El fabricante del iPhone que busca diferenciarse de Apple
Conocida por ser uno de los principales proveedores de la compañía estadounidense y envuelta en diferentes conflictos laborales, Foxconn intenta posicionarse como una compañía con productos de marca propia
TAIPEI, TAIWÁN.- Terry Gou hizo casi todo lo que Apple podría pedir. Hizo todos esos iPhones; y los hizo baratos. Cuando Apple fue posteriormente criticada por los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo en sus fábricas en China, fue la compañía de Gou, Foxconn Technology Group, y no Apple, la que captó la mayor parte de la crítica.
Pero ahora Foxconn, que es un poderoso símbolo de las ventajas y de los peligros de la globalización, está dando un paso que, no hace tanto tiempo, habría parecido impensable: está contemplando una vida mucho, mucho más allá de Apple.
Foxconn, que tiene su sede en Estados Unidos pero hace la mayor parte de su producción en China continental, quiere reducir su dependencia de Apple. Su nueva estrategia es dejar de fabricar productos diseñados por otras empresas, para iniciar el desarrollo de productos propios, con un empuje especialmente agresivo hacia el diseño y la fabricación de televisores grandes de pantalla plana.
"Foxconn detecta que el aura de Apple no es tan invencible como antes", dijo Jamie Wang, un analista de la firma de investigaciones Gartner. "Así que ellos se preocupan por conseguir algo más que el negocio de Apple que les permita crecer".
Como el fabricante por contrato más grande de las empresas de electrónica estadounidenses como Apple, Dell, Hewlett-Packard y Amazon, Foxconn se ha enfrentado a disturbios laborales, suicidios de trabajadores , accidentes industriales , y quejas sobre las condiciones de trabajo y las prácticas laborales. Asimismo, la firma ha estado trabajando con muchas de las empresas que son clientes para mejorar las condiciones, aumentar los salarios y mejorar los estándares laborales.
En una lluviosa tarde de abril, en la sede estadounidense de Foxconn Technology, 300 empleados se reunieron para quemar incienso y dinero falso delante de una estatua de Lord Guan, una deidad taoísta. Gou, presidente de Foxconn y taoísta, hizo que la estatua se enviara en avión desde la provincia de Shanxi en China continental, y la llevó él mismo hasta la puerta de su imperio de la fabricación. En la tradición china, Lord Guan es considerado como el dios del buen negocio.
Un buen negocio es algo que Foxconn, uno de los mayores fabricantes por contrato de productos electrónicos del mundo, necesita en este momento. El mes último, Foxconn, también conocida como Hon Hai Precision Industry, informó que los ingresos del primer trimestre se habían reducido un 19,2 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior debido a la disminución en pedidos de iPhones y iPads de parte de su principal cliente, Apple.
Los representantes de Apple se negaron a comentar sobre los acontecimientos en Foxconn. Pero los analistas estiman que Apple aporta al menos el 40 por ciento de los ingresos de Foxconn. Podría resultarle complicado alejarse de Apple; es difícil ganar dinero con televisores en estos días, como muchas de las empresas de electrónica japonesas pueden atestiguar . Y sólo 20.000 de los televisores de Foxconn de 60 pulgadas han sido vendidos en Taiwán, según informó Simon Hsing, el portavoz de Foxconn, quien se negó a revelar los volúmenes de ventas de los demás socios.
La situación de Foxconn refleja un problema común que enfrentan los fabricantes por contrato taiwaneses, cuyas fortunas dependen en gran medida de las de sus clientes. Un puñado de fabricantes, como por ejemplo HTC y Asustek Computer, han logrado deshacerse del todo de sus negocios de fabricación por contrato para desarrollar productos de marca. Pero a medida que comenzaron a competir con sus clientes, los mismos comenzaron a abandonarlos.
"Las compañías de Taiwán siempre se destacaron por ser fabricantes por tercerización. Ahora debemos apuntar a la fabricación de diseño original y satisfacer directamente las necesidades de los consumidores", dijo Luo Huai-jia, vicepresidente de Taiwan Electrical and Electronic Manufacturers’ Association
Este es el problema de Foxconn, ilustrado con dos conjuntos de estadísticas. La demanda mundial de televisores LCD disminuyó un 1 por ciento en 2012 en comparación con el año anterior, y la demanda de todos los televisores se redujo un 6 por ciento, según NPD DisplaySearch. Los envíos mundiales de PCs cayeron un 13,9 por ciento en el primer trimestre de 2013 , comparado con el mismo período del año anterior, según IDC.
Como resultado, las ganancias para muchos fabricantes se desploman.
"Las compañías de Taiwán siempre han confiado en su habilidad para ser fabricantes por contrato y fabricantes por tercerización (outsourcing, en idioma inglés)", dijo Luo Huai-jia, el vicepresidente de Taiwan Electrical and Electronic Manufacturers’ Association. "Ahora tenemos que empezar a buscar la fabricación de diseño original y satisfacer directamente las necesidades de los consumidores".
Kay Chiu, vicepresidente de la división de electrónica de consumo de Foxconn, dijo en respuesta a preguntas enviadas por correo electrónico que el interés de los consumidores y la integración vertical (el control de todos los pasos de la cadena de suministro) estaban detrás del cambio en la producción. "Todavía tenemos que aprovechar las ventajas de desarrollar negocios con socios para ofrecer un producto atractivo y el más competitivo en el mercado", dijo Chiu. Otros altos ejecutivos de Foxconn se negaron a responder a varias solicitudes de comentarios.
