El camión-tranvía, una apuesta para lograr un transporte de carga más sustentable
Siemens y Scania están desarrollando camiones que usan el tendido eléctrico para reducir su consumo de combustible y la generación de contaminación; el transporte es responsable del 27 por ciento de las emisiones de CO2 a nivel mundial
El transporte de carga a nivel mundial se enfrenta a un gran desafío. La demanda de materia prima y productos se incrementa constantemente, pero enfrenta el costo del petróleo (aunque desde hace unos meses está en marcada baja, aunque acá no se note) y la obligación de reducir las emisiones de CO2. Tratar de encontrar el equilibro entre estas variables es una lucha de intereses, política, creatividad e innovación tecnológica.
En los últimos años se ha trabajado arduamente y a contra reloj con el fin de perfeccionar los motores, hacerlos eficientes y mejorar la calidad del combustible. Sin embargo, alcanzar las metas de reducción de emisiones es prácticamente imposible si no se innova en algún sector hasta el momento impensado.
En Suecia, Siemens y Scania se han unido para tratar de encontrar una solución. Juntos están cambiando la manera en la cual se trasladan la mercancías en el país. Han logrado desarrollar un sistema que permite reducir la emisión de gases a la atmósfera casi a cero. ¿Cómo? Electrificando las principales rutas de transporte. En los países desarrollados ya es común que veamos automóviles, motos y trenes eléctricos, pero en el transporte de carga aún no se había incursionado en esta opción. Las baterías para vehículos de corta distancia son livianas y eficientes, pero todavía no se desarrolló algo para vehículos pesados y que deben recorrer largas distancias, por lo cual se pensó, como con el viejo tranvía, en entregar energía con el vehículo en movimiento.
Para lograrlo, es necesario modificar la flota de vehículos de carga por unos que sean híbridos, para que mantengan la flexibilidad de poder transitar tanto por rutas eléctricas como por las vías normales de circulación. La idea general es que aprovechan la energía de la autopista eléctrica cuando sus pantógrafos detectan que pueden conectarse a la misma, pero que circulen con gasoil cuando no tienen esta posibilidad. El objetivo de Scania es que en el futuro puedan dar este mismo servicio combinando su mecánica eléctrica con gas natural, aire comprimido o incluso con hidrógeno.
La tecnología se está perfeccionado rápidamente y es posible que en un muy corto plazo ya se comiencen a ver este tipo de autovías en los países escandinavos. En los próximos años los camiones eléctricos o híbridos circularán en Suecia como los antiguos trolebuses. En la autopista E16 del condado de Gävleborg, al norte de Estocolmo, se encuentra habilitados ya dos kilómetros de autopista en los que los camiones de Scania seguirán realizando pruebas los próximos días.
Este proyecto, pionero en Europa, no es el único que está bajo estudio ahora mismo. Siemens trabaja junto con Volvo para unir el puerto de Los Ángeles con Long Beach en California (EE.UU.) con una autopista eléctrica similar y sin ir más lejos, en España se estudia la posibilidad de hacer lo propio en Peñalba - El Arnero - Isona, uniendo Huesca con la provincia de Lleida.
Mientras que la mayoría de la energía eléctrica provenga de combustibles fósiles como ocurre en un 80% en nuestro país, estas tecnologías no mejoran demasiado las emisiones de carbono; pero a medida que el planeta migra a energías renovables, los vehículos eléctricos, tanto de pasajeros como de carga serán protagonistas en la batalla contra el cambio climático.
Rodrigo Herrera Vegas es co-fundador de Sustentator.com