Docentes de informática de universidades públicas publicaron una carta abierta para defender el presupuesto universitario
Dos días antes de la marcha universitaria, docentes de informática de varias universidades nacionales publicaron una carta abierta en donde advierten que la reducción presupuestaria afectará el dictado de clases de informática y el suministro de profesionales del sector a las empresas nacionales
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El miércoles próximo (2 de octubre) se hará una nueva marcha universitaria a las 5 de la tarde, con el Congreso como objetivo. La intención es reclamar ante el Congreso por el presupuesto para las universidades públicas nacionales del año próximo, ya que el Gobierno le asignó cerca de la mitad de los montos que vienen pidiendo. Buscan, con el reclamo, que se modifiquen esos montos.
La comunidad de docentes de informática publicó hoy una carta abierta, que está haciendo circular en redes sociales, y que firman docentes de informática de varias universidades nacionales. En el texto, titulado “Carta de un profesional de la informática a otro”, instan a los profesionales del rubro a sumarse en una campaña en redes sociales, evidenciando el mal momento que pasan los docentes del sector, con sueldos retrasados respecto de la inflación, el horizonte complejo para el año próximo si el recorte presupuestario se hace realidad, y sobre todo por el impacto que esto tendrá en el ecosistema informático local, ya que son su principal fuente de profesionales. “Las carreras de informática (y afines) de la universidad pública han sido instrumentales en posibilitar la existencia de las más de 5000 PyMEs que componen la industria del software en Argentina.”
De hecho, en 2023, según datos de la Fundación Sadosky, hay 335 carreras informáticas en todo el país, que conforman el 5,6% del total de las carreras del sistema universitario. Hay un mayor porcentaje de oferta de gestión estatal (72%) versus la oferta de gestión privada (27%). El 80% de las universidades ofrecen carreras informáticas, y son 88 universidades de un total de 110. El 73% de estas carreras son ofertadas por instituciones públicas. Y en un contexto de un 25% de aumento en la cantidad de ingresantes a carreras de informática en el país en los últimos 5 años.
El texto completo de la carta:
Querido/a colega que trabajás en la industria del software,
Te escribimos quienes fuimos tus profesores y profesoras durante tu periodo de formación, o tal vez tus compañeros y compañeras de cursada, o simplemente colegas que se formaron en otra universidad pública. Nosotros también amamos nuestra profesión y nos encanta transmitirla. Elegimos ejercerla también mediante la docencia y la investigación en las universidades públicas. Estamos contentos con nuestra elección, pero hoy necesitamos tu ayuda porque creemos que todo el ecosistema de desarrollo de software de la Argentina está en peligro.
Empecemos contando algo que todos sabemos pero pocas veces se dice con todas las letras. La gran mayoría de quienes trabajan en la industria del software se formó en la universidad pública, y esto no es un dato menor, porque la industria del software es conocimiento puesto en acción. El insumo clave no son las computadoras, somos las personas! Personas altamente capacitadas cuya formación llevó muchos años, y que trabajan como desarrolladores/as, funcionales, testers, ingenieros/as de software, DevOps, arquitectos/as, CTOs, entre una larga lista de roles. Personas que, como decíamos antes, se han formado mayoritariamente en la universidad pública. Dicho de otra manera, las carreras de informática (y afines) de la universidad pública han sido instrumentales en posibilitar la existencia de las más de 5000 PyMEs que componen la industria del software en Argentina. Si cerraran las carreras, las empresas languidecerían.
Hoy necesitamos tu ayuda porque las carreras de informática de la universidad pública están en peligro. Desde noviembre de 2023 a la fecha, el salario docente se actualizó, en el mejor de los casos, cerca de 70%, contra una inflación de 144%. En algunos casos, la actualización en el periodo fue mucho peor, de apenas poco más del 48%. Dicho de otra forma, hoy en día el sueldo en mano de un ayudante de primera joven full time, en muchos casos con prohibición de otro empleo, es de cerca de 600 mil pesos. Los sueldos docentes nunca fueron espectaculares, pero en los últimos años empataban contra la inflación. Con el nivel salarial actual es muy difícil retener al plantel, ante una matrícula de alumnos que, por suerte, crece.
Queremos visibilizar esta situación, por eso te pedimos que nos apoyes en las redes con las frases que se listan a continuación o alguna variante con la que te sientas cómodo.
● Sin mi trabajo de testing el software de [empresa] no sería tan bueno. Sin mi formación en [Universidad Tal y Cuál], tampoco. Sin #UniversidadPública no hay #IndustriaDelSoftware.
● Sin mi trabajo de DevOps el software de [empresa] no podría entrar en producción. Sin mi formación en [Universidad Tal y Cuál], tampoco. Sin #UniversidadPública no hay #IndustriaDelSoftware.
● Soy [rol] en [empresa] y apoyo a la #UniversidadPública. Sin #UniversidadPública no hay #IndustriaDelSoftware.
● Sin mi formación en la [universidad] no podría hacer mi trabajo de [rol] aportando a industria del software en argentina. Sin #UniversidadPública no hay #IndustriaDelSoftware.
Firman
Docentes de la Facultad de Ciencias Exactas y de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, de la Facultad Regional Buenos Aires de la Universidad Tecnológica Nacional; de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario; de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral; de la licenciatura en Informática de la Universidad de Quilmes; del departamento de computación de la Universidad Nacional de Río Cuarto; de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional del Centro; del Departamento de Ciencias e Ingeniería de la Computación de la Universidad Nacional del Sur; de la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación de la Universidad Nacional de Córdoba.