El mundo que viene: ¿cómo serán los zoompleaños cuando superemos la cuarentena?
En medio de la crisis global por la pandemia de coronavirus covid-19, el confinamiento y la distancia social fueron los recursos fundamentales que implementaron los gobiernos para evitar una crisis sanitaria. Estas medidas provocaron un cambio radical en la forma de trabajar, estudiar y estar cerca de familiares y amigos.
Así fue como Zoom, un servicio orientado a empresas y profesionales, comenzó a ser utilizado en todo el mundo. Clases de yoga, recitales hogareño y hasta celebraciones y zoompleaños fueron algunas de las rutinas cotidianas que se mudaron al mundo digital durante estos últimos meses de confinamiento en todo el mundo.
Así fue como un servicio preexistente y poco utilizado como las videollamadas grupales se transformaron en el aliado indispensable de las personas durante la cuarentena. ¿Qué pasará cuando se supere la crisis global? ¿Cómo utilizaremos la tecnología en el mundo que viene? Angeles Cortesi, fundadora de la consultora de innovación estratégica LOBO, analiza cómo será nuestra relación con el mundo digital después de la pandemia.
¿Cómo fue la adopción repentina y obligatoria de la tecnología para continuar con el trabajo, el estudio y muchas otras rutinas?
Lo que está pasando es que se extendió la adopción de la tecnología a un mayor porcentaje de la población. Experimentamos una gran aceleración de un cambio que ya se estaba aplicando en muchos ámbitos.
El concepto tradicional de levantarse de lunes a viernes para ir a una oficina y volver no era algo habitual en las compañías que marcan el rumbo en la industria tecnológica. A su vez, las personas descubrieron en la adopción de la tecnología en sus rutinas cotidianas que esto es mucho más que utilizar las videollamadas para ser más eficientes.
¿Cómo será el regreso a nuestras tareas cotidianas una vez que superemos esta crisis?
Todo lo que estamos viviendo es un terreno ganado al río. Incorporar la tecnología en nuestras vidas nos permitió ser más eficientes, tener mejor dominio de nuestro tiempo y de nuestra calidad de vida. Es probable que deseemos recuperar algunas cosas de nuestra anterior etapa. Pero habrá muchos cambios, será muy difícil volver atrás, a un modelo que tenía que caer porque tal vez no tenía sentido su existencia.
¿Cuál será nuestra relación con las pantallas y los dispositivos electrónicos en el mundo que viene?
Ahora estamos muy expuestos a las pantallas, pero es probable que acomodemos para volver a crear un nuevo hábito. Antes de la cuarentena era un tiempo que se nos iba de las manos, las pantallas robaban toda nuestra atención sin darnos cuenta.
Durante el confinamiento, después de pasar horas hablando por Zoom con nuestros familiares y amigos, no quedan muchas ganas de seguir mirando las publicaciones en Instagram o en Twitter. Es muy probable que optemos por cocinar algo, leer un libro o jugar con tus hijos.
¿Qué pasa con las personas que quedaron al margen de la tecnología?
Estamos frente a una gran oportunidad, más allá de la crisis. Este virus puso al rojo vivo todo aquello que se posponía una y otra vez, que quedaba bajo la alfombra todo el tiempo. La tecnología siempre fue algo prioritario, el acceso a Internet y a los recursos digitales tiene que ser una política de estado.
Necesitamos una población alfabetizada en el uso de la tecnología, tener resultados concretos en estos temas. Internet es una herramienta que permite potenciar el crecimiento humano y debe estar accesible para todo el mundo. De hecho ya existen debates que planean el acceso a Internet como un derecho humano que debe estar al alcance de todos.
¿Cómo será este nuevo futuro con los temas relacionados con la privacidad digital?
Para el futuro no nos suceda, como nos está pasando ahora, tenemos que ser más activos, ser agentes de cambio. No podemos dejar en manos de pocos la decisión que involucra a toda la población. Están diseñando nuestro presente, desde donde inevitablemente se construye el futuro, y por eso espero que ahora, que estamos más involucrados en el uso de diversos servicios y apps comencemos a realizarnos mejores preguntas. La tecnología no es ni buena ni mala, depende de su uso. El uso de la geolocalización, combinada con la información genética de la población, puede tener un impacto muy positivo, pero también ofrece un escenario negativo dependiendo quién las use.
Si planteo escenarios con todo lo negativo que puede llegar a pasar, y realizo un diseño desde este punto de partida, es posible crear modelos más resilientes. Seguramente tendremos problemas, pero por lo menos tendremos muy presentes todos los posibles problemas.
Temas como la privacidad digital y la seguridad informática son muy importantes, no podemos permitir que realicen un seguimiento cada vez más granular de nuestras vidas, sin saber qué hacen con nuestros datos. Necesitamos como población ser más activos en este debate.
Ahora tenemos herramientas increíbles, contamos con los medios y la tecnología a nuestro alcance, a diferencia de otras épocas. Dejemos de ser víctimas y pasemos a ser protagonistas. Nuestra actitud tiene mucho que ver, más allá de la tecnología.