La boleta única electrónica, bajo la lupa de un estudio especial del CONICET
El organismo convocó a especialistas para analizar el sistema y presentaron un informe en el Ministerio del Interior, que aún no fue revelado; desde el gobierno buscan reactivar la reforma electoral que quedó trunca el año pasado
La reforma electoral y la posibilidad de incorporar la boleta única electrónica a nivel nacional sumó un nuevo capítulo esta semana. Primero, porque desde el Gobierno confirmaron que intentarán reflotar el proyecto que quedó trunco en el senado el año pasado, en sesiones extraordinarias en febrero del próximo año, cuando ya esté conformado el nuevo congreso.
Y luego porque un comité de investigadores del CONICET presentó un informe el miércoles pasado al Ministerio del Interior sobre los riesgos de incorporar tecnología al acto eleccionario.
La reforma que van a re impulsar
Desde el Ministerio del Interior confirmaron que irán en febrero a reflotar la reforma electoral, proyecto que incluye la incorporación de la boleta única electrónica para las comicios a nivel nacional (hoy se utiliza en distritos locales, como la Ciudad de Buenos Aires y Salta, entre otros). El objetivo del gobierno es que se utilice en 2019.
Pese a esos avances, especialistas en la materia enviaron a fines del mes pasado una carta a presidencia en la que advierten de los riesgos de la incorporación de este sistema de sufragio y sugieren el impulso a la boleta única de papel. El documento llevaba la firma de varias ONGs, como Poder Ciudadano, Fundación Vía Libre y la Carrera de Ciencia Política de la UBA, además del apoyo de numerosos especialistas.
Sobre este comunicado, el gobernador de Salta -provincia que utiliza la BUE-, Juan Manuel Urtubey, señaló: “me da la sensación que se habla del sistema con una profunda ignorancia (...). Es solamente una impresora. El escrutinio definitivo que hizo la justicia salteña dio el nivel de error cero. Y contaron las boletas de papel una por una, porque la ley salteña pide eso”, explicó en declaraciones a Radio con Vos.
El argumento de que es sólo una impresora como forma de promocionar su confiabilidad ha sido descartado por todos los especialistas, entre otras cosas porque usa un Linux (Ubuntu) como sistema operativo, un lector de DVD, una pantalla táctil y demás.
Desde 2015 diversos especialistas en seguridad informática vienen alertando sobre las falencias del sistema de voto propuesto por el gobierno.
El estudio del CONICET
El miércoles pasado, diez investigadores convocados por el CONICET y especializados en la materia, entregaron un trabajo al Ministerio del Interior sobre las implicancias de la incorporación de tecnología al acto eleccionario. En él hubo al menos cuatro funcionarios de la cartera que presenciaron los resultados.
Felicitaciones Hernán Melgratti (investigador @icc_uba_conicet), @nwolovick, @4DGifts, y @dantezanarini por su trabajo en comisión CONICET sobre #votoelectronico. Entregado hoy al @MinInteriorArpic.twitter.com/2X4TCKAHPo&— ICC (@icc_uba_conicet) 9 de noviembre de 2017
En el informe (aún no revelado), se detallan experiencias de otros países y se realizan recomendaciones. El motivo por el cual el estudio no fue revelado, aún es desconocido. Desde Interior negaron que le hayan pedido al CONICET un estudio de este tipo. “No hay ningún convenio firmado”, señalaron a La Nación.
Sin embargo, no negaron que se hayan reunido para ver la presentación del informe, el miércoles pasado. “No le pedimos ningún informe y tampoco les estamos diciendo que no lo publiquen”, se defendieron. Y señalaron: “creemos que tiene algún sesgo porque los que participaron son abiertamente contrarios a este sistema”.
Más cerca de Adrián Pérez, Secretario de Asuntos Políticos e Institucionales del Ministerio del Interior, también desmintieron el pedido: “No le vamos a prohibir al CONICET hacer un informe sobre un tema de debate público. Está perfecto si avanzaron”, señalaron.
Parte de los investigadores del organismo que se reunieron durante tres meses una vez por semana explicaron que el trabajo se hizo sin ningún “sesgo ni presión”. “No había una opinión única y uniforme sobre el tema. Acordamos que lo íbamos a publicar luego de que lo hiciera el Ministerio del Interior. No firmamos un contrato de confidencialidad”, expresó uno de los involucrados. Todos los participantes se llevaron copias del informe para evitar que sea adulterado. Algunos investigadores viajaron desde diversas provincias para las reuniones en Buenos Aires. Según los testimonios recogidos por La Nación, el informe menciona que el trabajo fue “solicitado” por el Ministerio del Interior.
A su vez, LA NACION se puso en comunicación con el CONICET y confirmó que el informe se publicará en su sitio web oficial, pero no brindó mayores detalles sobre la disponibilidad de la fecha.
En redes sociales, el tema se comentó bajó el hashtag #LiberenelInformedelCONICET y fue tendencia ayer. La Fundación Vía Libre ya hizo un pedido de acceso a la información al CONICET para conocer los resultados. Aunque por ahora, a casi una semana, no se dieron a conocer.