EA Sports: un nuevo videojuego FIFA… pero sin la FIFA
El fin de una larga y rentable relación con el organismo rector del fútbol supondría cambiar el nombre de uno de los videojuegos más populares de todos los tiempos
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Es una de las relaciones más longevas y rentables en los deportes. Casi tres décadas después de que el órgano rector del fútbol mundial le otorgó la licencia de su nombre a un fabricante de videojuegos de California que buscaba expandir sus productos, la serie de FIFA que nació de esa sociedad se ha convertido no tanto en un juego como en un fenómeno cultural.
Ahora para millones de personas en todo el mundo, las letras FIFA no representan al fútbol actual, sino más bien una palabra clave para una serie de videojuegos de una popularidad enorme que se ha convertido en un elemento habitual en la vida de jugadores tan diversos como futbolistas profesionales de la Liga Premier, aficionados casuales e incluso videojugadores sin ninguna relación con el deporte.
A lo largo de las últimas dos décadas, las ventas del juego, el cual aparece en una edición actualizada cada año, han superado los 20.000 millones de dólares para su fabricante con sede en California, Electronic Arts. Sin embargo, la FIFA también ha recibido su porción: su acuerdo de licencia ha crecido hasta volverse el acuerdo comercial más valioso de la organización, con un valor actual cercano a los 150 millones de dólares al año.
Y ahora, todo ese dinero está en riesgo.
Según varias personas cercanas a las negociaciones, dos años de conversaciones para renovar el contrato que permite a Electronic Arts, por medio de su división EA Sports, usar el nombre de la organización llegaron a un punto del que no ha sido posible avanzar. La probabilidad de una ruptura permanente después de la Copa del Mundo del próximo año en Catar —cuando termina el actual contrato por diez años— quedó explícita en una carta que divulgó la semana pasada Cam Weber, presidente ejecutivo y director general de EA Sports.
En la carta, Weber mencionó lo impensable: un videojuego FIFA sin la FIFA.
“En el horizonte, también exploramos la idea de renombrar nuestros juegos de fútbol de EA Sports”, escribió Weber cuando habló del futuro de la serie.
El centro de la disputa es económico. Según las personas con conocimientos de las conversaciones, la FIFA busca más del doble de lo que recibe en este momento de EA Sports, una cifra que aumentaría el dinero que recibe de la serie a más de 1000 millones de dólares por cada ciclo mundialista de cuatro años.
Sin embargo, la disputa no solo involucra dinero. Las conversaciones también se han estancado porque la FIFA y EA no llegan a un acuerdo en torno al contenido de los derechos exclusivos para la empresa de videojuegos.
La FIFA preferiría limitar la exclusividad de EA a los parámetros reducidos que se pueden usar en un partido de fútbol; lo más probable es que esto se deba a un esfuerzo para buscar nuevos flujos de ingresos por los derechos que la FIFA retendría. Mientras tanto, EA Sports sostiene que la empresa debería tener permiso para explorar otras actividades dentro del ecosistema de su videojuego FIFA, entre ellas momentos estelares de los juegos verdaderos, torneos de videojuegos en estadios y productos digitales como tokens no fungibles.
Es probable que haya una decisión para finales de año, pero los directivos de EA ya están planeando un futuro pos-FIFA. A inicios de este mes, la empresa registró dos marcas, una en la Unión Europea y otra en el Reino Unido, para la frase EA Sports FC.
Tanto la FIFA como EA Sports se rehusaron a comentar de manera oficial sobre las conversaciones. No obstante, la disputa ha sorprendido a los observadores de la industria, entre ellos Peter Moore, quien tuvo altos cargos en Electronic Arts durante una década antes de irse en 2017 para convertirse en director ejecutivo del equipo Liverpool de la Liga Premier. En la actualidad, Moore es un alto ejecutivo en Unity Technologies, una empresa de software para videojuegos.
“No recuerdo que alguna vez hubieran sacado un comunicado para decir que estaban en negociaciones para la renovación de la licencia”, comentó Moore en una entrevista telefónica. “Sin duda están enviando una especie de señal”.
