aunque se deberán pulir detalles en el camino para nutrirlo de información valiosa y así llegarle a los humanos. “Es algo inminente y hay que empezar a moldearlo para ver sus resultados”, aclaró una de las personas más influyentes en la literatura moderna.
A la par de este razonamiento, colegas de Stephen King se mostraron en contra de la difusión de sus contenidos por la Inteligencia Artificial. El principal argumento se basa es que es sin su consentimiento, según explicaron Margaret Atwood y James Patterson en una carta abierta enviada a los principales CEO de tecnología.
“Millones de libros, artículos, ensayos y poesía protegidos por derechos de autor proporcionan el ‘alimento’ para los sistemas de inteligencia artificial, comidas interminables por las que no se ha cobrado ninguna factura”, explicaron Atwood y Patterson, quienes fueron la cabeza visible de un reclamo de 8000 autores, quienes, en contrapartida al pensamiento de King, se opusieron al avance de la IA en la literatura debido a no reconocer sus obras, ni pedirles autorización para su publicación.