El debate por el uso del espacio público pone a los mapas de Pokémon Go bajo la lupa
El juego tuvo que retirar sus paradas y criaturas virtuales de lugares como el memorial de Hiroshima y el museo del Holocausto, mientras que en Washington un informe señaló la disparidad de ubicaciones entre barrios de población blanca y negra
La premisa de Pokémon Go de utilizar el mundo real y los espacios públicos es uno de los grandes atractivos de su propuesta. Y, a su vez, también es uno de los puntos que se le cuestiona a Niantic, los creadores del juego. Para algunos es una cuestión de estado, otros señalan que es una invasión a la privacidad o una intromisión a lugares donde utilizar el videojuego es inadecuado.
Todo está basado en una cartografía digital, donde la compañía destaca los objetivos del juego (las poképaradas y los gimnasios) en espacios relevantes, donde los jugadores pueden reunirse a obtener pócimas, objetos o poner a prueba a sus criaturas virtuales. Los creadores de Niantic, de hecho, tienen una larga experiencia en este segmento: su CEO John Hanke fue el responsable de crear la plataforma que luego se conoció como Google Earth.
Sin embargo, algunos espacios no desean formar parte de este universo de pokémones, y prefieren estar al margen de este furor. Ese fue el pedido de las autoridades de Hiroshima, que solicitó el retiro de criaturas y lugares que aparecían en el parque el pasado fin de semana. Como ocurre todos los años, la ciudad japonesa realizó una ceremonia para conmemorar el aniversario del estallido de la bomba atómica que mató a 140.000 personas en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial.
Si bien las poképaradas y gimnasios ya no estaban disponibles desde el jueves pasado, aún se podían localizar algunos pokémones cerca del memorial. Las autoridades de la ciudad se contactaron de nuevo con Niantic y lograron remover el juego por completo, seis horas antes del inicio del acto.
"Estamos muy aliviados. Estábamos preocupados por si los Pokémon iban a desaparecer a tiempo'', dijo el responsable municipal Tatsuya Sumida, citado por la agencia AP, que espera que no vuelvan a estar en la zona. "Consideramos que el parque es un lugar sagrado donde rezamos por las víctimas de las bombas atómicas'', agregó.
De forma previa, Niantic también accedió a los pedidos del museo del Holocausto en Washington, Estados Unidos, que había pedido la remoción de su localización dentro de los mapas de Pokémon Go.
En otros casos, la restricción de uso del juego puede extenderse a todo un país. Es caso de Irán, que se convirtió en la primera nación en prohibir el uso de Pokémon Go, ya que no cuenta con la autorización gubernamental.
"Cualquier juego que desee estar disponible en Irán necesita el permiso del ministro de Cultura, y Pokémon Go no solicitó esa autorización", dijo Abolhasan Firouzabadi, responsable del área de Espacios Virtuales y Ciberespacio a la agencia Isna News, citado por The Guardian. A su vez, señaló que el videojuego puede ser riesgoso para la seguridad nacional.
El uso del espacio público que hace Pokémon Go también abrió un debate sobre la disponibilidad que tiene el juego en determinadas áreas. Con esta premisa, Shiva Kooragayala y Tanaya Srini de The Urban Institute, que elaboraron un informe sobre cómo el juego se desarrolla en el entorno urbano de Washington. "Mientras la población blanca se incrementa, hay más objetivos dentro de Ingress", señalan los investigadores, que trabajaron sobre estos datos, ya que Niantic no ofrece datos públicos sobre la geolocalización de los objetivos.