Parte del cálculo de EA es que —aunque se vea forzada a renombrar una de las franquicias más populares de todos los tiempos— es improbable que haya competencia que desafíe su dominio de mercado. La posición de EA ha crecido hasta casi tener el control total sobre la industria de los videojuegos de fútbol gracias a más de otros 300 acuerdos similares de otorgamiento de licencias con organizaciones como la UEFA, la cual dirige la Liga de Campeones, y ligas y competencias nacionales de todo el mundo. Esos acuerdos permiten que EA use en su juego los nombres y la apariencia de los jugadores, los equipos de clubes famosos a nivel mundial y las ligas más prominentes (el martes, EA renovó un acuerdo de ese tipo con FIFPro, el sindicato mundial de futbolistas).
Debido a que su licencia con la FIFA le otorga tan solo el uso del nombre y el logotipo de la organización y los derechos a la Copa del Mundo, un campeonato que dura un mes y se realiza cada cuatro años, el fabricante de videojuegos parece haber llegado a la conclusión de que perder la relación no sería el tipo de amenaza existencial que podría enfrentar si perdiera las licencias de otra popular franquicia deportiva, Madden NFL.
A diferencia de la serie FIFA, el videojuego NFL se basa en solo dos licencias clave, una con la National Football League y otra con el sindicato de jugadores de la liga.
El gran número de licencias que EA Sports posee en el ámbito del fútbol significa que, incluso si se viera obligada a cambiar el nombre de su serie FIFA, los jugadores criados con una dieta de fútbol digital notarían pocos cambios en lo que respecta a la experiencia de juego.
Sin embargo, toda ruptura tiene consecuencias. Según Gareth Sutcliffe, analista sénior especializado en el sector de los videojuegos en Enders Analysis, la franquicia FIFA es rentable en un grado incalculable, porque la mayoría de los años EA Sports puede hacer poco más que cambios cosméticos a su juego y seguir disfrutando de millones de ventas con el lanzamiento de cada nueva edición.
La rentabilidad del juego ha crecido gracias a innovaciones como los paquetes de jugadores, similares a las cartas coleccionables, que obligan a los usuarios a gastar dinero dentro del juego mientras buscan construir las mejores formaciones. Piers Harding-Rolls, analista de la industria del juego en Ampere Analysis, calculó que la función del juego conocida como Ultimate Team supuso para EA unas ganancias de hasta 1200 millones de dólares el año pasado.
Es esta nueva economía la que EA contempla como parte de su estrategia de crecimiento. También es el tipo de función que la FIFA prefiere aislar, y tal vez vender en acuerdos lucrativos y por separado.
Para la FIFA, una ruptura con EA Sports, y la pérdida de sus pagos por licencias de nueve cifras, podría amenazar algunas de las innovaciones que propuso Gianni Infantino, presidente del organismo. Por ejemplo, Infantino busca recaudar hasta 2000 millones de dólares para financiar una nueva Copa Mundial de clubes expandida. Al mismo tiempo, Infantino está intentando persuadir a los miembros para que respalden su plan de aumentar la frecuencia de los Mundiales a cada dos años.
Para encontrar esos nuevos ingresos, los directivos de la FIFA han estudiado la posibilidad de vender licencias a videojuegos y productos digitales que no estén relacionados con el fútbol. Por ejemplo, una sociedad con otra empresa como Epic Games, el fabricante de la exitosa franquicia de Fortnite ampliaría el alcance de la FIFA, pero diluiría la exclusividad por la que EA paga una prima. Según gente que tiene información privilegiada sobre la industria de los videojuegos, como Moore, eso podría explicar por qué su otrora empresa está considerando marcharse.
“Yo diría: ‘Espera un momento. Hemos gastado, de manera literal, cientos de millones de dólares para construir esto y, ¿me estás diciendo que Epic Games puede venir a obtener una licencia por el nombre que hemos construido, al que le hemos dado tanta exposición y que se ha convertido en un sinónimo de los videojuegos?’”, comentó Moore. “Entonces, sí, voy a negociar y a pelear por esto”.
Tariq Panja cubre algunos de los rincones más oscuros de la industria deportiva mundial. También es coautor de Football’s Secret Trade, una denuncia sobre la multimillonaria industria del comercio de jugadores de fútbol. @tariqpanja
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