Probamos al Galaxy 10e, el hermano menor de los nuevos smartphones de Samsung
Faltan pocas semanas para que Samsung renueve su línea de teléfonos de alta gama en el país y lo hará, a diferencia de años anteriores, cuando presentaba solo dos modelos, con tres teléfonos móviles.
Al Galaxy S10 y el S10+ se le sumará en esta ocasión la versión S10e, un celular de alta gama con algunos recortes en sus características técnicas, con el fin de acercarlo a un mayor número de presupuestos. La nueva propuesta ya genera expectativas sobre cómo funcionará y como la acogerán los consumidores a la hora de pensar en reemplazar su móvil.
En la nacion probamos este nuevo modelo, junto al resto de la familia Galaxy S10, y en los siguientes párrafos les contamos nuestra experiencia de uso, realizando también algunas comparativas en materia de usabilidad frente a sus hermanos mayores.
Cuestión de tamaño
Al poner a toda la familia Galaxy S10 sobre la mesa, la primera impresión es que el S10e parece demasiado pequeño. Ocurre que nos hemos ido acostumbrando a pantallas muy grandes, que requieren de smartphones con cuerpos que se adapten a dicho requisito. Sin embargo, esta primera impresión se diluye ni bien entramos en contacto con el dispositivo. El móvil, que cuenta con un display AMOLED Full HD+ de 5,8", se acomoda perfectamente en la palma y permite operarlo completamente con una sola mano.
Para encender el equipo, tuvimos que mirar dos veces antes de encontrar el clásico botón de encendido, ubicado en costado derecho. Tras un primer rastreo táctil con el pulgar, costó localizarlo.
Resulta que el botón no sobresale y se encuentra al ras de la carcasa dado y también incluye el sensor de huellas. Es más ancho y muy cómodo para desbloquear el teléfono, dado que el pulgar va naturalmente a esa zona.
También, durante el primer recorrido visual, detectamos sobre el borde izquierdo el clásico botón para ejecutar el asistente de Samsung, Bixby, y las teclas para subir y bajar el volumen.
En la parte inferior se ubica el conector USB-C y el jack de 3,5 mm para los auriculares.
Pequeño, pero poderoso
Claramente, por tratarse del benjamín de una familia de tres, el S10e resigna algunas características. Así, tiene dos cámaras principales (una de 12 megapixeles –MP– y otra gran angular de 16 MP, que toma fotos en 123°) en vez de tres, y una sola cámara secundaria, de 10 MP.
Hablando de la pantalla, hereda algunas cosas del S10 y el S10+, como la muesca que circunda la cámara para selfies y un aprovechamiento casi total del frente del teléfono.
Quizás la carencia más destacable sea que, si bien la pantalla es Infinity Display, no se curva hacia los bordes laterales, dejando un rastro de plástico muy fino en los bordes. Según datos de Samsung el frente del móvil es un 91,6% pantalla. En este sentido, se parece más a un Galaxy A que a un Galaxy S.
Lo destacado del Galaxy S10e es que, aunque no lo parezca, se trata de un teléfono ágil y potente: incluye el mismo procesador que sus hermanos mayores, un Exynos de ocho núcleos, 6 GB de memoria RAM y 128 GB de almacenamiento interno. También, una batería de 3100mAh.
En conclusión
Luego de utilizar el Galaxy S10 durante algún tiempo, el paso al Galaxy S10e no sabe a poco. Lo único que realmente se extraña es la curvatura de la pantalla. Por otro lado, se trata de un equipo cómodo de llevar (pesa solo 150 gramos) y de operar, rápido en su desempeño y sumamente practico. Queda por ver como se desenvolverá en el mercado local según su precio de preventa (39.999 pesos), teniendo en cuenta que sus rivales directos serán los miembros de su propia familia.