Cuanto más claro sea el pedido que le hacemos a una inteligencia artificial, mejor será el resultado, pero eso requiere de un cierto esfuerzo; acá, algunos consejos para aprovechar al máximo lo que hace la IA
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Sumergirse en el mundo de asistentes con inteligencia artificial como ChatGPT, Gemini, Copilot o Claude implica desarrollar un nuevo arte, el del “prompting”, que en el ámbito de la IA se describe como la descripción que guía al modelo en la generación de contenido adecuado a una situación o tarea específica. Al utilizar los motores de IA, la diferencia entre recibir una respuesta genérica y una adecuada a menudo puede estar -precisamente- en la manera en que se pregunta. En muchas ocasiones, el resultado mejora cuando explicamos lo que queremos en un lenguaje y de una manera que la IA entienda mejor.
A continuación, algunos de los errores más comunes a la hora de los intercambios con la IA y las recomendaciones para obtener respuestas más prácticas y precisas:
1. Preguntas o indicaciones demasiado amplias y vagas
Se trata sin duda de uno de los errores más comunes al utilizar asistentes al estilo ChatGPT o Gemini. Un intercambio con frases como por ejemplo: “Hablá sobre economía”, “Creá una historia para chicos” o “Dame consejos para hacer actividad física” a menudo conducen a respuestas genéricas que carecen de utilidad, y limitan la capacidad de la IA de proporcionar resultados relevantes y significativos. ¿La consecuencia? Usuarios frustrados.
Sugerencia: Es necesario proporcionar indicaciones claras y específicas que describan en detalle el tema, el contexto o el tipo de respuesta que se busca; también sirve simplificar el lenguaje o proporcionar más contexto, por ejemplo “Haceme un resumen sobre las tendencias macroeconómicas actuales en América Latina teniendo en cuenta el PBI y las actividades industriales de cada país” o “Creá una historia para chicos de entre 6 y 10 años que viven en Argentina, y aman los animales y estar al aire libre” o bien “Dame consejos e ideas para retomar la actividad física, tengo X edad, trabajo de tal cosa y mis horarios libres son X”. Esta precisión y contexto ayudará a la IA a comprender mejor las necesidades y generar resultados más relevantes.
2. No participar en el diálogo
En lugar de tratar a los asistentes como meros “proveedores de información unidireccional” es más conveniente establecer una conversación.
Sugerencia: Al recibir la respuesta, conviene realizar preguntas de seguimiento, proporcionando comentarios y “afinando” las indicaciones que brinda. Tomarse este tiempo puede resultar más tedioso, pero el resultado de un enfoque interactivo es una mejora la calidad de las interacciones y resultados más matizados.
3. Esperar información objetiva
Si bien estos asistentes pueden ofrecer ideas y sugerencias interesantes de acuerdo con las consultas de los usuarios, eso no los convierte en fuentes confiables de detalles objetivos, ya que muchas veces “alucinan” frente a los planteos. ¿Por qué ocurre esto? Básicamente, porque sus respuestas derivan de datos de entrenamiento, que pueden estar desactualizados, sesgados, ser incorrectos o incluso completamente inventados: la IA no entiende del tema que habla, sino que ofrece una respuesta que considera estadísticamente adecuada, y puede inventar contenido para cumplir con esa estadística de su modelo.
Sugerencia: Utilizar fuentes de consulta más confiables si lo que se requiere es obtener información objetiva, chequeada y probada y dejar los asistentes para obtener guías generales, ideas e inspiración inicial o contrastar los resultados obtenidos sin considerarlos una verdad absoluta. También es posible pedirle, ante un dato específico, la fuente del mismo, sobre todo ahora que tanto ChatGPT como Gemini pueden buscar datos actualizados en la web.
4. Utilizar un tono genérico
ChatGPT y Gemini tiene un estilo, narrativa y tono predeterminado, que puede no alinearse con las preferencias o requerimientos de respuestas que busca el usuario.
Sugerencia: Especificar el tono o describir un estilo o una referencia para que el asistente “simule” el tipo de narrativa que se busca. Muchas veces conviene utilizar adjetivos como “divertido” “casual” “formal” para guiar su tono. Además, proporcionar ejemplos o pedirle a ChatGPT que escriba como otro (una publicación, una persona pública, un personaje) puede ayudar a lograr el estilo deseado.
5. No brindar un punto de vista
Una queja común es que el resultado del intercambio con asistentes con IA puede no tener un enfoque claro o un punto de vista, sino que más bien se torna “difuso y general”.
Sugerencia: En lugar de depender únicamente del resultado generado, es conveniente proporcionarle un punto de vista en las indicaciones. En general, esto se logra al desarrollar los propios esquemas, perspectivas o ideas antes de interactuar con los asistentes. Incorporar este hábito puede agregar profundidad y autenticidad al contenido obtenido.
6. Mezclar temas o tareas
Intentar abordar varios temas o tareas en una sesión de chat puede generar resultados confusos y menos precisos. Los asistentes recuerdan el contexto de indicaciones anteriores, por lo que es mejor separar las sesiones por tema o tarea para mantener el enfoque.
Sugerencia: El uso de ventanas o hilos de chat separados ayuda a los asistentes a comprender y abordar mejor cada tema o tarea específica y garantiza que los resultados permanezcan organizados y relevantes.