Desde el año último, las opciones de inversión de Foxconn han reflejado su nueva estrategia. Gou personalmente gastó alrededor de 840 millones de dólares en una participación del 37,6 por ciento en la fábrica de paneles LCD de Sharp, en Sakai, Japón. Sharp necesitaba una infusión de dinero rápida y la compra por parte de Gou le dio a su empresa una manera veloz de controlar un componente que representa más del 50 por ciento del costo de producción de un televisor.
Foxconn luego lanzó un televisor de 60 pulgadas, en octubre, con el 90 por ciento de los componentes, como el panel LCD, la retroiluminación y las partes mecánicas, producidos en la fábrica, según Hsing.
La compañía también contrató a dos empresas, RadioShack en China y Vizio en Estados Unidos, para vender el televisor bajo sus marcas. "La disminución en el negocio de nuestros socios, como Apple y Nokia, nos afecta", dijo Hsing. "No queremos simplemente esperar órdenes. Estamos hablando activamente con muchos clientes y preguntando si se puede aprovechar al máximo lo que producimos". Él dijo que la compañía no tenía ninguna intención de convertirse en su propia marca y en su lugar tiene previsto utilizar las redes de comercialización y distribución de sus socios.
La estrategia de Foxconn se reflejó en la compra de la fábrica de paneles LCD de Sharp, en Sakai, Japón, en la que Terry Gou gastó alrededor de 840 millones de dólares en una participación del 37,6 por ciento
"Hon Hai es la mayor empresa de servicios de fabricación de productos electrónicos en el mundo", dijo Chiu, el ejecutivo de Foxconn. "Somos la plataforma para todos los clientes que tienen marca y el tener nuestra propia marca no se ajusta a la política de la empresa".
Durante los últimos seis meses, Foxconn ha encontrado otros socios dispuestos. Ha contratado a varios operadores de televisión por cable e Internet en Taiwán y en China con el fin de subsidiar el costo de la televisión para sus suscriptores de la misma manera que los teléfonos inteligentes son subvencionados por los operadores móviles en algunos mercados. Con Chunghwa Telecom, en Taiwán, por ejemplo, un consumidor puede comprar un televisor de 60 pulgadas por tan sólo 33.800 dólares taiwaneses, o alrededor de 1150 dólares estadounidenses, siempre y cuando el cliente también pague 1158 dólares taiwaneses por mes por un contrato de servicios de televisión de dos años.
Por su parte, los analistas afirman que la estrategia que tiene Foxconn satisface dos objetivos aparentemente contradictorios. La compañía no quiere competir con los clientes directamente, ya que tiene órdenes de montaje de televisores de Sony, Sharp y Toshiba. La compañía también ensambla computadoras para empresas como Hewlett-Packard y Dell, consolas de juegos para Nintendo y la Kindle para Amazon.
Sin embargo, necesita absorber el exceso de paneles de LCD producidos por la fábrica de Sakai para aprovechar el bajo costo de fabricación por unidad. Por lo tanto, Foxconn negocia con socios con el propósito de vender el televisor al costo o de venderlo por debajo de su costo de producción.
"Entonces, ¿qué hacer mientras tanto, después de gastar alrededor de 840 millones de dólares en la compra de una planta?", dijo Thompson Wu, analista de Credit Suisse. "Piensas, tengo que decidir si es mejor fabricar televisores con un descuento y ganar menos dinero de manera incremental o no fabricar nada".
Kirk Yang, director de Asia Technology Research, de Barclays, dijo: "Las compañías taiwanesas hacen esto todo el tiempo".
"Venden a pérdida sólo para estar en vigencia", dijo. "Con un volumen más grande, mejor escala y más experiencia, con el tiempo van a tener una pequeña ganancia".
Sumada a esta presión está el compromiso que Gou asumió de comprar la mitad de la producción de la planta de Sakai cuando compró su participación, dijo Wu.
La empresa de investigaciones NPD DisplaySearch estima que Sakai produce entre 6,7 y 6,8 millones de paneles de 60 pulgadas al año.
Su socio, Vizio, podría ayudar a vender algunos de esos televisores, pero sólo un poco. En los tres primeros meses de 2013, Vizio vendió el 30 por ciento de los televisores de pantalla plana de 60 pulgadas o más en Estados Unidos, más que cualquier otra empresa. Sharp ocupó el segundo lugar, con el 29 por ciento, según el Servicio de Seguimiento de Ventas al por Menor de NPD Group. Sin embargo, en el cuarto trimestre, época de fiestas, envió 403.000 televisores de ese tamaño a Norteamérica, según Paul Gray, un analista de NPD DisplaySearch.
La mayoría de los analistas cree que Foxconn necesita un cliente de mayor envergadura que le compre esos aparatos. Los televisores representan menos del 5 por ciento de los negocios de Foxconn, mucho menos que sus ingresos por Apple. Y algunos analistas creen que Foxconn está simplemente esperando el momento oportuno, a la espera de que a Apple se le ocurra crear un producto televisivo innovador que aumente de nuevo la demanda.
Representantes de Apple y de Foxconn dijeron que no harían comentarios basados en la especulación.
Los analistas dicen que los esfuerzos de Gou por comprar una fábrica de LCDs y por integrar verticalmente la fabricación de los televisores representa la previsión de que pronto llegarán los pedidos de un producto de televisión de Apple.
"La apuesta ahora es si Apple lanza una TV, y ellos deberían saber mejor que nadie en el mundo", dijo Wu, el analista de Credit Suisse. "Están haciendo una apuesta que van a ganar".
© NYT Traducción de Angela Atadía de Borghetti
Lin Yang
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