El cambio tecnológico obliga a IBM a emprender una nueva reinvención
Dos décadas después de apostar por sus operaciones de software y servicios a expensas de las de hardware en una de las reinvenciones más celebradas en el mundo de los negocios, International Business Machines Corp. busca una nueva transformación. La gran pregunta, sin embargo, es ¿hacia dónde?
IBM dejó de lado el lunes una meta de ganancias considerada como una prueba crucial que debía superar en su plan de reestructuración y anunció una caída importante en su utilidad del tercer trimestre, producto de la sorprendente debilidad en tres de sus divisiones principales además de un descenso de 4% en las ventas.
La compañía de Armonk, Nueva York, reconoció el lunes que no cumplirá la meta de registrar ganancias de al menos US$20 por acción el próximo año, una previsión que mantuvo firme durante cinco años y la gestión de dos presidentes ejecutivos. También divulgó un convenio que contempla un pago al fabricante de microprocesadores Globalfoundries Inc., que pertenece a vehículos de inversión de Abu Dhabi, para que se haga cargo de sus operaciones de semiconductores, que no son rentables.
Las acciones de la empresa llegaron a caer 8,4% tras conocerse la noticia, para cotizar por debajo de los US$170 por primera vez en años y perder cerca de US$14.000 millones en capitalización, el equivalente al total del valor de mercado de Xerox Corp. La acción luego moderó ligeramente su descenso y cerró con una baja de 7,11%.
La noticia se sumó a las dudas en torno a la demanda por productos y servicios de alta tecnología luego de varias semanas en las que pesos pesados del sector, como Oracle Corp., Hewlett-Packard Co., y Cisco Systems Inc. han revelado resultados débiles.
Virginia Rometty, la presidenta ejecutiva de IBM, admitió que los "resultados de este trimestre son decepcionantes". La compañía, dijo, sufrió un abrupto declive en las compras de los clientes en septiembre y atribuyó los descensos en la facturación al "cambio sin precedentes" que vive el sector.
"Tenemos que reinventarnos como lo hemos hecho en generaciones anteriores" sentenció durante una teleconferencia con in-versionistas.
IBM, cuyo nombre estuvo vinculado durante muchos años a los grandes sistemas informáticos, se ha estado concentrando en los últimos años en servicios de computación y negocios de software más rentables.
No obstante, la empresa al igual que otros líderes tecnológicos ha tenido dificultades para reactivar el crecimiento en un entorno caracterizado por la migración del gasto en tecnología desde la base tradicional de clientes de IBM a empresas más nuevas que invierten menos en servicios y hardware de marcas reconocidas.
Durante la gestión de Samuel Palmisano, el predecesor de Rometty en la presidencia ejecutiva, IBM se comprometió en mayo de 2010 a duplicar sus ganancias a por lo menos US$20 la acción para 2015 al expandir su presencia en los negocios de software y los mercados emergentes de alto crecimiento.
No obstante, el escepticismo en torno a la capacidad de la compañía para cumplir tal objetivo había aumentado en los últimos trimestres. IBM había enfatizado las áreas de software de mayor crecimiento, como la analítica de datos y los servicios de computación en nube. Tales negocios, sin embargo, enfrentan una competencia muy intensa y no lograron contrarrestar la desaceleración del hardware y otros servicios más antiguos.
"IBM está vendiendo servicios para los autos antiguos que consumen mucha gasolina cuando los clientes están comprando vehículos eléctricos", dijo Daniel Ives, analista de FBR Capital Markets. "El mercado evoluciona e IBM necesita cambiar su estrategia".
La compañía insinuó que podría reducir su gigantesco programa de recompra de acciones, que en el tercer trimestre representó US$1.700 millones; tenía autorización para invertir otros US$1.400 millones en la operación y había anunciado su intención de solicitar un aumento de esa cifra en la reunión de la junta directiva programada para fines de mes.
IBM, cuyos ingresos no han aumentado en los últimos 10 trimestres, planea desprenderse de su filial de semiconductores, una de las grandes razones que explica la caída de sus ganancias del tercer trimestre. Si bien la empresa fue una de las pio-neras en desarrollar la tecnología de semiconductores, su capacidad de fabricación quedó rezagada frente a la de productores de chips en grandes volúmenes.
El acuerdo con Globalfoundries contempla que IBM pague a la firma de semiconductores US$1.500 millones para asumir el control de las operaciones de manufactura, que mantendrán la producción de procesadores que utilizan los sistemas de IBM. La empresa asumirá un cargo contable de US$4.700 millones ligado a la operación.
El pacto transfiere cerca de 5.000 empleados de IBM a Globalfoundries, un fabricante de chips que cuenta con una planta cerca de Albany, en el estado de Nueva York, que es controlada por un grupo de inversionistas asociados al gobierno de Abu Dhabi. IBM subrayó que seguirá con grandes inversiones en actividades de investigación con el fin de mantenerse a la vanguardia de la tecnología básica de semiconductores, y que compartirá esa tecnología con Globalfoundries como proveedor clave de microprocesadores empleados en los sistemas de servidores de IBM.
"Ahora tenemos un suministro seguro y cercano de estos procesadores", manifestó John Kelly, vicepresidente sénior y director de investigación de IBM en una entrevista. "No lo hubiéramos hecho de no haber encontrado un socio confiable".
Las otras iniciativas de IBM para reducir su dependencia del hardware abarcan un acuerdo con Lenovo Group Ltd. para vender un negocio de venta de servidores que utilizan chips de Intel Corp. Ese negocio se cerró a inicios de octubre.
En general, Rometty indicó que IBM se ha desprendido este año de tres negocios que generan US$7.000 millones pero contri-buyeron unos US$500 millones en pérdidas. Representaban "calorías vacías como dirían algunos de mis inversionistas", explicó.
Los ingresos totales del segmento de sistemas y tecnología de la compañía, que incluye computadoras y semiconductores, retrocedieron 15% en el tercer trimestre. Los provenientes de computadoras centrales, conocidas como mainframes, cayeron 35% y los de sistemas eléctricos 12%. IBM registró una ganancia de US$18 millones en el trimestre cerrado el 30 de septiembre comparado con US$4.040 millones en igual lapso del año previo.
—Chelsey Dulaney, Kevin Kingsbury y Steven Russolillo contribuyeron a este artículo.
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