La educación pública argentina sumó esta semana nuevos reconocimientos en el campo de la ciencia aplicada a la computación. Facebook , a través de su programa “Emerging Scholar Award” de su división Facebook Research, reconoció a Facundo Carrillo y Sergio Romano, estudiantes de doctorado de la Universidad de Buenos Aires becados por el CONICET, por sus investigaciones en el campo de la Inteligencia Artificial .
La firma comandada por Mark Zuckerberg brindará apoyo económico durante dos años a los argentinos, que percibirán 3000 dólares mensuales más montos extra para que puedan asistir a congresos y conferencias internacionales, con el objetivo de que puedan seguir perfeccionándose en sus áreas de trabajo, presenten sus avances y puedan relacionarse con colegas de todo el mundo.
Romano, licenciado en Ciencias de la Computación que luego de ejercer la docencia en el Departamento de Computación de la UBA se dedicó de lleno a la investigación, explicó a La Nación como fue el proceso de postulación para las becas de Facebook y su posterior evaluación por parte de los investigadores de la firma: “Se explica el proyecto en el que está trabajando en el doctorado, se presentan dos cartas de recomendaciones, que pueden ser de directores o de personas que hayan trabajado con uno, y después un equipo de investigadores evalúan todas las presentaciones y asignan un puntaje”.
Los proyectos en los que trabajan Romano y Carrillo justifican ampliamente la elección de la compañía con sede en Palo Alto, ya que apuntan a dos abordajes sumamente interesantes en el campo de la Inteligencia Artificial. Sergio actualmente trabaja para hacer a la inteligencia de las máquinas mucho más parecida a la humana.
Las personas tienen la habilidad de aprender con muy pocos datos, pero las computadoras requieren de muchísima información para entrenarse reconocer rostros. Hay muchos aspectos cognitivos para imitar
“Hay muchos aspectos de la cognición humana a tratar de imitar. Nosotros lo que tratamos es la habilidad que tienen las personas para aprender con muy pocos datos. Por ejemplo, cuando uno es chico ve tres perros con cuatro patas, que ladran y mueven la cola, y se hace la idea de lo que es un perro; así cuando ve otro perro, aunque tenga tres patas, ya puede reconocerlo, debido a que uno tiene esa capacidad para abstraer, de separar detalles, y aprender conceptos, ideas con muy pocos datos", dijo Romano, que reconoce que las computadora hoy en día son muy buenas para manejar autos o reconocer rostros, pero también necesitan muchísimos datos para ser entrenadas.
La meta es, entonces, lograr que las computadoras puedan comprender con volúmenes mucho menores de datos, algo que no solo va a ayudar a todo el campo de la tecnología en general, sino también a muchas implementaciones en particular: “Existen muchos dominios donde no hay muchos datos; uno toma una decisión y no puede comparar con mil decisiones parecidas si es la primera vez que sucede”, analizó Romano, y agregó que, además, avances en este campo permitirán entender de forma más clara cómo funciona el propio sistema de aprendizaje de los humanos, no solo para entender mejor a las máquinas, sino también “para comprender que partes de nuestra educación podemos ir mejorando si entendemos mejor cómo funcionan algunas cosas”.
Carrillo, que también es Licenciado en Ciencias de la Computación y fue becado por el CONICET para cursar su doctorado, trabaja en modelos computacionales para caracterizar el lenguaje de sujetos con alteraciones mentales. “Por ejemplo, tomamos discursos de pacientes esquizofrénicos y armamos un algoritmo que mide una de las propiedades de lenguaje más alteradas en estos pacientes, la coherencia del relato. Está información se ingresa en un ambiente de programas que aprenden, donde entrenamos un agente de inteligencia artificial que puede inferior con alta precisión si un discurso nuevo lo produjo un paciente esquizofrénico o no”, indicó. El campo de acción del proyecto también explora otras patologías psiquiátricas, como los trastornos bipolares, depresión e, incluso, han probado la metodología para investigar el mal de Parkinson.
Facundo añadió que, además de estudiar el comportamiento discursivo de mentes alteradas por patologías, también han armado modelos que caracterizan las alteraciones producidas por cambios endocrinos o intoxicaciones farmacológicas mediante MDMA, LSD y psilocibina, entre otras, con la colaboración de médicos, psicólogos, físicos y lingüistas, entre otros profesionales.
Analizamos los discursos de pacientes esquizofrénicos y armamos un algoritmo que mide una de las propiedades de lenguaje más alteradas, que también se puede aplicar en trastornos bipolares
Un aspecto importante de las becas brindadas por Facebook es que no otorgan prioridad sobre los trabajos e investigaciones. Romano aclaró al respecto que lo que se investiga durante sus doctorados le pertenece, en términos legales, en igual proporción a la UBA y al CONICET.
“Todas las investigaciones son de dominio público porque nosotros publicamos en revistas internacionales; pero si uno patentase algo le correspondería mitad al CONICET y mitad a la UBA”. En este sentido, el aporte de la compañía funciona como un estímulo y no como un contrato de exclusividad. “Ellos eligen temas que creen que están buenos para que se desarrollen en el mundo; eligen priorizando esos temas. A su vez, dentro de la gente que está investigando cosas que a ellos les interesan, eligen a quien financiar”.
Ambos especialistas coinciden en que lo más importante de este reconocimiento por parte de Facebook es que visibiliza el trabajo realizado. “La alegría más grande es que, primero, seamos dos argentinos premiados por investigaciones distintas. A uno lo llena de orgullo por el sistema científico argentino en general, habla bien del lugar que está teniendo la ciencia”, celebró Romano, que acaba de realizar una pasantía en el MIT (Massachusetts Institute of Technology) y agregó la importancia de retribuir con su trabajo el rol que tuvo en su formación la educación pública: “Yo estudié en la UBA y eso, obviamente, está pagado por impuestos de todos, la beca del CONICET también. Entonces uno siente la obligación, las ganas, la necesidad de devolver un poquito a la sociedad con cada investigación que haces”.
Para Facundo y Sergio, otro aspecto importante es poder desarrollar tecnología de vanguardia en el país que contribuya a solucionar problemas de índole local o regional. En concreto, para Romano es “empezar a solucionar los problemas de nuestra realidad social y también ayudar al desarrollo. Al fin y al cabo, que Argentina sea un país más desarrollado con más industria, y para eso todos tenemos que apostar un poquito a acá”. Carrillo, por su parte, está interesado en realizar sus experimentos en territorio argentino y latinoamericano, ya que, en la mayoría de las investigaciones realizadas en su área, los sujetos hablan en inglés: “Esto es relevante pues los modelos de procesamiento del lenguaje natural se contextualizan respecto al idioma”. Por último, remarcó que “Argentina tiene mano de obra excelente, probablemente debido a la universidad pública. La aplicación de IA en diversos campos genera productos con mucho valor agregado por lo que productivamente conviene seguir apostando a este tipo de tecnología/área de la ciencia. Creo que la inversión estatal debería ser más agresiva para fomentar más nichos de desarrollo”.
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