El motivo por el que Amazon ha comprado las aspiradoras Roomba: información de oro sobre los hogares
El acuerdo al que ha llegado la compañía para hacerse con iRobot le aportará algo inédito para las tecnológicas: un conocimiento físico sobre qué pasa en el interior de las casas
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Para quien no las haya visto en acción, las aspiradoras Roomba son unos robots con forma de disco que se pasean por la casa recogiendo suciedad y atemorizando gatos. Es el producto más exitoso de iRobot, una empresa que fue contratista del Pentágono gracias a sus robots de desactivación de minas antipersonales o de la NASA con sus ingenios de exploración espacial. Amazon anunció hace dos semanas un acuerdo mediante el cual se hace con iRobot, la empresa que los fabrica, a cambio de 1700 millones de dólares. ¿Qué busca el gigante tecnológico con esta adquisición?
Estas palabras de Colin Angle, CEO de iRobot, en una entrevista con EL PAÍS en 2018 dan con la clave. “Cuando yo le digo a Alexa: ‘Ve a la cocina y tráeme una cerveza’, Alexa lo entiende, pero no sabe lo que es una cocina. Alexa necesita saber qué es una cocina, qué es un dormitorio. Esta organización de la información espacial es lo que falta para convertir los hogares en inteligentes”.
Las Roomba aspiran polvo, pero también datos. Cuentan con sensores ópticos, infrarrojos y de presión, entre otros, que les permiten sortear obstáculos y limpiar las estancias seleccionadas. El último modelo, la j7, tiene una cámara frontal que saca fotos de lo que se encuentra a su paso y que, con la ayuda de algoritmos de inteligencia artificial, ha catalogado ya más de 43 millones de objetos. No improvisan sus movimientos: se desplazan por detallados mapas que trazan sobre la vivienda y que actualizan con cada expedición que hacen.
Esa información es oro. Puede que Facebook sepa qué votas y Google te conozca mejor que tu novia, pero se trata siempre de inferencias a partir de la actividad digital. Las grandes tecnológicas no habían tenido hasta ahora acceso al entorno puramente físico de la vida privada de sus clientes. Cartografiar los hogares y ver qué hay en ellos abre un nuevo horizonte de posibilidades. Aporta ese contexto espacial al que se refería Angle. Y mucho más.
Qué datos puede registrar una aspiradora robot
Roomba puede estimar tu nivel de alquiler (sabe el tamaño de tu vivienda y en qué barrio se ubica), cuántos hijos tienes y de qué edades (por el tipo de obstáculos que se encuentra), cuánto tiempo pasas en casa, si teletrabajas o no, si ves la tele, dónde tienes el sofá y si lo has cambiado recientemente, si te gusta cocinar, si tienes mascotas, si eres ordenado o no y hasta tus hábitos de sueño. Todo a partir de la topografía de la casa y de los objetos con los que tropieza, no de suposiciones más o menos elaboradas a partir de tus likes o historial de búsquedas. Esta información supone un filón para una empresa, Amazon, que entre otras cosas se dedica a vender todo tipo de productos.
La adquisición de Amazon cobra más sentido todavía si se superpone a otros productos de la compañía. Roomba aporta mapas detallados de la vivienda. Los asistentes de voz Echo, donde habita Alexa, son su micrófono en la casa (siempre están escuchando, a la espera de detectar las palabras de activación). Los porteros automáticos Ring vigilan quién entra y sale del hogar; las cámaras de seguridad Blink, son sus ojos de puertas adentro. Los robots Astro, una especie de Alexa con ruedas, cámara y pantalla, no han conseguido por el momento convertirse en un producto cotidiano, como lo es ya Roomba, pero si lo logran aportarán un plus de omnisciencia de la compañía en los hogares.
Amazon tiene una visión integral de lo que sucede en el hogar, el núcleo de la intimidad de la sociedad capitalista. ¿La información que coseche Roomba podrá ser cruzada con la que ya tenía Amazon sobre nuestros gustos? Todavía no se ha consumado la adquisición y es pronto para hablar sobre integración de datos. Eso dicen a EL PAÍS fuentes de la compañía fundada por Jeff Bezos, que en cualquier caso subrayan que “proteger los datos de los clientes siempre ha sido una prioridad”. Cuando Facebook compró WhatsApp, Mark Zuckerberg dijo que jamás integraría los datos de la red social con los del servicio de mensajería. Su promesa tardó solo dos años en romperse.
¿Hay motivos para temer las implicaciones que tendrá en la privacidad la entrada de Roomba en el grupo? En 2017 corrió el rumor de que iRobot se proponía vender los planos de las casas a compañías como Amazon, Apple o Google. La empresa lo negó. Los videoporteros Ring colaboraron con varios departamentos de policía de EE.UU. siendo ya propiedad de Amazon, según probaron varias investigaciones periodísticas, si bien los portavoces de la compañía aseguran que esas prácticas acabaron para siempre.
El tiempo dirá. Aunque la operación debe pasar todavía el filtro del regulador estadounidense, la FTC. El órgano está presidido por Lina Khan, una académica beligerante con las grandes tecnológicas. La jurista se hizo un nombre en la academia con un artículo en el que argumentaba cómo aplicar las viejas leyes antimonopolio de forma efectiva a las escurridizas Big Tech. Su caso de estudio era precisamente Amazon.
EL PAIS